Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 22 de diciembre de 2002
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Política

BAJO LA LUPA

Alfredo Jalife-Rahme

Corea del Sur: derrota de Bush y efecto Lula

Periódicos de EU perpetran atentados de terrorismo desinformativo

División generacional del electorado

LA ADMINISTRACION BUSH sufrió una derrota de carácter estratégico en Corea del Sur, cuyo electorado se manifestó por la candidatura presidencial de Roh Moon Hyun, quien fincó su campaña en el diálogo constructivo con Corea del Norte y en una mayor autonomía frente a Estados Unidos. El resultado fue muy apretado: 48.9 por ciento a favor de Roh, candidato del gobernante Partido Democrático del Milenio, y 46.6 por ciento por Lee Hoi Chang, el oposicionista, quien adoptó la postura de la administración Bush y por segunda vez vuelve a perder una elección (la anterior por un margen menor aún, frente al presidente saliente Kim Dae Jung, quien introdujo la creativa política de "arco iris" hacia Norcorea, que le estropeó Baby Bush).

EL NACIONALISTA ROH hace dos meses se encontraba en tercer lugar en los sondeos y figuraba como seguro perdedor detrás de otro candidato, Chung Mong Joon, nada menos que el heredero de la magna empresa Hyundai, quien armó el reciente mundial de futbol en Corea del Sur. Para frenar la segura victoria de Lee, el candidato de Washington, el segundo y el tercer lugar en los sondeos decidieron realizar una primaria, que favoreció a Roh, quien una semana antes de la elección había rebasado ya al puntero Lee. Pero esto no había terminado y en una voltereta espectacular (para no decir vulgar traición bursátil) su "aliado", el empresario Chung, lo abandonó un día antes de los comicios con el pretexto de una declaración pacifista de Roh respecto a Corea del Norte, lo cual finalmente lo favoreció, al quitarle de encima una hipoteca indeseable.

LE MONDE (20 de diciembre) reseña que "algunos periódicos de Estados Unidos emprendieron una campaña, retomada por los rotativos locales, que dramatizaron los riesgos de tensión con Washington" en caso de una victoria de Roh. Bueno, no es ninguna novedad: por desgracia, hace mucho que tales "periódicos de Estados Unidos" no informan sino que perpetran atentados de terrorismo desinformativo, y el verdadero drama consiste en que sean imitados por la prensa local, que se conjuga en sabotear la voluntad democrática.

LO MAS INTERESANTE se centra en dos consideraciones: 1) la elección se decidió con base en una agenda abiertamente antiestadunidense (habría que matizar: en contra de Baby Bush), lo cual derivará en una nueva correlación de fuerzas peninsulares y regionales, que choca contra la doctrina maniquea del "eje del mal"; y 2) Roh vendría a ser, por su biografía y su carrera política, algo así como el Lula de Corea del Sur.

NUNCA SE HABIA manifestado un oleaje antiestadunidense de tal magnitud como durante las recientes elecciones presidenciales, que llegaron al preparoxismo con la absolución, por un tribunal militar extraterritorial de Estados Unidos en suelo surcoreano, de dos soldados que arrollaron con su vehículo a un par de estudiantes mujeres, quienes fallecieron. El verdadero paroxismo antiestadunidense, pese al pánico escenográfico de la prensa de Estados Unidos y sus esquiroles locales, aconteció cuando los jóvenes y los obreros se atrevieron a elegir a Roh. El electorado y las generaciones se fracturaron en Corea del Sur: los menores de 40 años votaron por Roh, y los mayores por Lee, de 67 años de edad. Ahora que en la fase terminal de la globalización la votación también se ha vuelto trasnacional, debido a la ayuda mediática, Ƒvotó Corea del Sur contra Baby Bush? La elección de Roh "reafirmó la identidad nacional de Corea del Sur, la decimosegunda economía del planeta", prosigue la reseña de Le Monde. Quizá la reacción de liberación sicológica con maquillaje electoral de parte de la juventud surcoreana, con su nacionalismo forjado en la agenda antiestadunidense, pudiera parecer desproporcionada a quienes desconozcan la historia de la península, que ha sufrido todo género de invasiones y conquistas; los surcoreanos bromean y comentan que han sido invadidos "más de 500 veces".

NO ESTAMOS ADUCIENDO que para ganar las elecciones baste una agenda nacionalista y agitar el espectro de Baby Bush. Pero algo ha de "andar mal" (para usar la taxonomía maniquea de Washington) para que en Corea del Sur, que fuera uno de los principales aliados de Estados Unidos durante la guerra fría, posicionarse contra éste facilite el triunfo electoral aunque sea en forma apretada ("Corea se une en una cosa, por lo menos: su rabia hacia Estados Unidos": Martin Woollacott, The Guardian, 20 de diciembre). Pero no sólo viven los hombres de PAN (me refiero al producto, no al partido "trasnacional" que se ostenta como "nacional"): mientras unos buscamos la liberación económica de la globalización financiera (la mayor esclavitud de todos los tiempos), otros buscan su liberación espiritual y nacional.

ROMPER EL CORDON umbilical con Estados Unidos, que mantiene 37 mil soldados debajo del paralelo 38 desde hace medio siglo (Ƒlo que le espera a Irak?), no será sencillo. Más aún: Estados Unidos es tanto el primer recipiendario de las exportaciones de Corea del Sur como su primer inversionista. Si se valiesen las insanas comparaciones, el país asiático se encuentra aún más entregado a Estados Unidos que México, pero conserva, por lo visto, una juventud notable que se atrevió a atravesar el Rubicón. ƑQué pasaría si los pueblos sometidos de la Tierra se atrevieran en conjunto a dar el primer paso de liberación económica?

NADIE ESTA SOÑANDO que a finales de febrero entrante, cuando Roh tome posesión de la silla presidencial, cierre las bases de Estados Unidos y expulse a su ejército. Algún día tendrán que salir las tropas estadunidenses, que se han vuelto insoportables para la nueva generación, y justamente el mejor camino se sitúa en la reconciliación transpeninsular. Por lo menos, el presidente de Corea del Sur, en esta ocasión, podrá participar más activamente en la resolución del complejo contencioso de Norcorea, que dispone de dos bombas nucleares y estaría por fabricar cinco más en la primavera (Nicholas Kristof, The New York Times, 20 de diciembre).

PESE A LAS APARIENCIAS, debido a que Washington muchas veces le exige a Japón posturas ultrabélicas para mejor sintonizarse, 66 por ciento de los japoneses favorece los vínculos con Corea del Norte (The Japan Times, 21 de diciembre). Dígase lo que se diga, Bill Clinton abordó mejor el programa nuclear de Norcorea en 1994 e hizo avanzar las negociaciones a un punto notable al que nunca habían llegado. También es cierto que su enfoque sobre el TNP/CTBC (por sus siglas en inglés: Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares /Tratado de Abolición de las Pruebas Nucleares) fue radicalmente distinto al de Baby Bush, quien alienta la carrera armamentista y la desregulación nuclear y misilística por medio de su próximo despliegue de la "miniguerra de las galaxias". No se puede soslayar que Roh fustigó a Clinton durante la campaña al revelar en forma asombrosa que estuvo a punto de lanzar una "guerra preventiva" de destrucción de la planta nuclear de Norcorea en 1993. Lo cierto es que los avances de Clinton respecto de Corea del Norte fueron echados a la basura por Baby Bush, quien llegó con la espada desenvainada al colocarla en el "eje del mal", en forma antidiplomática. ƑCómo se puede negociar con alguien del nivel visceral desregulado de Baby Bush, quien le confesó sin rubor a Bob Woodward en su reciente libro que "odia a Kim Jong-Il", el líder norcoreano?

LA HISTORIA DE ROH tiene algunas semejanzas con la de Lula, que a nuestro juicio son mayores en el ámbito de las tendencias ideológicas y el nacionalismo: de origen campesino muy humilde, no pudo acudir a la escuela y como autodidacta se recibió de abogado laboral para defender a los perseguidos por la dictadura militar, para luego consagrarse de lleno a los derechos humanos. En una sociedad tan jerárquica como la surcoreana, la efigie de Roh resalta más frente a la alcurnia de su adversario perdedor, Lee, ex ministro de la Suprema Corte y, por encima de todo, el hombre que apoyó la doctrina del "eje del mal" de Baby Bush en refererencia a Norcorea, lo que le valió su perdición.

EL EFECTO LULA no se debe trivializar al azar al grado de buscar semejanzas en la miseria de partida (ni en la de los partidos), y una de sus lecturas múltiples radica en la afirmación de la identidad nacional frente a cualquier gigante: ya sea por medio de la liberación es-piritual, ya por el método de la liberación económico-financiera. La burbuja de los bienes raíces en Seúl (donde habita la mitad de la población) impide el acceso a la vivienda, lo que ha profundizado la brecha entre los pudientes y la clase media. Roh comparte puntos de contacto con Lula: prometió estabilizar la vida de la gente ordinaria, mejorar la armonía entre empresarios y obreros, crear nuevos empleos y domesticar fiscalmente al intocable conglomerado empresarial chaebol (Asia Times, 21 de diciembre).

NICHOLAS KRISTOF, DE The New York Times, corre la broma de que para lidiar con el delicado asunto nuclear de Norcorea el presidente Bush se prepara a invadir Irak. Lo que no dice Kristof es que Norcorea, que ha confesado la posesión de armas nucleares, no tiene el petróleo que le sobra a Irak (que carece de armas nucleares): la obsesión de la petrocracia del eje Houston-Londres. Con tanto malabarismo geopolítico, Ƒllevará Baby Bush a Estados Unidos a su autodestrucción, como sucedió con la codicia infinita de la gasera texana Enron, que cavó su propia tumba?

COREA DEL SUR participa en el "proyecto de Chiang Mai", como se conoce a la suma de los "10 integrantes del bloque de las naciones del sureste asiático" con los "tres grandes del noreste asiático" (Japón, China y Corea del Sur), que puede amortiguar el choque con Washington.

EL NUEVO PRESIDENTE Roh se ha colocado como el "hombre indispensable" (The Washington Post, 21 de diciembre) para resolver el pesado contencioso de Norcorea en el que participan también Japón, China y Rusia (no se diga Estados Unidos). Lo relevante es que el contencioso de Norcorea pasó de cuatripartita a pentapartita, con la incrustación de Corea del Sur por la voluntad de su electorado, lo que desajusta los designios de Baby Bush. Es evidente que un mayor acercamiento entre las dos Coreas alejará a la del sur de Baby Bush, quien padece fijación mental por resolver cualquier contencioso por la vía de la "guerra preventiva", incluso con armas nucleares, por lo que Roh deberá ser sabiamente prudente. En esto también se parece a Lula, quien tendrá que lidiar con la banca depredadora de Estados Unidos y su instrumento favorito, el infanticida FMI, que muchas veces son peores que una invasión militar.

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