Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Viernes 20 de diciembre de 2002
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Espectáculos
Despertando pasiones, Televisa y TV Azteca le han destinado más de mil horas

En puerta, nueva escalada mediática sobre el caso Trevi

Los programas realizados para "esclarecer" el asunto superaron incluso el rating de la toma de posesión de Fox El costo de publicidad en esas emisiones, por encima del normal

JENARO VILLAMIL

Tras casi cuatro años de acoso, desde que comenzó a circular el libro La Gloria por el Infierno, escrito por Rubén Aviña, en abril de 1998, y a un trienio de la persecución judicial, desde que salió del país, el caso de la cantante Gloria Trevi y su mánager Sergio Andrade alcanzará estos días renovado interés, convirtiéndose en el escándalo mediático de más largo aliento en la televisión privada mexicana, que ha incluido programas "especiales" para acusar a la cantante de ser cómplice de abuso sexual, de narcosatanismo y del homicidio de su hija, pasando por perfiles y entrevistas de quienes defienden, denuestan o explican el fenómeno Trevi.

No hay medias tintas. El caso ha despertado pasiones y una guerra feroz por el rating, quizá sólo similar al provocado por el asesinato del conductor Francisco Stanley. Impuso agenda en las secciones de espectáculos de los medios que le entraron a la criminalización. Generó un negocio paralelo: los betsellers en torno al caso (La Gloria por el Infierno, Mi despertar, Revelaciones y Tras las rejas con Gloria Trevi, por mencionar los de mayor venta). Sobre todo, se ha convertido en la peor muestra de linchamiento encabezado por una televisora, TV Azteca, contra la rebelde de pelo suelto, y una radiografía de cómo los consorcios de la pantalla pueden hacer y deshacer a su antojo sus productos.

Televisa y TV Azteca han destinado más de mil horas en tiempo-aire a desentrañar y especular sobre el caso. El programa especial El recuento de los daños, producido por Televisa y transmitido en Canal 2, tuvo un rating de 16.7 a 17.1 puntos, de acuerdo con Ibope, mientras que la serie dedicada a Trevi en el programa El ojo del huracán, de TV Azteca, adquirió un rating de 14.1 a 9.1 puntos en julio de 2001. En el primer caso se trató de una serie de 12 capítulos más imparcial, con un guión más repetuoso, mientras que en El ojo del huracán, de cuatro emisiones repetidas, se especulaba sobre el supuesto homicidio del hijo de la Trevi; también incluía una entrevista fuera de tiempo con Sergio Andrade y un tono sensacionalista digno de la canción Doctor siquiatra.

En ambos casos, los puntajes de rating fueron mayores al que tienen las barras matutinas de ambas televisoras e incluso más altos que la audiencia promedio del noticiero estelar de Joaquín López Dóriga o que el que registrara en su momento la transmisión de la toma del poder de Vicente Fox el 1º de diciembre de 2000. Por ejemplo, Televisa comercializó el bloque de 20 segundos de su especial en 75 mil pesos, mientras que TV Azteca lo vendió en 93 mil 100 pesos, rangos superiores al de un espacio normal.

La internacionalización televisiva y radiofónica del caso también ha sido impresionante. La cadena estadunidense E-Entertaiment transmitió un especial sobre el caso en su serie Historias verdaderas, el 28 de julio de 2001, y anunció que la entrevista con la cantante era una auténtica "bomba". En realidad el programa siguió el mismo hilo conductor que los especiales de TV Azteca: presentar la historia de ascenso y caída de Trevi a partir de los escándalos sucesivos de las jóvenes que pertenecieron al grupo, y de sugerir el asesinato de la hija de la intérprete regiomontana. Quizá lo más importante de este programa fueron las declaraciones de Trevi sobre el nacimiento de su hija y su advertencia: "si yo no accedo a pasar por víctima o por loca, van a decir que me suicidé".

En Brasil, donde han permanecido Andrade, Trevi y Mary Boquitas enfrentando el juicio de extradición, el programa de la cadena Telemundo Ocurrió así batió récords de audiencia. El motivo: la imagen de la otrora rebelde latinomericana en la prisión de Bahía.

La prensa escrita de espectáculos, en particular las revistas adscritas a los consorcios televisivos mexicanos, no ha dejado de publicar la cobertura de los pormenores del caso: desde la "fuga" de Karina Yapor, las revelaciones sobre "los hijos" de Andrade, las especulaciones sobre los mensajes satánicos y sadomasoquistas en canciones como Ya no, grabada en 1991; el proceso de extradición de Mary Boquitas, Trevi y Andrade; el nacimiento de Angel Gabriel, hijo de Gloria, y especulaciones sobre la depresión que al parecer sufrió la cantante que otrora se dio el lujo de romper con Televisa y retornar después con un jugoso contrato de 8 millones de dólares en septiembre de 1996.

De la adhesión al linchamiento

En medio de este panorama, no dejan de sorprender la persistencia e insistencia en el innegable fenómeno de popularidad y mercadotecnia que sigue generando Gloria Trevi. Primero, por la vía de la adhesión y la simpatía desbordante entre 1991 y 1994, que la llevaron a obtener ocho discos de oro y a vender en menos de tres meses más de 300 mil copias de su calendario Trevi 92.

Justamente 1992 constituyó el gran salto de la cantante regiomontana a la industria discográfica internacional. Su canción Zapatos viejos fue conocida en todo el continente. Al año siguiente realizó apoteósicas giras en Colombia, Perú, Argentina y Puerto Rico. En cada plaza la audiencia, en su mayoría mujeres jóvenes de clase media y baja, se emocionaba con los desfiguros de la Trevi en el escenario: desvestía a hombres que se prestaban como "voluntarios" de una liberación femenina perfectamente calculada; imitaba los gestos y las consignas de los cantantes rebeldes mexicanos y de la mítica Janis Joplin; lograba captar la atención con su hiperactividad y su carisma.

El fenómeno de popularidad llevó a la Trevi a declarar en junio de 1994, con el lanzamiento de su disco Más turbada que nunca, que en cinco o seis años se casaría, porque su ambición sería la Presidencia de la República. En encuentros con sus clubes de fans, sugería permanentemente sus aspiraciones políticas. Eran los tiempos de la crisis del salinismo y del derrumbe de expectativas. Para una audiencia desencantada, los desplantes de Trevi representaban un guiño del espectáculo hacia la política. Obviamente, ningún analista político tomó en serio su desfiguro, pero sí era lo suficientemente rentable para transmitirlo en los programas de espectáculos. ¡Por primera vez una cantante pop se atrevía a asumir que la mercadotecnia le serviría como plataforma de lanzamiento para un cargo político! En ese momento nadie imaginaba que un político como Vicente Fox seguiría algunas de las estratagemas mediáticas de la Trevi para ganar adeptos y popularidad.

En 1995 culminó el contrato de exclusividad que tenía la Trevi con Televisa. Su mánager, Sergio Andrade, negoció con TV Azteca, la competencia amenazante para el otrora monopolio televisivo, un programa especial sobre la realización del calendario de ese año. Rompiendo los cánones del veto y la exclusividad, Trevi apareció en diciembre de ese año en la pantalla de la empresa del Ajusco.

La reacción de Televisa no se hizo esperar. En marzo de 1996 Televisa congeló a la cantante. Entre las múltiples especulaciones que surgieron, se comenzó a manejar el rumor de acusaciones contra Sergio Andrade por abuso sexual. Trevi coquetea con TV Azteca y pretende sacar el máximo provecho posible con una y otra televisora. En septiembre de ese mismo año, después de haber despotricado contra la empresa de Emilio Azcárraga, la cantante retorna a Televisa con un contrato de 8 millones de dólares para hacer cuatro telenovelas, seis películas y conducir el programa XETU Remix, el cual resultó un fiasco en términos de rating.

La televisora de Ricardo Salinas Pliego emprende la venganza contra Gloria Trevi. La punta de lanza fue el programa Ventaneando, conducido por Patricia Chapoy. Esta conductora, a raíz de la publicación del libro La Gloria por el Infierno, preparó "reportajes especiales" en los que hizo gala de su peculiar estilo para generar escándalo, aprovechar el amarillismo como un gancho para la audiencia y criticar a la competencia, a la cual ella misma perteneció.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
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