Disminuyó su existencia respecto a 2001, asegura

Descarta el INE conspiración en caso de maíz transgénico

Calcula el Instituto Nacional de Ecología que de las importaciones, 30% sería grano genéticamente modificado

JOSE GALAN

Ante la presencia de maíz criollo transgénico en México, que "es un hecho pero no generalizado", el Instituto Nacional de Ecología (INE) afirmó que "no se puede levantar el dedo acusador" ni decir que hubo una "conspiración" por el ingreso de ese grano al país, y sostuvo que ha disminuido sus existencias respecto al año anterior.

De hecho, México importa de Estados Unidos alrededor de 6 millones de toneladas anuales de maíz, un millón se destina a la industria del nixtamal y 5 millones para alimento de ganado. Del total, el INE calcula que "al parecer" 30 por ciento es transgénico, por lo que consideró "urgente" desarrollar acciones para preservar la diversidad agrícola tradicional.

Este tipo de grano fue detectado a principios de 2001 por un grupo de investigadores de la Universidad de California en Berkeley, bajo la dirección de Ignacio Chapela, en colaboración con técnicos campesinos de la Unión Zapoteco-Chinanteca de la Sierra de Juárez, en Oaxaca. Esta investigación fue publicada por la revista especializada Nature, en noviembre de 2001.

Se desató la polémica por la presencia de este tipo de granos en México, pero unos meses después la revista especializada dio a conocer un boletín en el que se retractó de la publicación del artículo. Además, rechazó difundir los resultados de una investigación realizada por el INE, el Conabio, el Cinvestav y la UNAM, con base en la opinión de tres revisores.

En conferencia de prensa, Exequiel Ezcurra, presidente del INE, afirmó que con apoyo de la delegación de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, en Oaxaca se obtuvieron muestras de 50 parcelas, y no se detectó ya la expresión de proteínas transgénicas buscadas.

"Este es un primer indicador de que las sugerencias hechas a los campesinos de la región de no sembrar maíz que venden las distribuidoras para consumo humano puede contribuir notablemente a disminuir las frecuencias de plantas transgénicas en la región", dijo.

"No sabemos aún cómo han llegado las construcciones transgénicas a los maíces criollos mexicanos", reconoció el presidente del INE, quien entre las hipótesis más firmes manejó la de que trabajadores migratorios, a su regreso de Estados Unidos, traen consigo semillas para experimentar en sus parcelas.

Pero también advirtió que las investigaciones demuestran que el maíz importado de Estados Unidos con fines industriales contiene transgénico comercializado por las distribuidoras. "Se ha documentado un alto porcentaje de germinación de este grano", agregó.

Además, el maíz importado de Estados Unidos por las comercializadoras y distribuidoras pudo haber caído accidentalmente en las parcelas criollas y transferido los transgenes mediante el flujo de polen.

Sin embargo, también "existe una remota posibilidad de que dicha semilla no provenga del producido fuera del país, y que la introgresión haya ocurrido antes de la moratoria impuesta a la importación de esos granos, proveniente de parcelas experimentales producidas en nuestro país, aunque esta fuente de contaminación es poco probable por las medidas de control y bioseguridad en los cultivos experimentales".