Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Viernes 13 de diciembre de 2002
  Primera y Contraportada
  Editorial
  Opinión
  Correo Ilustrado
  Política
  Economía
  Cultura
  Espectáculos
  CineGuía
  Estados
  Capital
  Mundo
  Sociedad y Justicia
  Deportes
  Lunes en la Ciencia
  Suplementos
  Perfiles
  Fotografía
  Cartones
  Fotos del Día
  Librería   
  La Jornada de Oriente
  La Jornada Morelos
  Correo Electrónico
  Búsquedas 
  >

Espectáculos
El blues es el gozo de la vida: Real de Catorce

Voy a morir, su nueva producción, que hoy presenta en el Metropólitan

CHAVA ROCK

Real de Catorce es desde hace tiempo la gran banda mexicana, un grupo que vive y piensa en blues, género que no sólo es su raíz musical, sino su forma de vida.

A lo largo de 10 producciones, el grupo ha recorrido senderos poco transitados por banda mexicana alguna, sobre todo de blues, que muy pocos cantan tan bien en español. Su nuevo disco, Voy a morir, es otro velero que nos transporta a distintas aguas, en el que es evidente un lado oscuro y desgarrador.

A propósito de la próxima presentación de su disco, conversamos con dos de los integrantes fundadores del grupo: el baterista Fernando Abrego y el poeta vocalista José Cruz, así como con el joven guitarrista Julio Zea. La banda se complementa con el violinista y tecladista Carlos Torres y el bajista Jorge Velasco.

vocalista-2Como si un proyector de imágenes pasara frente a su vida, el grupo recrea así distintas etapas de su dilatada carrera.

-Una vez más se siente que en el nuevo disco hay un concepto, que no sólo crean canciones sino, que realizan un trabajo circular. ¿Cuál es el concepto?

José Cruz. El concepto artístico implica las canciones que compongo y la participación en los aspectos musicales del grupo en su totalidad. Esta dinámica permite la interacción con los mismos elementos del grupo y, además de la asimilación de los temas, el mismo concepto propone eso. Esto es una herencia que tenemos del blues; Real de Catorce toma esta tradición, donde todos cumplen con sus propias voces el conjunto de la obra, la complementan y esto es lo que se escucha en el concierto o lo que se escucha en un disco. Voy a morir es un disco hecho con esta tradición. Es cierto, el disco en su totalidad es un concepto, es un disco conceptual. Todos los discos de Real de Catorce son conceptuales.

Fernado Abrego. No nada más son así los discos de Real, sino todo el proyecto del grupo; es un rollo integral que cuenta música, composición, arreglos y difusión de todo el proyecto.

-¿Hay un blues mexicano o es un blues hecho en México?

José. Yo pienso que hay un blues mexicano en el momento que se asumen las raíces, las identidades, en el momento que el lenguaje es un parámetro fiel para determinar o descubrir la identidad. Aparte las vivencias que se dan en este contexto social, político, amoroso, vivencial, existencial, todo esto determina que sí es un blues mexicano.

-Respecto de los temas. Se dice que el blues es sufrimiento, es un sentimiento de nostalgia, ¿de qué forma está planteado esto en este disco?

José. Yo no estoy de acuerdo en este concepto de que el blues es sufrimiento. BB King lo dice después de un concierto que da en Memphis, que él está cantando y ejecutando blues en el escenario y se siente muy feliz al hacerlo, al momento de crear probablemente sí se sintió afectado por algún tema en específico, pero el blues es todo el gozo de la vida. En este disco es muy particular la experiencia personal, es un disco de duelo, es un disco que sí tiene esta parte oscura, densa, y todo el trabajo que se hizo alrededor de estas canciones es fiel a esta parte de duelo, que nosotros llamamos de la sombra, ese lado oculto y de sufrimiento, pero un sufrimiento catártico, un sufrimiento que sirve como ejercicio para seguir vivo, que es algo que nos regalaron los grandes blusistas: las ganas de seguir vivos y siempre al pie del cañón.

-Quisiera que habláramos primero del último tema del disco, Mi piel, porque es el que deja la ventana abierta para asomarnos de nuevo al álbum. ¿Por qué concluyen el tema con cantos huicholes?

José. Es un trabajo que nosotros necesitábamos grabar, lo cantó Muna Zul, un trío femenino que investigó exactamente esa parte vocal del canto huichol y de otras etnias. Nosotros le pedimos que hiciera la recreación de una peregrinación, quedó muy bien y nos satisfizo mucho cómo lo hicieron.

"Es una canción de fe y duda, estamos en un contexto en que gobierna un partido de derecha y no podemos dejar de lado la parte ideológica y la parte dogmática o demagógica que tiene que ver con el catolicismo o la religión."

-Es difícil que las canciones sean cuentos; sin embargo, en Dramas para piano y violín se narra un drama que termina con un llanto desgarrador, ¿a qué hace referencia esto?

José. A la parte del duelo, a una ruptura amorosa, a la ruptura con la misma pasión con la que existía una relación, de repente se rompe y viene un desgarramiento. Esa letra la escribí, y en el momento de la grabación surgió ese sollozo, ahí me di cuenta de cuán profunda y cuánta valentía se necesita para abordar este tipo de temas, de cuánto trabajo emocional y cuánto enfrentamiento con uno mismo también es necesario para entrarle a este tipo de rolas. Entonces sí tiene un final dramático, a mí me surgió el llanto en ese momento y ahí quedó grabado.

-¿Cómo escribes, José? ¿Hay una técnica?

José. He descubierto con la próxima publicación de mi libro de poesía que todo el discurso rítmico nace de la musicalidad de los poemas, y todos los temas obsesivos o recurrentes aparecen en la poesía, con su propia musicalidad.

-¿Se te da?, porque hay escritores y poetas a los que se les va la musa durante dos, tres años...

José. Sí, debe haber etapas de bloqueo, creo que es natural, pero en ese sentido yo no me apanico, sigo escribiendo por disciplina, a lo mejor no sale lo que yo quiero, pero finalmente es muy difícil que un escritor, en este sentido, mienta; lo que puede surgir es que diga que no está saliendo lo que quiere. Al proponer al grupo estas canciones surgen las voces que complementan ya el concepto artístico, los arreglos, los colores, los tintes oscuros y el dramatismo que necesitaba este disco. Por ejemplo, en Busco a mi padre se necesitaba una guitarra desgarradora, entonces hay una absorción total en el trabajo, pero lo marca el concepto artístico y la propuesta de canciones para este disco.

-En el disco Voces interiores recurrieron al rap, ahora lo hacen nuevamente aunque escucho un tratamiento distinto...

José. Nosotros cuando grabamos El Virrey no tuvimos más que hacer una revisión de la historia del blues, el rap está directamente ligado, es una rama del blues, a quien no conoce todas las vertientes que ha propuesto el blues le resultaría extraño, como a algunos pocos les pasó con Voces interiores, pero nosotros desde ahí entendemos el rap como una parte del blues, incluso el modo de rapeo de Luca no es el modo que se utiliza mucho en el rap mexicano, es otra forma de decirlo.

-Desde el primer tema, Crecimiento cero, hay una alusión directa al sistema político. Ustedes han desarrollado su carrera viendo los trabajos culturales que han desempeñado los partidos que han ocupado el poder. ¿Están de acuerdo en la forma en que se trabaja?

José. Lo que nosotros hacemos es un análisis general de la situación respecto de la cultura, qué está sucediendo con los espacios, con los presupuestos; nos hemos dado cuenta que sí hay una amenaza y una agresión de parte de las políticas culturales de los gobiernos federal y estatales, que implican cerrar los espacios, privatizarlos, reducir los presupuestos, regatear los honorarios, por ejemplo, a grupos que no tenemos una disquera o decidimos no tener una disquera comercial. Por otro lado retoman la cultura como un rehén para hacer proselitismo, creemos que no hay un proyecto de desarrollo cultural en México, no lo han mostrado, al contrario, toda esta tendencia globalizadora en economía se está comiendo los presupuestos, la tendencia es privatizar todo: la luz, la cultura... todo. Las consecuencias son exactamente que los espacios están ocupados ahora por artistas comerciales que no necesitan esos espacios. La interlocución que se da entre el público y el arte se anula, se borra por las necesidades de los empresarios que buscan resultados a corto plazo con poco riesgo, ese tipo de criterios lesiona la cultura. La cultura es la voz genuina de la sociedad. La cultura popular representa los sentimientos, las vivencias.

-Es un trabajo que lleva más de 15 años, el paso del tiempo lo puede hecer sólido, pero también se corre el riesgo del desgaste. Comentaban que hubo un momento en que era incierto el camino de Real de Catorce, incluso que se pensó en concluir con el proyecto.

Fernando. Esto es algo inherente al proyecto. Hay 50 por ciento de probabilidades de continuar con el grupo y otro 50 por ciento de no seguir, y es consciente. Asumimos esta incertidumbre, porque además de considerar que nos vamos a morir queremos elegir cómo.

-Por último, ya que hablan de que asumen que Real de Catorce puede morir en cualquier momento, ¿qué epitafio les gustaría para la banda?

José. No (lo piensan mucho), ojalá que falte mucho.

Real de Catorce se presentará hoy en el teatro Metropólitan.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año