Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Miércoles 27 de noviembre de 2002
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Política

Carlos Monsiváis

Sí a la lógica

El 12 de octubre del 2002 el subcomandante Marcos le escribe al roquero español Angel Luis Lara, El Ruso, una carta en vísperas de un encuentro "globalifóbico" en Madrid, en noviembre. El mensaje llama la atención por razones negativas. Según creo, impugna el significado esencial del EZLN y es un regreso a las secciones mesiánicas (uso el término críticamente) del Primer manifiesto de la selva Lacandona. Al escribir esto, entiendo lo obvio: Marcos considerará que los no zapatistas ignoran el significado esencial del EZLN. Esto, verdadero en cuanto a esfuerzos, sacrificios y lucha diaria, no es toda la verdad. Los que hemos simpatizado y simpatizamos con la lucha indígena también tenemos derecho a nuestras definiciones, y en mi caso no asocio la rebeldía de los indígenas de Chiapas con el apoyo a causas indefendibles y con el lenguaje de la intolerancia, el chiste fácil y el engreimiento radical.

Me explico. En su carta, Marcos se aparta tristemente de la crítica y cae y recae en el insulto y las generalizaciones agresivas, fundadas en la ausencia de razonamientos concretos. Así, José María Aznar: "al que, su nombre lo indica, sólo falta rebuznar"; el rey de España: "el estreñido del reyecito Juan Carlos"; a los gobernantes: "porque ya sabes cómo es la monarquía, que luego luego luego empieza a ponerse nerviosa y le da por irse de vacaciones con las infantas y los bufones (o sea que me refiero a Felipillo González y a Pepillo Aznar que, repito, en el nombre lleva la penitencia)"; y a Baltasar Garzón, a quien le dedica una andanada patética:

"Bien sé que ese payaso grotesco que es el autodenominado juez Garzón, de la mano de la clase política española (que es tan ridícula como la corte, pero sin ese discreto encanto que el Ƒcómo ha estado duquesa? -Bien, barón, no extraño para nada al bufón de Felipillo porque el Pepillo es tan gracioso como aquél. Por cierto, haría bien en subirse la bragueta, barón, no vaya a ser que coja usted un resfriado, que es lo único que se puede coger en la corte -etcétera), está llevando adelante un verdadero terrorismo de Estado que ningún hombre y mujer honestos puede ver sin indignarse.

"Sí, el clown Garzón ha declarado ilegal la lucha política del País Vasco. Después de hacer el ridículo con ese cuento engañabobos de agarrar a Pinochet (que lo único que hizo es darle vacaciones con los gastos pagados), demuestra su verdadera vocación fascista al negarle al pueblo vasco el derecho de luchar políticamente por una causa que es legítima."

Esto es demasiado. Como persona, Marcos puede insultar a quien se le ocurra, pero como persona no tendría acceso a la primera página de un diario. El es un dirigente, y el EZLN no tiene por qué pelearse con tantos al mismo tiempo, ni por qué suscribir tesis fantasiosas, envueltas en un estilo en el que, reiteradamente, naufragan el ingenio y el tono familiar. ƑTiene caso responderle puntualmente? Con el desánimo que provocan releer sus frases sin sustento, se le podría decir a Marcos:

-El juez Garzón no es ningún "payaso grotesco" ni el proceso contra Pinochet fue "un cuento engañabobos". Muy por el contrario, este proceso ha sido indispensable en el trazo de un nuevo derecho penal internacional, muy ajeno a las monstruosidades imperialistas. Me gustaría que Marcos sostuviera en Chile lo del "cuento engañabobos" y lo de "las vacaciones con gastos pagados"; al revés, siento que el juicio, tan demoledor, es el marco del que ya no podrán huir los dictadores en Chile, Argentina y donde sea. Una de las imágenes de Pinochet que se recordarán es la del dictador senil que se asila en la locura. Al respecto, advierto resonancias del caso Pinochet en el juicio a los generales mexicanos Quirós y Acosta Chaparro. Con sus enormes limitaciones, ese juicio es el principio de un movimiento judicial no desdeñable, en el que se llama a cuentas al sector militar, hasta ahora invisibilizado. En lo personal no dejo de agradecerle a Garzón su firmeza en el caso Pinochet, cuya liberación se resolvió en Londres, no en Madrid.

-En cuanto a la ilegalización de Batasuna, Marcos resuelve con facilonería su posición. Es válido discutir, como se ha hecho en el País Vasco, la persecución del derecho de opinión, pero él prefiere el extremo y acusa a Garzón de exhibir "su verdadera vocación fascista". En el peor de los casos, el juez se ha equivocado, pero el expediente de Batasuna es muy amplio y muy demostrativo en cuanto a su carácter de grupo subordinado a una lógica terrorista. Y por eso Marcos debería ser explícito: Ƒcuál es "la causa legítima" del pueblo vasco que Garzón niega? ƑEl independentismo o la defensa cerrada de ETA, uno de los grupos más justamente descalificados del mundo? En ningún momento y bajo ninguna circunstancia las acciones de ETA son legítimas, y así lo subraya la procesión de sus víctimas. No es válido no especificar, porque, en efecto y allí tiene razón Marcos, el EZLN no ha incurrido en el horror del terrorismo, y por eso ha retenido su autoridad moral, la de un sector indígena que representa sectores mucho más amplios y que ha contribuido al debate internacional, al mudar de levantamiento guerrillero dispuesto al sacrificio (callejón sin salida) a un movimiento social que ha comunicado a Chiapas con una parte muy significativa del mundo.

ƑCómo puede creer Marcos que esos epítetos, ese tono, esas descalificaciones a ultranza benefician una causa tan arraigada en la lucha por la paz? ƑPor qué adjudicarle al EZLN lo que sí parecen sus puntos de vista muy personales? En un momento de la fábula de Marcos, la rebeldía voladora que es la mariposa dice šNO! "No a la lógica. No a la prudencia. No a la inmovilidad. No al conformismo". Con la pena, un movimiento como el EZLN, que por naturaleza debe decirle No a la inmovilidad y al conformismo, debe también asumir positivamente y a fondo la lógica y la prudencia. Y así lo ha hecho. Era imprudente seguir confiando en las armas, era lógico pensar que sustentar el movimiento en la búsqueda de la paz digna, atraería la solidaridad de los adversarios del modelo neoliberal de globalización.

En su propósito beligerante y en su estilo fallido, el texto de Marcos no contribuye en lo mínimo a la causa del EZLN. Aquí lo primordial no es que se ganen o se pierdan simpatías, ni siquiera que se descalifique al juez Garzón, sino el olvido de una trayectoria sustentada en la lógica, la pasión y la justicia social, y por tanto urgida siempre de razonamientos, sobre todo ahora cuando la incomprensión y el cinismo del gobierno de Fox y el ataque de la derecha profundizan la marginación de Chiapas y de los pobres de México. Esta vez Marcos ha preferido el juego "lúdico" y las invectivas, dejando abierta una posibilidad interpretativa: su apoyo a un grupo nefando. Al hacerlo, ignora a quienes creemos en los derechos indígenas, criticamos el racismo gubernamental y concebimos la paz digna como un proceso de tiempo completo, pero no compartimos estas posiciones. Si, en efecto, el crecimiento de los "globalifóbicos" es geométrico, resulta inaplazable el debate sobre el destino de los indígenas y de los excluidos, y debe darse en los términos que Marcos ha cultivado y a los que penosamente renunció en esta carta.

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