Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 25 de noviembre de 2002
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Deportes
Se reveló Alejandro Amaya como un torero fino y con clase pero sin comunicación

El juez Ricardo Balderas fue humillado por el empresario de la Plaza Muerta

Regaló dos orejas y un arrastre lento, pero no pudo impedir que saliera un toro no reseñado

LUMBRERA CHICO

Al término de la cuarta corrida de la temporada menos chica, los granaderos se precipitaron sobre Luis Antonio Rivero, encargado de los toriles, para llevárselo preso porque el hombre echó al ruedo un ejemplar de la ganadería de Santiago sin permiso del juez Ricardo Balderas, quien ayer obtuvo una importante lección para su vida.

Todo comenzó cuando, para destruir el cartel compuesto por Jorge Gutiérrez, Enrique Ponce y Alejandro Amaya -que viene del reino de Juan Carlos I después de tomar la alternativa en la península ibérica-, se inició el desfile de los pequeños, mansos y débiles toritos de la ganadería de Teófilo Gómez, contratados por la empresa del doctor R, a saber por qué.

dibujo toros-A. AmayaAmaya confirmó su alternativa apadrinado por Gutiérrez ante Mano negra, un berrendo cinchado y cómodo de cabeza, de 470 kilos, que recargó al tomar la única vara, pero se cayó después y debió ser lidiado con gran suavidad, permitiendo que su matador demostrara la buena clase que tiene, la finura y la limpieza de su trabajo, opacado, sin embargo, por su falta de comunicación con los tendidos.

A continuación saltó a la arena Yo sí soy, un cárdeno con bragas y mejor armado de cuerna, con 487 kilos y la misma debilidad de su hermano, que desmontó al picador pero no logró sacar a Gutiérrez de su legendaria depresión y fue despachado de un pinchazo y un descabello.

Ponce se las vio con Ansioso, negro zaino de 485, cojo de la pata izquierda, al que recibió con una serie de verónicas despegadas, rapiditas y mamonas. Convaleciente del cate que le perforó un pulmón con la punta de una costilla rota, Ponce lo llevó al caballo pero ordenó que apenas le partieran el pelo. Con la muleta, el valenciano que erró su vocación -porque hubiera sido una primerísima figura del ballet clásico- inició su conocida danza, toreando con el pico y sobre piernas, muy vistoso pero frívolo, sin verdad, encandilando a la tribuna, no al burel, y lo mató de un pinchazo lagartijero, amorcillador, de efectos retardados. El juez Ricardo Balderas, el mejor representante que tenía Andrés Manuel López Obrador en el biombo, dándoselas de "aficionado", de "conocedor", de "promotor" de la afición, otorgó dos orejas y decretó el arrastre lento para un bovino que nunca probó su bravura.

Gutiérrez: ahogo y desahogo

En seguida compareció Buena Suerte, negro entrepelado de 483, tan deleznable como sus compañeros de reata. Cuando Jorge Gutiérrez se hizo de él con la franela, producía tanta emoción como la que causa un boy-scout ayudando a un ciego a cruzar la calle. El de Tuxtla lo trató con inmensa ternura, dándole medios muletazos, ahogándolo para explotar el tremendismo y retirándose después para desahogarlo y correrle la mano antes de volverlo a asfixiar. Así, al igual que Ponce, logró cuajarle la faena, no al cornudo sino al público, y rebasando el tiempo reglamentario y escuchando un aviso del desprestigiado juez, lo mató recibiendo, con media estocada en todo lo alto que lo derrumbó espectacularmente. Balderas premió al viejo artista con otras dos orejas.

Para terminar la función, salieron Muñeco, de 485, y Amigo, de 478, que no tenían un pase. Amaya regaló un séptimo cajón, pero en vez de soltar a Huracán, primera reserva, el doctor R ordenó que trajeran a Campeón, De Santiago, con 475, hermoso y cornivuelto y bravo. El juez recordó al "empresario" que por apego al reglamento debía soltar a Huracán, pero el doctor R se pasó al Gobierno del DF por el arco del triunfo. En protesta, el juez no ordenó que timbales y clarines anunciaran el ingreso al ruedo de Campeón, y cuando éste fue muerto sin pena ni gloria por Amaya, la policía rodeó a Luis Rivero, pero el doctor R le dijo: "Tú, pélate -y agregó a los gendarmes-, y ustedes, llévenme preso a mí". Los policías se retiraron amedrentados.
 
 

 

Utilidades y pérdidas

Domingo 24 de noviembre de 2002

Espectadores             22,000
Ingreso neto          1,540,000
Egresos
          Gutiérrez             60,000
          Ponce        1,200,000
          Amaya            40,000
          Ganado          200,000
          Otros        1,000,000
Subtotal        2,500,000
Utilidades           ---------- 
Pérdidas          960,000
Pérdidas anteriores        1,370,000
Pérdidas acumuladas        2,333,000
Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
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