INTRODUCCIÓN
El presente documento
tiene como fin enmarcar el desarrollo histórico del movimiento
sufragista porque es importante continuar la lucha que las mujeres iniciaron
en México por el sufragio femenino. Debido a que en términos
universales el movimiento por el sufragio femenino significa un movimiento
por la igualdad en la participación política, por el poder
decidir sobre nuestras vidas, además, por el poder ser elegidas
para estar en cargos de representación pública.
Hoy en día
las mujeres en nuestro país podemos votar gracias a que la batalla
por el sufragio femenino fue ganada hace 49 años, pues anteriormente
los derechos ciudadanos sólo contemplaban a los hombres.
Pero ¿cuántas
conocemos el origen de la lucha para conseguir el voto de las mujeres?
y ¿cuántas sabemos que el voto de las mujeres es un ejercicio
pleno de ciudadanía?
No olvidemos que
en términos generales, las políticas públicas consideran
en menor medida a las mujeres, aún cuando representamos el 52
por ciento del padrón electoral.
Además, los
cargos públicos han estado ocupados por hombres casi en su totalidad,
marginándonos a las mujeres también en ése ámbito.
Aún cuando
se han conseguido importantes avances relativos a la equidad de género
en la participación política, estos no han sido suficientes.
Por ejemplo, el
Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales
en su Artículo 22 Transitorio establece que:
舠Los partidos
políticos nacionales consideran en sus estatutos que las candidaturas
por ambos principios a diputados y senadores no excedan del 70 por ciento
por un mismo género. Asimismo promoverán la mayor participación
política de las mujeres舡.
La violación
al Código Federal es evidente, pero el ánimo y capacidad
de las mujeres que invitan a otras mujeres a participar en procesos
democráticos es inagotable.
Un dato importante
se encontró en las elecciones del 2 de julio del 2000, en donde
las mujeres participaron en un 48 por ciento frente a un 52 por ciento
por parte de los hombres. Sin embargo, esto no corresponde a los cargos
de representación política que detentan las mujeres.
Bajo este marco
el Instituto de las Mujeres del D.F. a través de sus Unidades
delegacionales a instrumentado acciones con el fin de informar, sensibilizar
y formar a ciudadanas plenas, es decir, proporcionarles a las mujeres
las herramientas necesarias para que no sólo ejerzan sus derechos
políticos y ciudadanos, sino también sus derechos sexuales
y reproductivos, en general; sus derechos humanos.
ANTECEDENTES
En México,
durante la segunda mitad de los años treintas (1935-1936), la
lucha de las mujeres del Partido Oficial, militantes o cercanas al Partido
Comunista encaminaron sus demandas de clase y reivindicaciones de género.
El movimiento de mujeres logró un espectacular crecimiento, llegándose
a estimar que en el Frente Único Pro Derechos de la Mujer (FUPDN)
se agrupaban más 50 mil mujeres.
Este Frente logró
tener una estructura orgánica, lo que le valió para poder
vincularse con el movimiento de masas de la época y así
poder elevar sus demandas, además de que lograron crear el Consejo
Nacional del Sufragio Femenino y la realización del Primer Congreso
Nacional de Mujeres en enero y marzo del 36.
A partir de 1937,
el movimiento tiende a centrar sus actividades en torno a la demanda
del sufragio femenino.
En los años
subsiguientes, el movimiento de mujeres, profundizó en ciertas
áreas del trabajo popular como la creación del Departamento
Autónomo de la Mujer en la Confederación Campesina Mexicana
(CCM); luchó por el cumplimiento de la Ley Federal del Trabajo
y la sindicalización de las obreras y empleadas del gobierno,
así como por la instalación de salas de asistencia infantil
anexas a los mercados.
La búsqueda
de la ciudadanía de las mujeres significó batirse en un
ámbito nuevo de lucha que implicaba profundizar y afinar las
alianzas con sectores y grupos dominantes en el ámbito nacional.
Esto repercutió en un cierto detrimento de la organización
amplia del movimiento de mujeres, sin embargo lo anterior se compensó
con la actividad febril que desencadenó la demanda del voto,
lo que le permitió al movimiento mejorar y fortalecer su presencia
ante las instancias gubernamentales.
La posibilidad de
otorgar el voto restrictivo a la mujer provocó una ardua y compleja
discusión entre los juristas del país, la polémica
en torno a las modificaciones de los Artículos 34 y 35 constitucionales
provocaron una exhaustiva revisión del Diario de los Debates
del Congreso Constituyente de 1917 y una rectificación y declaración
de la Asociación de Constituyentes. A partir de la propuesta
de conceder el voto con restricciones, la discusión se torna
aún más confusa. Esto lo demuestra la propuesta del Frente
Socialista de Abogados que sostenían que: 舠se concede el
voto femenino única y exclusivamente a las mujeres revolucionarias
y en general a las mujeres trabajadoras舡; sostenía que
era una posición de acuerdo a la doctrina marxista de su programa.
A este ambiente confuso de discusión contribuían las posiciones
de las mujeres conservadoras.
La iniciativa de
Reforma al Artículo 34 constitucional fue presentada a las Cámaras
el 19 de noviembre de 1937 y aceptada por éstas el 21 de diciembre
del mismo año, pero no fue hasta julio de 1938 que la Reforma
se aprobó y hasta septiembre de ese año, se ratificó
por la mayoría de los Estados.
PLANTEAMIENTO FILOSÓFICO DEL SUFRAGIO FEMENINO EN MÉXICO
En la lucha de las
mujeres ubicamos tres momentos:
El primero, a finales
del siglo XIX en la organización y participación de las
mujeres en los foros feministas, demandando derechos ciudadanos, entre
ellos el voto femenino, para ser exactos el año de 1953.
El segundo momento,
en las luchas del movimiento feminista de los años setentas.
Partiendo del reconocimiento del avance teórico que significó
la construcción del concepto de género como categoría
de análisis, que explica los mecanismos de la opresión
y abre la posibilidad de superarlos; y en la práctica, combatiendo
en forma concreta, real, auténtica, viva, por lograr la democracia,
entendida como la igualdad de los géneros, conservando la diferencia
sexual. Entendiendo igualdad como la superación de la dominación
de un género sobre otro, eliminando la capacidad de un género
de censurar y prohibir, rechazar, delimitar y levantar barreras.
Es un momento en
que se alcanza una nueva etapa en la reflexión y en la acción
feminista; en donde las mujeres nos asumimos como 舠un sujeto social
que se construye como su propio objeto de estudio: el género,
y que reconstruye su identidad y su práctica舡.
La Dra. Graciela
Hierro identifica, en las luchas feministas de México y América
Latina un interés común de las mujeres que es la lucha
contra el poder patriarcal en lo que concierne a la posesión
y disposición de nuestro cuerpo y sus productos; de nuestro trabajo,
nuestra creatividad y nuestro ocio y también y especialmente
de nuestro placer舡.
Y en esta lucha
contra el patriarcado las mujeres somos cómplices, porque sólo
entre individuales pueden darse pactos de poder que garanticen la democracia.
Explica que como somos las iguales, las que no se distinguen unas de
otras, sólo alcanzamos una complicidad que resulta precaria para
la democracia.
Asegura que la democracia
del género sólo se da con la base en la conciencia feminista
que supere las relaciones de complicidad (regla de la maternidad: patrón
negativo madre e hija). Por otro lado, dice que para la relación
que potencializa a los grupos de mujeres sigue el modelo democrático
pacto entre iguales que permite la decisión y formación
de liderazgos femeninos (regla de maternalidad: las mujeres reconocen
entre sí el valor de otras mujeres en la lucha feminista; jerarquía
que da origen a la genealogía feminista que permiten el pacto
entre mujeres).
El tercer momento,
se ubica en los años noventas en los avances y logros, en la
participación de las mujeres en nuevas causas y movimientos como
por ejemplo el que está en contra de la violencia hacia las mujeres,
las trabajadoras de la costura, el desarrollo humano sostenible, entre
otros.
Además existe
un crecimiento en el movimiento de las mujeres, no sólo en cantidad,
sino en capacidad, por mencionar: la creación de redes, alianzas,
pactos por medio del diálogo. Todo esto genera una nueva forma
de vivir (para algunas), se reconoce la pluralidad, la tolerancia y
el respeto en sus relaciones. Con esto se logra integrar una sola Agenda
Nacional de Mujeres.
CRONOLOGÍA DEL MOVIMIENTO DE LAS MUJERES SUFRAGISTAS
MEXICANAS
1884-1887. - En la primera revista femenina Violetas del Anáhuac,
fundada y
dirigida por Laureana Wright González y escrita solamente por
mujeres se planteó la demanda del sufragio para la mujer y la
igualdad de oportunidades para hombres y mujeres.
1910.- Diversas
asociaciones feministas se unen a Madero, entre ellas el Club Femenil
Antireeleccionista 舠Las Hijas de Cuauhtémoc舡. Poco
tiempo después, las integrantes del Club protestan por el fraude
en las elecciones y demandan la participación política
de las mujeres mexicanas.
· Dolores
Jiménez y Muro funda Regeneración y Concordia, organización
Pro Derechos de la Mujer.
· Las sufragistas mexicanas solicitan a Emilio Vázquez
Gómez se les otorgue el voto.
1916.- Primer Congreso
Feminista (13 de enero) impulsado por el general Salvador Alvarado como
Gobernador de Yucatán y las organizadoras fueron Consuelo Zavala,
Dominga Canto, Adolfina Valencia de Ávila, María Luisa
Flota, Beatriz Peniche, Amalia Gómez, Piedad Carrillo Gil, Isolina
Pérez Castillo, Elena Osorio, Fidelia González, Candelaria
Villanueva, Lucrecia y Adriana Badillo, Rosina Magaña y Consuelo
Andrade.
Uno de los principales
acuerdos a los que se llegó en este Primer Congreso feminista
fue demandar que se otorgará el voto ciudadano a las mujeres.
1917.- Posteriormente a la promulgación de la Constitución
Política de 1917, en abril del mismo año, se expidió
la Ley de Relaciones Familiares según la cual los hombres y las
mujeres tienen derecho a considerarse iguales en el seno del hogar.
· Hermila Galindo lanza su candidatura para diputada por el V
distrito electoral de la Ciudad de México.
· Aun cuando
la Constitución del 17 no negó la ciudadanía a
las mujeres y, en consecuencia, el derecho a votar y ser elegidas tampoco
se le otorgó el voto expresamente.
1922.- Durante el
gobierno de Felipe Carrillo Puerto en el Estado de Yucatán (1922-1924),
se produjeron también importantes avances en la lucha por los
derechos de las mujeres a través de la creación de las
Ligas Feministas, que tenían por objeto ser autogestoras del
mejoramiento de la situación de la mujer en todos los aspectos.
También durante
este periodo se produjo un gran escándalo en el ámbito
nacional al intentar introducir temas relativos a la educación
sexual y planificación familiar, por lo que fue instaurado el
10 de mayo como el Día de las Madres, desde entonces, para contrarrestar
dicho escándalo.
1923.- Del 20 al 30 de mayo de 1923, la Sección Mexicana de la
Liga Panamericana de Mujeres convocó al Primer Congreso Nacional
Feminista, que se reunió en la Ciudad de México, con la
asistencia de 100 delegadas. Sus principales conclusiones en lo político
estuvieron referidas a impulsar las siguientes solicitudes:
· La igualdad
civil para que la mujer pudiera ser elegible en los cargos administrativos
(en ese momento, los ayuntamientos eran cargos administrativos, no políticos).
Y
· El decreto
de la igualdad política y la representación parlamentaria
por parte de agrupaciones sociales.
Como consecuencia
del Congreso Nacional Feminista, el 13 de julio de ese mismo año,
el gobernador de San Luis Potosí, Aurelio Manrique, expidió
un decreto en el que se concedía a las mujeres del estado el
derecho a votar y a ser elegidas en las elecciones municipales.
En Yucatán,
unos meses antes, Elvia Carrillo Puerto, Beatriz Peniche de Ponce y
Raquel Dzib Cicero figuraban como candidatas a diputadas al Congreso
del Estado de Yucatán. Elvia Carrillo Puerto resultó la
primera mexicana electa diputada al Congreso Local por el V Distrito,
el 18 de noviembre de 1923. Sin embargo, después de desempeñar
su cargo por dos años renunció, debido a las amenazas
de muerte que recibió.
1925.- La legislatura
del Estado de Chiapas concedió a la mujer, de los 18 años
en adelante y en todo el territorio de la entidad, los mismos derechos
políticos del hombre.
· Elvia Carrillo
Puerto cambia su residencia a San Luis Potosí y es elegida al
obtener la mayoría de votos, pero el Colegio Electoral no reconoció
su triunfo.
1928.- Siendo presidente
Plutarco Elías Calles, se redactó un nuevo Código
Civil, en el que se dispuso que 舠... la mujer no queda sometida,
por razón de su sexo, a restricción alguna en la adquisición
y ejercicio de sus derechos; y que al llegar a la mayoría de
edad tiene la libre disposición de su persona y sus bienes, estando
capacitada para celebrar toda clase de contratos...舡
1929.- Surgen nuevas
asociaciones de mujeres, cuyo principal objetivo es
obtener los derechos políticos plenos: el partido Feminista Revolucionario
y el Bloque Nacional de Mujeres Revolucionarias.
1934.- Durante la
campaña presidencial del General Lázaro Cárdenas
se conforma el Frente de Mujeres Mexicanas.
1935.- Por primera
vez las mujeres participan en las votaciones internas del Partido Nacional
Revolucionario (PNR).
· El Frente
Único Pro Derechos de la Mujer, reúne a 800 agrupaciones
femeninas de todo el país y de diversas posturas ideológicas
que comparten un mismo objetivo: conquistar el derechos a votar y ser
elegidas.
1936.- En Veracruz
dos mujeres lanzan su candidatura para diputadas locales: María
Tinoco y Enriqueta L. De Pulgarín. El registro fue aceptado por
el Departamento Electoral Nacional, pues la Ley Electoral no incluía
ningún capítulo sobre las mujeres.
1937.- El Presidente
Lázaro Cárdenas envió a la Cámara de Senadores
la iniciativa para reformar el Artículo 34 constitucional, como
primer paso para que las mujeres obtengan la ciudadanía.
· El 10 de
diciembre tan solo se emite un dictamen donde se decide posponer el
debate hasta pasada la Asamblea Nacional Constituyente del PNR.
1938.- El Frente
Único Pro Derechos de la Mujer decide incorporarse al PNR considerando
que bien valía perder la autonomía en aras de hacer ver
a los opositores del movimiento femenino que no eran 舠ni mochas
ni comunistas y que su lealtad estaba con la revolución舡.
· Aurora
Meza Andraca se convierte en la primera Presidenta Municipal en Chilpancingo
Guerrero.
1940.- El Comité
Nacional Femenil apoyó la candidatura presidencial del General
Manuel Ávila Camacho. Para entonces se habían formado
ya las grandes centrales afiliadas al Partido de la Revolución
Mexicana. Al principio de ese gobierno, las secretarías femeniles
de las organizaciones CTM, CNOP, CNC, FSTSE, CGT, SNT, constituyeron
la Alianza Nacional Femenina, que sostuvo un programa de 10 puntos.
1946.- El 24 de
diciembre, la Cámara de Diputados aprobó la iniciativa
enviada por el Presidente Miguel Alemán, en la que se adicionó
el Artículo 115 Constitucional, que entró en vigor el
12 de febrero del siguiente año. Se establecía que en
las elecciones municipales participarían las mujeres en igualdad
de condiciones que los varones, con el derecho a votar y ser elegidas.
1947.- A partir
de la reforme del Artículo 15 de la Constitución, las
mujeres comenzaron a ocupar cargos de elección en los Ayuntamientos:
· En Aguascalientes, María del Carmen Martín del
Campo se convierte en la primera Presidenta Municipal de esa ciudad.
· En el Distrito
Federal, Aurora Fernández en nombrada Delegada de Milpa Alta
y Guadalupe I. Ramírez de Xochimilco.
1952.- El 6 de abril,
siendo candidato a la presidencia de la República, Adolfo Ruiz
Cortines prometió, ante 20 mil mujeres asistentes, a un mitin
de campaña, la ciudadanía sin restricciones para las mujeres.
1953.- El 17 de
octubre, se publicó en el Diario Oficial el nuevo texto del Artículo
34 Constitucional: 舠Son ciudadanos de la República los
varones y las mujeres que, teniendo la calidad de mexicanos, reúnan,
además, los siguientes requisitos: haber cumplido 18 años,
siendo casados, o 21 si no lo son, y tener un modo honesto de vivir舡.
1955.- En las elecciones
del 3 de julio las mujeres acuden a emitir su voto a las urnas, para
elegir Diputados Federales XLIII Legislatura.
No obstante que el sufragio femenino ha sido fundamental en el proceso
de democratización de la sociedad, la participación, social,
comunitaria y ciudadana de las mujeres aún se expresa de manera
poco visible en los espacios de representación y toma de decisiones,
de los ámbitos ejecutivo, judicial y legislativo, así
como en el terreno de los partidos políticos, de las organizaciones
sociales, de los medios de comunicación y de las instituciones
públicas y privadas.
Es en este contexto
que el Instituto de las Mujeres del Distrito Federal tiene como propósito
impulsar la organización y participación social, comunitaria
y ciudadana de las mujeres, su acceso a los espacios de toma de decisiones,
incorporando la equidad de género como dimensión estratégica
que garantice el pleno ejercicio de los derechos de la ciudadanía.