Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 2 de noviembre de 2002
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Política

Si se pierden sus valores y cosmovisiones morirá con ellos parte de la humanidad

México nunca estará completo si no reconoce a sus indios: León-Portilla

Cuando se atiendan sus necesidades ''se integrarán al país con su corazón'', indica

DAVID CARRIZALES CORRESPONSAL

Monterrey, NL, 1o. de noviembre. Sólo cuando se reconozca a las comunidades indígenas y lo que ellas representan -lenguas, idiosincrasias y cosmovisiones- podremos hablar de un país de todos, indicó el historiador Miguel León-Portilla.

Cuando en México se respete a los pueblos indios, "y todos los que habitamos en este territorio vayamos en una historia común, compartida, esta nación será como una sinfonía. Entonces seremos más ricos y más prósperos en todos los sentidos, porque la biodiversidad humana, que aquí se manifiesta en mayas, otomíes, mixtecos, tarahumaras y muchos otros pueblos, es un gran valor que no se puede perder sin que muera con ello parte de la humanidad misma'', añadió.

Al ofrecer una conferencia magistral ante miembros de la Academia Nacional de Medicina, León-Portilla mencionó que "paradójicamente y contra lo que a veces se piensa, a lo largo de la época de la Colonia los pueblos indios mantuvieron una serie de instituciones y elementos que hay que celebrar, por ejemplo las lenguas.

''Pero viene la Independencia, y con el pretexto de que deberíamos ser todos iguales, que ya no hubiera indios ni negros ni castas, en la Constitución de 1824 ya no se hablaba de indios, y todos los derechos que tenían las comunidades indígenas se empezaron a volver humo.

''Ya no podían ir a los tribunales diciendo que pertenecían a tal comunidad, y aparentemente la nueva legislación era muy buena, por la idea de que todos los mexicanos éramos iguales, pero hace falta el soporte para saber quiénes somos".

De acuerdo con el historiador, ''todavía les fue peor con la Ley Lerdo de 1856 y la Constitución de 1857, porque sustituyeron la propiedad comunal, y todas las tierras de las comunidades indígenas fueron adquiridas por los grandes latifundistas. Las haciendas fueron creciendo y los indios quedaron como peones acasillados, mientras otros se fueron a los peores lugares, a las zonas de refugio.

''Vino la Revolución de 1910 y muchos indios entraron al movimiento armado y murieron como carne de cañón, y lo poco que lograron, gracias a la lucha encabezada por Emiliano Zapata, fue que en la Constitución de 1917, en el artículo 27, se restituyera la propiedad comunal".

Entonces, "al igual que al resto de los mexicanos, se les dieron derechos, pero de dientes para fuera, porque en la práctica las misiones culturales, tan alabadas, que emprendió José Vasconcelos pretendían asimilar a los indios a la cultura mestiza, acabar con sus diferencias culturales, tenidas como primitivas e inútiles, y esa idea venía desde Justo Sierra en el porfiriato, quien decía: 'hay que quitar a esos indios sus dialectos primitivos para que sean por fin como nosotros y sean dignos de llamarse mexicanos'".

Con rostro y corazón propios

Puntualizó: ''nosotros sostenemos que no es posible ser verdaderos mexicanos si no respetamos las diferencias culturales que hay en nuestro país, porque si soy un indígena participaré mejor en la vida política, social y económica de México si sigo integrado a mí sicológicamente, pues si me hacen una extracción de mi ser cultural voy a quedarme en medio, me van a quitar mi pasado histórico indígena, no voy a poder asimilar lo nuevo, y no serviré para nada.

''En el México independiente, apenas ahora empiezan a cambiar las cosas, porque los indígenas se han puesto de pie y han exigido participar para que 'no haya un México sin nosotros', pero quieren estar en la vida nacional con su lengua y con su cultura.

''Quieren también que se respeten sus formas de gobierno tradicionales, en tanto no contradigan las leyes generales del país; tener respresentantes en las cámaras; mantener sus propiedades como quieran, y que los recursos que tienen en sus territorios redunden en beneficios para ellos, pues no es posible que sean tan pobres en un estado como Chiapas, tan rico en bosques, petróleo, costas, generación de electricidad y ganadería''.

León-Portilla señaló que si se atienden las necesidades de las etnias ''se integrarán desde luego, con su corazón y su rostro propio, no con el que les quemos imponer".

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