![]() CULTURA, GLOBALIZACIÓN Y UNIVERSALIDAD (II) Es claro que la cultura, en su visión más amplia y totalizadora, es toda acción humana que modifique, mejore y, en general, incida sobre la naturaleza. Esta noción incluye la historia de las mentalidades, el desarrollo del pensamiento filosófico, el estudio del pasado, las ciencias puras y aplicadas, las distintas manifestaciones artísticas, los sistemas políticos, el orden jurídico internacional, los derechos nacionales y sus mecanismos de relación con la economía, la planeación social, el entretenimiento, los medios de comunicación e información y todas aquellas reglas, usos y costumbres hechas para sostener la fábrica de la vida civilizada, mejorar la convivencia social y garantizar el desarrollo y la superación de las vidas individuales. Siendo el arte, como afirma Marx, una dimensión esencial de lo humano, la cultura artística debe ser considerada como una actividad de primera necesidad que debe recibir el apoyo desinteresado de las instancias públicas y privadas. Las sociedades civiles y los buenos gobiernos deben sostener los esfuerzos permanentes para incrementar los niveles de humanización. La cultura académica y la artística son fundamentales en ese proceso que busca hacer a los hombres más humanos. Por lo tanto, cualquier forma de control o de censura conspira en contra del libre desarrollo de las artes y de las ciencias e interrumpe el proceso humanizador y universalista.
Frente al pobre concepto de globalización
debemos levantar la idea de la universalidad de la cultura. Esto significa
proponer una utopía, es cierto, pero lo único que vale la
pena proponer es lo utópico, pues de esta actitud, desprestigiada
por la racionalidad tecnocrática, dependen el mejoramiento social
y la humanización de la convivencia en un mundo duramente golpeado
por el terror, la violencia institucional, la ignorancia, los prejuicios,
la mentira y los aniquiladores fundamentalismos.
HUGO
GUTIÉRREZ
VEGA
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