Maestros de la CNTE los acusan de cuatro homicidios

Nueva denuncia por asesinato contra Jonguitud y Gordillo

Presentan el caso a la fiscalía que indaga la guerra sucia

CLAUDIA HERRERA BELTRAN

Maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) denunciaron ayer ante la Fiscalía Especial para Movimientos Políticos y Sociales del Pasado a Elba Esther Gordillo y Carlos Jonguitud Barrios, a quienes acusaron del asesinato de cuatro profesores y la desaparición de otro en Oaxaca, como parte de la guerra sucia contra el magisterio.

Ante las autoridades de la fiscalía, los profesores de Oaxaca presentaron los expedientes de Cenobio Fito López, Enrique Andrés Velasco, Concepción Ríos, Honorio Sabino García y Modesto Patolzin -este último desaparecido-, los cuales se suman a la investigación que la fiscalía realiza por la ejecución del maestro Misael Núñez Acosta, perpetrada en 1981.

Luego de que el equipo jurídico de la sección 22 de Oaxaca presentó los expedientes, el maestro de esa entidad Claudio Flores señaló que la investigación se inició con el número de averiguación previa 037/2002, y que el próximo día 28 los familiares de los profesores muertos acudirán a la fiscalía para rendir su testimonio sobre los hechos.

En un documento que entregaron al equipo de la fiscalía encabezado por Alfonso García Morales, los maestros señalaron: "la única culpa de estos profesores fue haber defendido los ideales de una corriente democratizadora del movimiento magisterial en todo el país".

Pedro Ramírez Vázquez, representante del magisterio de la sección 36 del valle de México, informó que reiteraron su petición de que Jonguitud sea llamado a declarar, una vez que él señaló directamente a Gordillo como responsable del asesinato de Núñez Acosta, y que la procuraduría del estado de México reabra las investigaciones sobre este caso, presentado ante la fiscalía el pasado 27 de agosto.

En su denuncia de hechos, los maestros de la CNTE señalan que "a raíz de la lucha magisterial iniciada en 1980 se suscitó una abierta persecución" por parte de la corriente magisterial Vanguardia Revolucionaria, que estaba bajo las órdenes de Jonguitud, Gordillo y Ramón Martínez Martín.

Añaden que a raíz de esa campaña de represión en Oaxaca hubo "múltiples homicidios y desapariciones de compañeros maestros que simpatizaban con la corriente magisterial democrática".

De acuerdo con la copia de los expedientes entregados a la Procuraduría General de la República, Honorio Sabino García López fue asesinado el 22 de abril de 1981 y se inculpa de ello a Romualdo Herrera López, Maximino Herrera López, Antonio Lucas Velasco, Francisco Gallardo Reyes y Maximiano Agustín Lagos Reyes.

Sabino era representante magisterial en Jamiltepec, Oaxaca, y según los documentos que presentaron los docentes fue asesinado a balazos por Maximino Herrera, quien recibió 5 mil pesos a cambio.

Enrique Andrés Velazco Posadas murió en Huajuapan de León, Oaxaca. Se señala como presuntos responsables a Dagoberto Pérez Ramírez y Villaldo Angel Pérez, quienes le habrían disparado por la espalda por instrucciones de dirigentes de Vanguardia Revolucionaria.

El otro caso es el de Concepción Ríos, que falleció en una "emboscada" -el 7 de octubre de 1989 en la comunidad de San José Vista Hermosa- perpetrada por un grupo de "pistoleros a sueldo" del SNTE. De igual forma, Cenobio Fito López, quien era supervisor de zona, fue asesinado ese año cuando iba a Huajuapan de León.

Modesto Patolzin Moicen, cuyo caso incluso llegó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, fue dirigente del magisterio disidente en Pinotepa Nacional, Oaxaca, y "desapareció misteriosamente" el 24 de febrero de 1988 en la ciudad de San Juan Cacahuatepec.

Ello ocurrió cuando Patolzin fue llamado por las autoridades educativas del estado para que recogiera su orden de supervisor escolar de la zona número 48, de San Juan Cacahuatepec. Anteriormente había recibido amenazas y fue objeto de agresiones físicas. En 1987 Patolzin fue amenazado de muerte por integrantes de Vanguardia Revolucionaria inconformes porque el profesor había señalado que había docentes que cobraban sin trabajar.