Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 30 de septiembre de 2002
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Sociedad y Justicia

Llama a proteger a los pequeños productores

Pide la UNORCA crear política que garantice la soberanía alimentaria

MATILDE PEREZ U.

La Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas Autónomas (UNORCA) pidió que se desarrolle una política estratégica que garantice la alimentación de la población, aun en condiciones de inestabilidad comercial internacional, y defender las experiencias de diversidad e integridad productiva de la parcela campesina.

Los productores deben defender con sus acciones cotidianas, movilizaciones y cabildeo legislativo el derecho a seguir siendo campesinos y la soberanía alimentaria, destacó Rosa Isela Serrano Castro. "Podemos confiar poco en que los gobiernos ricos, los organismos internacionales y las trasnacionales modificarán su estrategia de control y poder."

Hay que proteger a quienes tradicionalmente han sido considerados garantes de la alimentación y el cuidado de los recursos naturales, medicinales y recreativos del país: pequeños productores, campesinos e indígenas. Para ello deben aprovecharse las grietas del neoliberalismo, expresó. Una de éstas, consideró, es la reciente ley agrícola estadunidense, la cual puede generar reacciones en los países que integran la Organización Mundial de Comercio (OMC) y en el caso de México utilizarla para exigir la revisión y reglamentación de nuestras normas.

En su análisis Impactos de la ley agrícola de Estados Unidos 2002-2007 en la soberanía alimentaria de los países en desarrollo, Serrano Castro puntualiza que dicho concepto "es una estrategia de seguridad nacional ante las embestidas de un mercado internacional cada vez más injusto, más monopolizado y, por lo tanto, menos libre".

Advirtió que Estados Unidos ha modificado y desmantelado estructuras agroalimentarias de las naciones menos desarrolladas con la clara intención de ganar mercados para sus productos agropecuarios, a costa no sólo de los medianos y pequeños productores de los países donde ha intervenido, sino de los pequeños granjeros de su nación, sirviendo de instrumento al poder financiero y a las grandes corporaciones agroindustriales del mundo.

Como ejemplo mencionó el caso del maíz. "ƑQué más soberanía podemos perder cuando el maíz se está convirtiendo en monocultivo debido a la falta de alternativas diversificadoras y ahora quieren que en lugar de producir maíz blanco cultivemos amarillo, que será el que alcanzará mejor precio en la bolsa de Chicago y es el que supuestamente demanda nuestra industria? ƑAcaso no somos vulnerables cuando estamos en manos de las trasnacionales proveedoras de agroinsumos, principalmente semilla, al costo que ellas imponen, y vendemos al precio que éstas dictan, convirtiéndose así en especuladoras financieras?"

A menos de cuatro meses de que se dé la desgravación total de los productos agroalimentarios dentro del Tratado de Libre Comercio de América del Norte , dijo, ese acuerdo "ni siquiera ha servido para asegurar el acceso de los mexicanos a los alimentos, y el salario mínimo ha registrado una caída de 48.5 por ciento en su poder de compra, desde diciembre de 1994 a febrero de 2002".

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