Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 30 de septiembre de 2002
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Economía
Instan a crear ''amortiguadores'' para enfrentar la volatilidad y los riesgos económicos

Pesimismo por la recuperación mundial en el encuentro FMI-BM

Los problemas en América Latina reflejan la fatiga por las reformas de los últimos años, pues muchos consideran que se hicieron grandes esfuerzos para quedar igual, dice Ortiz Martínez

ROBERTO GONZALEZ AMADOR, JIM CASON Y DAVID BROOKS ENVIADO Y CORRESPONSALES

Washington, 29 de septiembre. La reunión anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial concluyó este domingo sin que la comunidad financiera y los organismos lograran diseñar una respuesta concreta a la crisis que afecta a la economía mundial, mientras prevaleció el pesimismo sobre la posibilidad de una rápida recuperación.

En un encuentro caracterizado por pocos anuncios, la cita anual de los organismos internacionales dio en cambio los primeros pasos para el diseño de nuevos mecanismos de respuesta a las crisis económicas, una señal de la dificultad con que son vistos los meses venideros.

''Percibo que hay bastante pesimismo sobre la coyuntura económica mundial'', comentó Guillermo Ortiz, gobernador del Banco de México.

La actual crisis latinoamericana, que fue definida por el funcionario mexicano como la más complicada para la región desde la provocada hace 20 años por la deuda externa, tiende a agravarse con problemas políticos en cada país de la zona.

''Hay problemas políticos, distintos y de naturaleza diferente en cada país'', pero que, a juicio de Ortiz Martínez, ''reflejan la fatiga que existe en la región por el tipo de reformas de los últimos años, pues en amplios sectores se considera que se han hecho grandes esfuerzos y muchos creen que están igual'' que hace casi dos décadas, cuando comenzaron a ser aplicados los programas diseñados por los organismos internacionales.

La reunión anual de los dos organismos multilaterales, que concluyó este domingo, transcurrió entre la expectativa por el eventual acuerdo entre el Fondo Monetario Internacional y el gobierno argentino, que finalmente no se produjo, la preocupación generada por la profundización de la crisis en América Latina y el reconocimiento de que la desaceleración de la economía mundial no será superada a corto plazo.

A la falta de anuncios concretos sobre Argentina, país que de acuerdo con el FMI tendrá este año un desplome de 16 por ciento del producto interno bruto, que provocará una caída de la economía uruguaya de 11 por ciento y la expectativa generada por la evolución de Brasil -donde habrá elecciones federales en octubre-, los anuncios concretos se centraron en nuevas medidas para prevenir crisis a futuro.

Vistas como una premonición de lo que puede ocurrir, las medidas pretenden crear condiciones de respuesta rápida a situaciones de crisis, para evitar contagios a otras economías.

''Debemos alentar a los países a crear amortiguadores que les permitan hacer frente a la volatilidad y a los riesgos presentes en la economía mundial'', declaró este domingo Horst Köhler, director gerente del FMI, al dirigirse a la junta de gobernadores del organismo de 184 miembros.

Definió que esos ''amortiguadores'' consisten en ''regímenes cambiarios apropiados; una gestión más acertada de la deuda y las reservas; presupuestos prudentes que dejen margen de maniobra para los momentos difíciles; sectores financieros eficientes y diversificados y redes de protección social más eficientes''.

Köhler dijo que el FMI está procurando formular un enfoque integral para la resolución de crisis que comprenda una política de acceso a recursos más clara y previsible, incluida una mayor selectividad en la concesión de crédito del organismo, y mecanismos más eficientes de restructuración de la deuda emitida por gobiernos cuando su pago es insostenible.

Se opone México a la cláusula de acción colectiva

La propuesta central del FMI, que fue apoyada por los ministros de Finanzas del Grupo de los 7 (G-7) países más industrializados, es que las emisiones de bonos de deuda por parte de los países en desarrollo contengan una ''cláusula de acción colectiva'', mecanismo que aceptaría la intervención de una especie de tribunal internacional de quiebras en caso de incumplimiento, como ocurre ahora con Argentina. Desde que la propuesta fue relanzada a principios de esta semana, los gobiernos de Brasil y México, dos de los principales emisores de bonos de deuda pública, han rechazado la ''cláusula''.

La ''cláusula de acción colectiva'', que tendría una detallada relación de las acciones que seguirían a un incumplimiento de pagos por cualquier país, ''es una idea en la que vamos a trabajar'', señaló Köhler en una conferencia de prensa por la tarde, al finalizar la reunión anual.

Este mecanismo fue rechazado por el secretario de Hacienda y Crédito Público, Francisco Gil Díaz, quien dijo que introducir una cláusula como la planteada en los contratos de emisión de deuda haría más caras las colocaciones. Para México, país que cuenta con dos calificaciones de grado de inversión, es relativamente más fácil colocar bonos en los mercados de capital.

A diferencia de las reuniones pasadas, la cita otoñal de los dos organismos financieros internacionales fue recortada en su duración de dos a una semana, debido a las movilizaciones callejeras que se han hecho parte de la escenografía.

La cita de los ministros de Finanzas y gobernadores de bancos centrales de los 184 países que pertenecen a las instituciones dejó de ser el glamoroso encuentro anual de la elite financiera internacional. Edificios sitiados por la policía antimotines, delegaciones que llegan y salen escoltadas y un apresuramiento para desahogar la agenda imprimen el sello a la cumbre.

En un balance final, Horst Köhler y el presidente del Banco Mundial dijeron que "compartían" una visión "de optimismo realista" sobre la evolución de la economía internacional. Se trata de una apreciación que dice poco para los países que, como ahora Argentina y Uruguay, cuentan con poco tiempo y menos recursos para atender su actual crisis

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