Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Miércoles 18 de septiembre de 2002
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Política

José Steinsleger

Cuba: potencia educativa

A mediados del siglo XVIII, la emperatriz Catalina II, llamada La Grande, convocó a sus ministros y les propuso una idea que los dejó tiesos: la alfabetización de Rusia. Grigori Potemkin, el favorito, carraspeó y le dijo: "Señora... recuerde usted que educar al rico es inútil y educar al pobre, peligrosísimo".

Doscientos años después, el lenguaje del poder es otro: se trata de apoyar teorías irrefutables y de "consenso" que se redactan en documentos muy serios y que, en un abrir y cerrar de ojos, se convierten en agua de borrajas. Tomemos de ejemplo el pretexto que animó a la quinta Cumbre Iberoamericana de presidentes: "la educación como factor esencial del desarrollo económico-social" (Bariloche, 1995).

"La promoción y el desarrollo educativo y cultural de un país -se dijo en Bariloche- constituyen un pilar importante en las tareas de consolidación de sistemas políticos democráticos, capaces de conseguir la construcción de una sociedad integrada, solidaria y participativa. Y desde esta perspectiva, la educación es considerada un componente básico y fundamental de la estrategia de cooperación iberoamericana."

ƑQuién estuvo en desacuerdo? Nadie. Así es que todos firmaron y ninguno, con excepción de Cuba, cumplió. Al contrario, por aquellos años menudeaban las palmaditas de los gobernantes sobre las espaldas de los cubanos: "Qué podemos hacer por ustedes, mano... tu pueblo está sufriendo. Ha perdido 70 por ciento de las importaciones, se ha quedado sin crédito, sin capital, sin tecnología, sin mercados. Están solos..."

A siete años del palabrerío de Bariloche, cuando en el país sede de aquella reunión cumbre los maestros gritan de hambre, Cuba empezó el ciclo lectivo 2002 con números que la ubican como el único país de América Latina en condiciones de acceder a la globalización incluyente y de competir en el Primer Mundo. Los datos puntuales, reconocidos por la OCDE y la UNESCO, son demoledores:

Tasa de escolarización primaria: Cuba, ciento por ciento, al nivel de Francia, España, Italia, Japón, Noruega, Portugal, Suecia, Holanda y Dinamarca; Reino Unido, 99; Finlandia, 98; Canadá y Estados Unidos, 95, y Alemania 86 por ciento.

De 995 mil 533 niños en prescolar y primaria sólo quedan 19 mil (2.6 por ciento de la matrícula total) sin estas condiciones favorables de estudio.

Porcentaje de niños que llegan a quinto grado: Cuba, Alemania, Dinamarca, Finlandia, Japón y Noruega, ciento por ciento; Estados Unidos, Canadá, Francia e Italia, 99; Holanda y Reino Unido, 98 por ciento.

Rendimiento de niños de tercer grado en matemáticas: Cuba, 78.2 por ciento, por encima de todos: Japón, 77.4; Holanda, 59; Canadá, 58.4; Estados Unidos, 54.6, e Inglaterra, 40.2 por ciento.

Rendimiento en cuarto grado: Cuba, 81.6 por ciento, sólo por debajo de Japón (86.7) y Holanda (83.4).

Relación de docentes por habitante: Cuba, uno por 42.3; Dinamarca, 53.6; Portugal, 54.7; Suecia, 55.4; Francia, 62.7; Estados Unidos, 67.7, y Japón uno por 77.8.

Número máximo de alumnos por aula en primaria: Cuba, 20; Canadá, España y Noruega, 25; Estados Unidos y Japón, 30.

De los países ricos agrupados en la OCDE, Canadá y Japón son los únicos que disponen de canales educativos. Cuba dispone de varios y transmite entre 10 y 12 horas por los dos canales nacionales, alcanzando a todas las capitales de provincia y ciudades, y gran parte de las áreas rurales.

A partir del ciclo lectivo 2002, Cuba es el único país del mundo que dispone de televisores en todas las aulas del país: 81 mil 169 aparatos, un video por cada cien alumnos y 44 mil 790 equipos de computación con 12 mil jóvenes profesores formados para impartir esta enseñanza desde prescolar hasta el grado 12 de escolaridad. El número de escuelas rurales electrificadas para estos fines con paneles solares asciende a 2 mil 320, la totalidad de las que carecían de estos servicios.

Por cada graduado de sexto grado en 1959, año de arranque de la revolución (que apenas sobrepasaba la cifra de 400 mil estudiantes), Cuba ha graduado y formado a dos profesionales con título universitario.

En tanto, el resto de América Latina registra una de las mayores tasas de repetición y deserción escolares. El número de horas lectivas está por debajo de las recomendaciones de la UNESCO y la atención escolar a los indígenas es totalmente deficiente. Sólo uno de cada dos niños que inician la educación primaria la terminan con éxito, problema que a la región le cuesta cerca de 3 mil millones de dólares anuales.

El método educativo cubano ha consistido en potencializar las dosis de solidaridad, patriotismo, abnegación y esfuerzo que subyace en todo pueblo con ganas de ser libre, conjugando a pie juntillas el verbo de Martí: "Yo quiero que la ley primera de nuestra república sea el culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre".

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