Jornada Semanal, domingo 15 de septiembre del 2002                 núm. 393

LUISTOVAR
ALGO ES ALGO

El 10 de febrero pasado, esta columna terminó así: "el aquí llamado largo camino de los cortos parece haber llegado a un destino que sólo el tiempo definirá como estable o como precario". Se refería al arranque del programa Cortometraje, más que un instante, en virtud del cual fue posible ver un corto mexicano antes de la función por la que uno había pagado. Valga la inelegancia de la autocita para retomar algunas cuestiones expresadas en aquel texto, que vuelven a cobrar vigencia ahora que ha comenzado la segunda etapa de dicho programa.

Tampoco esta vez quedó claro cuánto medirá la temporada de exhibición de cada corto, si dependerá de la duración del largo al que acompaña, ni cuánto durará el programa. Lo que sí se estableció fue una aparente reducción de espacios, salvo que las salas consideradas en los estados de la República completen por lo menos las veinticinco de la primera versión. En febrero Cinemark dispuso dieciocho salas, contra siete esta vez (Pedregal, cna, Pericoapa, Polanco, Tláhuac, Bosques y Rojo Gómez), aunque sigue siendo la más generosa; Cinemex pasó de cinco a tres (Altavista, Insurgentes y Masaryk); Lumiere sencillamente desapareció (a menos que los Cinemas Xochimilco sean de esta cadena; que alguien me ilustre), y se incluye nuevamente la Cineteca Nacional.

Aquí en corto

Un total de dieciséis producciones conforma esta segunda etapa de un programa que, como sea, es agradecible, pues sólo así los cortometrajes podrán abandonar ese involuntario elitismo que los ha vuelto materia de consumo casi exclusivo de los asiduos a muestras y festivales de cine (el casi, porque los canales once y veintidós de televisión abierta llegan a pasar de vez en cuando algún corto).

Entre lo más recomendable y premiado internacionalmente destaca la ficción De Mesmer con amor o té para dos (9 min.), de Alejandro Lubezki y Salvador Aguirre. Lubezki es un guionista con experiencia, autor entre otros de los guiones de Un hilito de sangre, Sucesos distantes y De ida y vuelta; Aguirre es director de esta última y si usted ve De Mesmer..., estará de acuerdo en que ahora la mancuerna les resultó mucho mejor; el corto es un latigazo narrativo que hace gala de economía de recursos y eficiencia formal, para contar una historia que no por breve es menos desasosegante. Dirigen los dos, con guión del primero, y cuentan con la fotografía del famoso "Chivo".

La ya célebre animación Hasta los huesos (11 min.), de René Castillo, ha ganado desde su primera exhibición todos los premios por los que ha competido. Nada inusual para el coautor de la también multipremiada animación Sin sostén (1998). Además de ser un animador excepcional, Castillo sabe narrar más que eficientemente, y aquí cuenta cómo alguien que acaba de morir tiene que adaptarse a su "nueva vida".

Carlos Cuarón, otro guionista experimentado (Y tu mamá también, Sólo con tu pareja...), dirige Juego de niños (4 min.), su quinto cortometraje. Cuarón entiende al corto como el equivalente fílmico del cuento, y así resuelve esta historia de una adolescente que se rebela contra el autoritarismo paterno.

El actor Guillermo Ríos debuta como director con Día de suerte (10 min.), protagonizado por él mismo. Se trata de una verosímil historia de lo que puede pasar tras el trivial robo de un auto en la Ciudad de México, armada con cierto espíritu ibargüengoitiano.

Coautor de los guiones de Todo el poder y Ciudades oscuras, Enrique Rentería se estrena dirigiendo El columpio del diablo (9 min.), donde a una niña se le tuerce el destino a partir de un simple accidente doméstico. Difícil y apenas lograda conducción de una historia cuya resolución formal se come algo de la complejidad que el espectador intuye.

No hay que confundir con misoginia la crueldad que Fernando Eimbcke despliega en La suerte de la fea a la bonita no le importa (8 min.). Director y guionista, Eimbcke no le hace concesiones a su joven protagonista obsesionada con bajar de peso. Una historia irónica y bien contada.

También recomendables son la desapacible animación Fosfenos (3 min.), de Erwin Newmaier y Erick Beltrán, el minidocumental Gertrudis blues (9 min.), de Patricia Carrillo, y la ficción onírica El agujero negro del sol (9 min.), de Julio Quezada. No así Veneno (2 min.), de Montserrat Larqué; ¿Qué me va a hacer? (5 min.), de Alejandra Cordero; A la otra (5 min.), de Sandra Solares; Malos presagios (10 min.), de Tania Tinajero; Encrucijada (10 min.), de Rigo Mora, y Una bala (8 min.), de Edgar San Juan e Ibon Antuñano. Unas más que otras, pero todas ellas se ubican entre la anécdota elemental y el chiste filmado. Espías en la ciudad (10 min.), de Tony Macías, seré sincero, no lo he visto.