Los modelos del ayuntamiento

A las personas que en la presidencia municipal de Puebla se jactan de una inteligencia superior a la del promedio mortal -como el alcalde Luis Paredes- se les ocurrió promocionar las actividades de su administración en recintos públicos, especialmente en las plazas comerciales, a donde acuden los de clase media para arriba, que parecen ser los únicos en el interés de las "suprasapienciales" autoridades.
Hace dos semanas, "gente bonita" que supuestamente trabaja en el DIF municipal como voluntaria instaló mamparas en el Centro Comercial Angelópolis, regaló globos a los niños e instó a los consumidores a estrechar la mano de la esposa del alcalde, Patricia Sánchez de Paredes, quien, en honor a la verdad, parece ser de las pocas en la Comuna que sí están trabajando.
El fin de semana anterior las huestes del ayuntamiento salieron nuevamente a los centros comerciales, también al zócalo capitalino y al Paseo Nicolás Bravo, donde suelen buscar el esparcimiento las clases más pobres del municipio. En la plaza principal destacó una flamante patrulla Volkswagen Pointer modelo 2002, que forma parte del parque vehicular de 162 unidades comprado para usufructo de la Policía Municipal.
Flanqueaban al despampanante automotor gendarmes impecables, con uniforme bien planchado y reluciente, finos modales y una sonrisa que necesariamente hacía que se les tuviera que ver el rostro, un rostro de facciones refinadas con no más de 25 años.

Un reportero que, como cualquier otro mal pagado asalariado, deambulaba con su familia por el lugar, se detuvo a contemplar el auto. Solícito, un uniformado se le acercó y comenzó a hablarle de las bondades del coche y de las linduras del gobierno municipal.
-¡Pues ahora sí les va a ir bien, ya van a estrenar carro nuevo y toda la cosa! -exclamó el informador.
-No, señor, nosotros no vamos a usar las patrullas -respondió el comedido interlocutor.
-¿Cómo que no las van a usar ustedes? -inquirió el periodista, sospechando una transa.
-No, señor, no piense usted mal, lo que pasa es que nosotros no somos policías, somos modelos y nos contrataron para estar aquí y hacer la promoción.
No crea usted, siempre fiel lector, que es la primera vez que la alcaldía recurre a la contratación de personal para tomarle el pelo a la ciudadanía. Cuando el mes pasado Patricia Sánchez fue a invitar a niños de la calle a que abandonaran la vía pública y se incorporaran a los programas sociales del ayuntamiento, sucedió lo mismo. Los reporteros que acompañaron en la faena a la esposa del edil descubrieron que los payasitos a los que se dirigió la señora no eran homeless -que así quisieran llamarles los de la Comuna- sino histriones profesionales que se alquilan para divertir chamacos en las fiestas de cumpleaños.
¡Y luego se enojan de que uno anda diciendo que son igualitos a los del PRI!