jueves 1 de agosto de 2002
La Jornada de Oriente publicación para Puebla y Tlaxcala México

 
Trama Financiera

Wall Street, la bolsa mexicana y la realidad

n Mario Villar Borja

Las grandes fluctuaciones de los mercados de valores en México y los Estados Unidos de ninguna manera reflejan las verdaderas condiciones económicas de estos dos países. A pesar de que el gobernador del Banco de México ve a los cambios en los indicadores de estos mercados como "la destrucción del valor" (La Jornada, 30, 07, 02), y El Financiero da una explicación para retrasados mentales diciendo que "el alza en bolsas por precios de ganga", la verdad está muy distante de dichas apreciaciones.
La realidad está más cercana a que los mercados financieros reflejan más la especulación financiera que la realidad económica de los países. Las inversiones en las bolsas americanas se han visto alteradas por la cantidad de hechos fraudulentos de las empresas que cotizan en estos mercados, lo que ha causado grandes pérdidas a los inversionistas, y esto sí puede generar resultados negativos reales a la economía americana, puesto que el gran número de participantes en el mercado sufre pérdidas graves, modifica sus expectativas, y esto a su vez genera cambios en las tendencias del consumo y el ahorro de estos agentes económicos. Las grandes fluctuaciones de las últimas semanas se deben primordialmente a la pérdida de confianza y a la recuperación de ésta por las noticias coyunturales. En primer lugar, se tiene a los grandes fraudes cometidos por empresas de primer orden en los mercados, lo que ha llevado incluso a las quiebras más grandes en la historia de la máxima economía capitalista de orbe. Esto ha desilusionado enormemente al inversionista, sobre todo saber que el propio presidente y el vicepresidente de los Estados Unidos han ejecutado hechos que ahora, ante la nueva legislación (propuesta por ellos), merecería pena de cárcel. En consecuencia, el mercado americano se encuentra en una crisis de confianza severa. Ante cualquier noticia que indica que ahora sí se va a componer la cosa, se genera un fuerte incremento en el indicador bursátil, y por el contrario la percepción de que no se aplicará la nueva ley con la severidad que el hecho merece deteriora el indicador de la bolsa. La realidad es que ni el aumento significa una "destrucción de valor", como ignorantemente lo afirma el gobernador del Banco de México, Ortiz Martínez, ni el incremento en el indicador produce una generación de valor; la especulación sólo produce riqueza momentánea para quien la ejecuta, pero no deja de ser un juego suma cero en que uno pierde y otro gana, y esto de ninguna manera implica destrucción o generación real de riqueza. La explicación de El Financiero de que "el alza en bolsas por precios de ganga" también está fuera de la realidad, puesto que las principales empresas que cotizan en bolsa se venden a precios (múltiplos de precio-valor en libros) que sobrepasan con mucho el valor contable de las empresas, siendo de dos y hasta diez veces su valor o precio en que se están cotizando actualmente, lo cual de ninguna manera puede ser considerado como una ganga.
En fin, lo importante es situar al mercado de valores en su correcta perspectiva, como un mercado en el cual algunas empresas (las más grandes) pueden obtener financiamiento, que primordialmente sirve para que los dueños de las grandes corporaciones puedan tener liquidez y así continuar haciendo grandes inversiones especulativas, para lograr incrementar su enorme riqueza, pero de ninguna manera (cuando menos en nuestro país) este mercado ha contribuido al desarrollo económico nacional.