Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 28 de julio de 2002
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Política
BAJO LA LUPA

Alfredo Jalife-Rahme

El chiste del lobo: ¿hacia la balcanización de Irak y el Medio Oriente?

MIENTRAS BABY BUSH se hunde en la oscuridad financiera, Lawrence Kudlow (LK), un economista muy influyente de corte genocida, le aconseja ir a la guerra contra Irak para subir el índice Dow Jones por lo menos 2 mil puntos, lo cual resulta muy sugestivo cuando Paul Krugman (analista de The New York Times) vaticina que está a punto de desplomarse y desplumarse hasta 3 mil 500 puntos de los actuales 8 mil 258.

LK NO ES UN PERSONAJE cualquiera. Autor del libro La abundancia estadunidense: la nueva (sic) economía (sic) y la prosperidad (sic) moral (sic) -publicado por Forbes (donde colabora Zedillo)-, ha superado a Milton Friedman en su radicalismo monetarista/fiscalista; ha sido asesor económico tanto de la filial neoyorquina de la Reserva Federal como del equipo de transición Bush-Cheney. Luego de haber sido funcionario del ex presidente Reagan para asuntos presupuestarios y de haber pertenecido al grupo fascistoide Empower America ("Fortalecer a Estados Unidos"), en la actualidad es coeditor de la poderosa revista National Review y brilla como "estrella" de los programas financieros de CNBC. LK dispone de todos los "medios" para influir en la política del muy sugestionable y cuestionado ex empresario Baby Bush, sobre todo si se trata de "ocurrencias" subversiva, maniquea y dementemente sencillas. John Podhoretz (de la camarilla del ultrahalconazo Charles Krauthammer), en el New York Post, va hasta proponerle a Baby Bush que la guerra contra Irak en octubre (la ya muy vista "sorpresa de octubre") servirá para ganar las elecciones en noviembre y para distraer de los escándalos empresariales. ¿La guerra contra Irak como catarsis redentora de las calamidades de Wall Street y la Casa Blanca (¿blanca?), los sucesores modernos de Sodoma y Gomorra?

SUBIR 2 MIL PUNTOS el índice Dow Jones (¿por qué no escogió el índice tecnológico Nasdaq, que no resucitará durante una década?) y ganar las elecciones en noviembre valen muy bien la guerra contra Irak, sea cual fuere el pretexto desinformativo ("armas de destrucción masiva" y lazos con Al-Qaeda), y qué mejor que optar como cobertura por el "choque de las civilizaciones" que ya alcanzó hasta la isla de Perejil que se disputan España y Marruecos.

EL "CHOQUE DE CIVILIZACIONES", tan simplista como la "prosperidad (sic) moral" (sic), el manual ideológico del racista y xenófobo Samuel Huntington (brazo derecho de Zbigniew Brzezinski, ex asesor de seguridad nacional y hoy consultor petrolero en el Cáucaso y Afganistán), ya empezó a ser aplicado en Cisjordania, donde se despliega el plan de instaurar cuatro "cantones" palestinos: tres islámicos y uno cristiano (en Belén), como fase previa a la "transferencia" (eufemismo de expulsión masiva) de 4 millones de palestinos a Jordania, "allende el río Jordán", según el historiador militar israelí Martin Van Crefeld (The Sunday Telegraph, 28 de abril). Las aguas del río Jordán son preciadamente estratégicas para Israel, que libra una genuina guerra multidimensional etno-hidro-demográfica (también financiero-económica). Lamentablemente, el "choque de las civilizaciones" no es otra cosa que "una guerra de calificativos y descalificaciones" (los "malos", los "buenos", los "terroristas", los "antisemitas", los "islámicos", los "fracasados", los "bonitos", los "feos", los "globalifóbicos", los "civilizados", los "barbáricos", etcétera).

SE HA FILTRADO QUE Paul Wolfowitz (PW), el halconazo subsecretario de Defensa de Baby Bush, durante su reciente visita crucial a Turquía (el único Estado islámico de la OTAN, socio predilecto de Estados Unidos y aliado militar de Israel) discutió ampliamente el precio (vendremos luego) para que Ankara se lance a la guerra contra Irak, que sería "balcanizada" en cuatro pedazos: en el sur, una área autónoma "chiíta"; en la zona centro de Bagdad, una entidad "sunnita"; y en el norte, dos entidades kurdas, una autónoma y otra (pletórica en petróleo y gas) regalada a Turquía. Con el fin de disuadir a la teocracia chiíta de los ayatolas de Irán de inmiscuirse en la captura de la zona chiíta en el sur (inmensamente rico en petróleo y gas) de Irak, donde opera el grupo de oposición SCIRI financiado por Teherán, funcionarios de Baby Bush han realizado juntas "secretas" (sic) en Ginebra con el tercer político religioso del mando chiíta en Irán, Hashemi Rafsanjani, quien, de acuerdo con el periódico libanés The Daily Star (muy vinculado a los grupos chiítas), está feliz de poder cobrar venganza del régimen "sunnita" de Saddam Hussein por la guerra previa entre ambos. Lo que no avizora el cortoplacismo primitivamente vengativo de Rafsanjani es que luego el ejército israelí se irá sobre su turbante nuclear, como dejó entrever el mandamás de la Mossad, Ephraim Halevy (sobrino de Isaiah Berlin, un filósofo pragmático anglo-israelí) en una reciente junta "a puertas cerradas" (de esas de las que todos nos enteramos luego) con la OTAN en Bruselas (Ha'aretz, 27 de junio).

EL SEGUNDO PEDAZO territorial, la entidad "sunnita" del centro de Bagdad, pasaría a manos de la dinastía (luego fustigan a los árabes de ser antidemócratas y atrasados) "hashemita", que se pretende descendiente directa del profeta Mahoma y que gobernó Arabia antes de ser "saudita", para ser trasladada a Irak donde fue derrocada, y finalmente ser instalada en la actual Jordania por los británicos (la revista británica, but of course, The Economist, del 22 de julio, publica el árbol genealógico).

EN FORMA SIMULTANEA a la visita de Wolfowitz (que en alemán significa "el chiste del lobo") a Turquía, se celebró en Londres una cumbre de la oposición a Saddam, a la que asistió el sobrino del rey decapitado de Irak de la dinastía "hashemita", al mismo tiempo que su primo, el príncipe Hassan de Jordania y tío del rey Abadalá II. Otra versión de la cumbre de la oposición iraquí tendrá lugar en las próximas dos semanas en Washington. Días antes, Abdalá II, el rey de Jordania, quien se juega su destino final, visitará a Baby Bush en el rancho de Crawford, donde se recluirá un mes (de vacaciones), mientras Wall Street se derrite. Baby Bush busca en Irak, que cesaría de existir, a los equivalentes de Hamid Karzai y Castañeda Gutman.

WALID JUMBLAT, EL JEQUE libanés de la secta de los "drusos" (una secta esotérica del Islam que radica exclusivamente en las montañas del Chuf en Líbano, en el Golán sirio, y que es la única comunidad no hebrea que pertenece al ejército israelí), estupendamente conectado a los servicios de inteligencia de Gran Bretaña, detectó con propiedad que la cumbre en Londres de la oposición al régimen de Saddam, en la que participó el príncipe "hashemita" Hassan de Jordania (una carta de lujo de los británicos), presagiaba la nueva división cartográfica del Medio Oriente (The Daily Star, 22 de julio). Y es históricamente certero el "druso" Jumblat (quien también espera su turno para la creación de la entidad "drusa", una zona inmensamente rica en agua al norte de Israel, entre Líbano y Siria, lo que garantizaría el abastecimiento hidráulico al Estado hebreo), porque cada vez que los británicos mueven a sus piezas "hashemitas" en el Medio Oriente (la entrada del rey Faisal "hashemita" a Damasco con el espía británico "Lawrence de Arabia" en 1918 , y los acuerdos franco-británicos Sykes-Picot de división regional) es que algo muy serio va a suceder desde la costa del Mediterráneo, pasando por Cisjordania, hasta Irak.

¿INTENTARAN "DEVOLVERLE" a los "hashemitas" la posesión petrolera de la península de Arabia, hoy gobernada por sus enemigos históricos, los "sauditas", quienes han cometido un triple pecado capital: haberse pronunciado por un plan de paz regional, haberse reconciliado con Saddam y haber rehusado servir de base bélica de Estados Unidos y Gran Bretaña?

WOLFOWITZ, QUIEN COMO mercader de la geopolítica a todo le pone precio, fue a Turquía a apretar las tuercas: a grado tal que se cayó el gobierno de Bulent Ecevit, quien no ha escatimado las críticas sobre sus fantasías. En Turquía, que se encuentra bajo la espada de Damocles financiera del FMI, se quejan amargamente de que la guerra previa contra Saddam les hizo perder 70 mil millones de dólares en daños comerciales y el periódico Yeni Safak asegura que Wolfowitz discutió un paquete de "ayuda" por 36 mil millones de dólares. ¿De donde los sacará Estados Unidos, que está quebrado financieramente? ¿Bastaría con regalarle a Turquía la zona petrolera de los kurdos?

EXISTE UNA MULTITUD de actores importantes (las potencias medianas: Turquía, Israel, Irán, Arabia Saudita, Egipto, Jordania y Siria) y un solo teatro donde se aglomeran los intereses de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad (sic) de la ONU, en el que China parece haber quedado aislada frente a la nueva división del trabajo entre Estados Unidos y Rusia (seguidos por Gran Bretaña y Francia). Baby Bush piensa atraer como de costumbre a Japón y superar las reticencias de Alemania. Pero lo que más cuenta es el "nuevo entendimiento global" entre Estados Unidos y Rusia, como enfatiza el veterano comentarista Jim Hoagland (The Washington Post, 25 de julio). En esta fase, ¿Rusia hace el trueque de Irak por Irán y Norcorea, los otros dos miembros del cómico "eje del mal"? Todo parece maravilloso, salvo los cuestionamientos en pérdidas no financieras, es decir, humanas, de algunos escépticos muy asépticos que temen un desastre regional donde, antes de deponer a Saddam, se pueden caer los "aliados" de Estados Unidos (Jordania, Egipto y Arabia Saudita). Pero, ¿qué tal si es justamente lo que busca? ¿Si no se cae Jordania, dónde entonces colocarán a la "Nueva Palestina", en la operación de pinzas desde el frente "occidental" del Medio Oriente, donde Israel tiene un papel (¿nuclear?) preponderante, hasta el frente "oriental" en Irak?

SI LOS MOTIVOS de la guerra contra Irak son eminentemente financiero-económicos, las consecuencias necesariamente también lo serán. ¿Se trata de elevar el precio del petróleo y el gas que controlan Estados Unidos/Rusia/Gran Bretaña? Desde ahora se vislumbran los vencedores y los perdedores, siempre y cuando no ocurran imprevistos, que siempre ocurren.

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