Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 21 de julio de 2002
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Política
Presentan conclusiones del seminario internacional sobre tortura y prevención

Los autores de violaciones graves no deben ser beneficiados con indultos o amnistías

Comisiones de la verdad, instrumentos para concretar el derecho de conocer hechos del pasado y el cumplimiento de esa obligación, señalan especialistas y activistas

CLAUDIA HERRERA BELTRAN

Las comisiones de la verdad son uno de los instrumentos para que el derecho a la verdad se cumpla. Por eso los autores de violaciones graves de los derechos humanos no pueden ser beneficiados con indultos o amnistías ni se puede aplicar la prescripción a crímenes como las ejecuciones sumarias, las desapariciones forzadas y la tortura.

Estas son parte de las conclusiones del seminario internacional Comisiones de la verdad, tortura, reparación y prevención, que se realizó en la ciudad de México, que fueron presentadas ayer por Marco Mona, presidente de la Asociación para la Prevención de la Tortura, con sede en Ginebra, Suiza.

El centenar de participantes insistieron, como lo hicieron durante los dos días que duraron las discusiones, en que las comisiones de la verdad sólo son un paso dentro de la estrategia a largo plazo por la mejor defensa de los derechos humanos, un importante instrumento de prevención, pero uno entre tantos.

Hoy se afirma, dicen, la existencia en el ámbito internacional de los derechos humanos, de una garantía emergente: el "derecho a la verdad" sobre los abusos del pasado. Es un derecho individual y colectivo que tiende a evitar la renovación de las violaciones en el futuro.

La cualidad más importante que tiene una comisión de la verdad es su absoluta autonomía del poder estatal, porque su impacto depende sobre todo de su credibilidad en la sociedad civil, aseguran.

Además debe investigar todas las violaciones graves, tener tiempo adecuado para trabajar y establecer las recomendaciones, aplicar medidas de seguimiento de las mismas y garantizar la seguridad tanto de los miembros de la comisión como para los que dan su testimonio.

Señalan que a partir de las comisiones de la verdad pueden surgir medidas de reparación, puede abrirse un proceso de reconciliación genuina, individual y colectiva, basada en una correcta interpretación de la historia.

La lucha contra la impunidad se combate con un conjunto de medidas. En ese contexto, explican, las comisiones pueden ser una de éstas, con una eficacia particular. "Para llegar a la meta, a la verdad y a la justicia no alcanza tomar una vía, sino es importante que se saquen dos, tres o más caminos a la vez".

Señalan que estos organismos deben ser integrados mediante un proceso transparente, público y participativo, mientras que los procesos tradicionales de justicia, que son irrenunciables, pueden carecer de transparencia, de participación, de debate público y difusión y pueden ser inhibidos respecto a comprometer al Estado a reconocer y rectificar errores pasados.

Una de las medidas para restituir la dignidad es el reconocimiento público de las violaciones ocurridas, el reconocimiento de ser víctima y de las responsabilidades tanto las individuales como las del Estado y sus instituciones.

Consideran que en el trabajo de las comisiones se deben instrumentar métodos de investigación e interrogación que tiendan a disminuir el trauma para las víctimas y que favorezcan que el proceso del testimonio sea más bien de alivio.

Para que el derecho al reconocimiento y a la reparación se haga efectivo, los participantes concluyen que es imprescindible que las víctimas y sus familiares puedan disfrutar de un apoyo sólido de parte de agrupaciones de víctimas, con una voz política y pública fuerte, ambientadas desde su propio cuadro local y cultural.

También es importante que las organizaciones sociales den su apoyo al proceso de investigación de las comisiones y que a su vez las comisiones lo busquen. Las ONG, agregan, pueden servir de intermediarias y facilitadoras para los propósitos de la investigación, permitiendo así a los comisionados comprender, interpretar y transmitir la verdad.

Acerca del aporte de una comisión de la verdad al proceso de transición democrática, refieren que quienes consideran que es el punto final se equivocan, en realidad es el inicio de la transición.

En adelante hay un proceso que resulta necesariamente más largo del periodo de funcionamiento de la comisión, que implica difusión para que haya conciencia colectiva sobre lo ocurrido, la reparación de los daños, la conciliación y la búsqueda de una garantía de la no repetición de las violaciones.

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