La Jornada Semanal,   domingo 7 de julio del 2002                         núm. 383
…Y siguen los cangrejos al compás


EXPRESIONES DEL ANTIINTELECTUALISMO DEL
GOBIERNO Y DEL PARTIDO EN EL PODER EN 2002

1. Degrada el ejercicio pasado y presente de la lectura en un país reduciéndolo al mero pasar vista y revista de la pornografía.

2. Afirma que en un país de cien o ciento diez millones de habitantes, sólo la lujuria lleva a la lectura.

3. Denigra totalitariamente a los intelectuales (siempre en el plural que no admite excepciones), considerándolos débiles y frágiles ("terroncitos de azúcar"), algo siempre cercano a la categoría más deleznable: los maricones o, para usar el término de Diego Fernández de Cevallos, joteretes.

4. Busca infectar a los intelectuales con la sospecha que es el aura de los políticos: la carencia de "un modo honesto de vivir".

5. Responsabiliza a intelectuales y escritores por la falta de lectura. ("No saben atraer ni educar.")

6. No encuentra jamás virtudes formativas en la literatura. (Confróntese la andanada del secretario del Trabajo Carlos Abascal contra la profesora que recomendó la lectura de Aura y "El rastro de tu sangre en la nieve" de García Márquez.)

7. Denigra la educación pública y se lanza en una campaña abierta de cerrazón presupuestal contra las universidades públicas.

8. Carece en lo básico de un proyecto cultural para la Nación, algo que comparte con los gobiernos priístas, y cuando lanza una iniciativa sonora ("Hacia un país de lectores") produce de inmediato las medidas fiscales que la anulan. Si se ve obligado a rectificar, lo hace por intermediación del pantano burocrático.

9. Ve en las artes y las humanidades sólo el tedio de un acto decorativo semestral. (Si se puede mandar a un funcionario menor, qué maravilla.)

10. Se desinteresa a fondo de cualquier uso creativo del lenguaje (ver los discursos, cualquiera de ellos). En esto, desde luego, los panistas no están solos. 


DECLARACIONES DE CARLOS MONSIVÁIS A LA JORNADA SEMANAL