miércoles 19 de junio de 2002
La Jornada de Oriente publicación para Puebla y Tlaxcala México

 
VisionES

Macroproyectos

n César Gordillo Aguilar

En una actitud vanguardista y renovadora, a la manera de Haussman en el París de Napoleón III, el nuevo ayuntamiento de Puebla ha emprendido la titánica tarea de "...llevar a Puebla a la modernidad" a través de acciones urbanas englobadas bajo el denominador de "macroproyectos" y de los cuales el programa de estacionamientos subterráneos es la punta de lanza. Así, el pasado fin de semana, en la oficina de turismo del ayuntamiento, fueron expuestos y sujetos a la opinión de los habitantes de esta ciudad varios proyectos arquitectónicos de remodelación del zócalo que fueron presentados como participación voluntaria de varios grupos y despachos de arquitectos, complementando así el proyecto del tan discutido estacionamiento subterráneo bajo esta misma área.
Los proyectos presentados en esta muestra van desde conceptos que mantienen prácticamente intacto el trazo y la imagen urbana del zócalo, centrando su atención en la solución de las actividades que se desarrollaría en los espacios rescatados para uso peatonal, hasta propuestas que definitivamente rompen con la imagen actual y tomando patrones de la arquitectura constructivista europea realizan un collage arquitectónico sobre una plataforma de concreto donde los árboles y la fuente de San Miguel brillan por su ausencia.
Es importante plantear al respecto de esta presentación de proyectos que no nos queda claro si existe un enfoque global en el planteamiento de los mismos, ya que, salvo uno de ellos, que plantea una interesante idea de un estacionamiento de cuatro niveles sobre la avenida Palafox y Mendoza, en general no se presenta alternativas a la propuesta del ayuntamiento de ubicación del estacionamiento bajo el zócalo; y si bien, como lo indica el estudio presentado por el mismo ayuntamiento, el numero de baldíos disponibles en el área es escaso, el proyecto a que hago mención nos hace pensar que también existen áreas como Los Sapos, las calles perimetrales al Carolino, o las calles 3 Oriente y 4 Sur donde es posible hacer estacionamientos subterráneos.
Creo que cualquier esfuerzo que se realice por volver a dotar de vida al Centro Histórico es una acción que como ciudadanos debemos apoyar, pero también considero que no debemos olvidarnos de que un proyecto de esta magnitud requiere el concurso de un equipo interdisciplinario compuesto no solo por arquitectos, sino por urbanistas, arquitectos del paisaje, sociólogos, ingenieros viales que vean el proyecto de una manera integral. Asimismo, creo que cualquiera que sea el proyecto final a realizarse, éste no debe perder de vista que:
La fuente de San Miguel más que un objeto de anticuario, es un hito urbano y un símbolo en nuestra ciudad que no debe perderse, y que la Catedral y el conjunto de edificios perimetrales marcan ejes visuales claros que vale la pena estudiar y enfatizar, con objeto de no perder la jerarquía que actualmente tienen al competir visualmente con objetos arquitectónicos que buscan más que "la modernidad" la "puesta en moda" de la ciudad.
Que la vida que actualmente existe en los portales como consecuencia de las áreas de restaurantes nos ha demostrado que el usuario mismo es quien otorga una vida propia al espacio urbano y que es necesario un estudio de funciones y patrones de apropiación de el espacio del zócalo antes de realizar propuestas de funciones ficticias o forzadas que a la larga solo produzcan espacios abiertos vacíos de uso.
Que un verdadero macroproyecto debe considerar no sólo la peatonalización del zócalo sino de calles que lo conecten con nodos urbanos importantes como Los Sapos, Analco, el Paseo Bravo o el Parián y que posibilite la creación de "corredores peatonales" (a la manera de la actual calle 5 de Mayo) que pudieran rescatar el plusvalor de estas áreas e integren la idea de estacionamientos subterráneos propuesta en el proyecto a que hice mención anteriormente.
Y finalmente, creo que debemos tomar en cuenta que el área arbolada del zócalo no es sólo una imagen romántica que se debe rescatar sino que también es el fundamento mismo de un microclima que sería desastroso eliminar dadas las condiciones de calor seco de nuestra ciudad, como en aquellas propuestas presentadas en esta muestra donde se da paso a una gran plancha de concreto y a una serie de objetos arquitectónicos inconexos sin funciones ni razones claras de ser.