Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Miércoles 19 de junio de 2002
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Exigen cese extracción de agua que afecta a Romita

Reprimen efectivos de seguridad a 300 campesinos en Guanajuato

Mi permanencia en el cargo no se negocia, contesta el alcalde

MARTIN DIEGO CORRESPONSAL

Romita, Gto., 18 de junio. Una reunión convocada por el alcalde de esta localidad, el panista Elías Hernández Ontiveros, concluyó en protesta y con la intervención de la policía, que detuvo a por lo menos 300 campesinos, incluidos ancianos y niños, quienes fueron puestos a disposición de la autoridad ministerial.

El edil convocó a los 46 delegados municipales para darles información respecto al problema del agua que padece la localidad.

En la reunión, sin embargo, los representantes exigieron el cese de extracción de agua que efectúa el municipio de León en pozos presuntamente clandestinos del ayuntamiento romitense. Además pidieron la destitución del presidente municipal, al que acusaron de permitir esas acciones en el pozo.

Ante la respuesta negativa del alcalde, los delegados salieron de la reunión e informaron a los campesinos que lo acompañaban acerca del rechazo a sus peticiones.

Los labriegos comenzaron a gritar consignas contra Hernández Ontiveros, las cuales fueron calladas por los empellones que agentes municipales les hicieron, lo que irritó los ánimos.

Minutos después llegaron alrededor de 300 efectivos de las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado, quienes disolvieron la manifestación con gases lacrimógenos.

Gran parte del poblado, de cerca de 150 mil habitantes, salió a las calles a protestar por la intervención policiaca. No obstante, más gas lacrimógeno obligó a los lugareños a retirarse del primer cuadro del municipio.

En una pequeña oficina el alcalde sostuvo: "Mi permanencia y el agua no se negocian", y lamentó la violencia que se dio en las calles. Aseguró que sólo 10 personas fueron arrestadas, pero los separos estaban llenos.

Al cierre de esta edición, la vigilancia en torno a la alcaldía y el zócalo continuaba reforzada.

Juan Manuel Mireles, uno de los líderes campesinos, aseguró que en la oficina donde lo detuvieron fue golpeado e "incluso me provocaron fractura en dos costillas del lado izquierdo".

Tanto Mireles como menores de edad y ancianos fueron trasladados al penal estatal de Silao sin que las autoridades carcelarias determinaran aún su situación jurídica.

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