Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 15 de junio de 2002
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Política

En 2003 el campo mexicano dependerá sólo de subsidios

Nueva ley agrícola de EU pondrá en riesgo la globalización: CEESP

HUMERTO ORTIZ MORENO

La cúpula del sector privado advirtió que la ley agrícola estadunidense no sólo impactará los precios internacionales de los granos básicos y perjudicará sensiblemente a los productores de esta rama del país, que es la principal fuente de ocupación en el agro mexicano, sino que a largo plazo pondrá en riesgo la globalización.

Mediante el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), los expertos del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) previnieron que para 2003, cuando sean desgravados 20 sectores agropecuarios por las reglas pactadas en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), prácticamente el campo estará en estado de apertura total y el desbalance agroalimentario para México "se va a deteriorar aún más", pues su subsistencia dependerá de los limitados apoyos del gobierno mexicano.

Las modificaciones a la legislación agrícola estadunidense van contra la liberalización del comercio mundial, afectan los precios internos y externos, repercuten en el nivel de producción y modifican los flujos de comercio mundial, puntualizan los analistas empresariales.

En un estudio, el CEESP expone someramente el proceso que llevó a la aprobación de la Ley de Seguridad Agropecuaria e Inversión Rural 2002, en Estados Unidos, desencadenando una serie de cuestionamientos de diversos países.

Pero lo más importante es, según el organismo, que afecta la producción del sector agropecuario mexicano, especialmente de sorgo, garbanzo y miel, que podrían perder el mercado estadunidense.

Apuntó que el impacto será para los grandes productores o en las cosechas excedentes, no para los agricultores a pequeña escala, que son los que predominan en el país, ya que su producción se coloca en mercados domésticos, aportando volúmenes bajos y casi siempre a precios superiores a los internacionales.

"Un efecto claro en México es el de los incrementos en las tarifas por tonelada, mecanismo que permite a los productores almacenar sus cosechas con precios mayores a los que prevalecen en el mercado. Un ejemplo de ello es el sorgo, producto importado de Estados Unidos", evalúa.

El documento analiza los principales puntos de la legislación estadunidense y las manifestaciones de autoridades de la Casa Blanca en defensa de la misma.

"Existe la percepción de que la nueva ley representa un incremento considerable de gasto en el sector agrícola y que va a violar las obligaciones adquiridas en la Organización Mundial de Comercio (OMC). Como explicación a esto cabe mencionar que el fondeo de la nueva ley varía muy poco en relación con el de los pasados cuatro años. Se autorizó un gasto de 73 mil 500 millones de dólares para los siguientes 10 años, lo que representa cerca de 7 mil 400 millones por año", abunda el CEESP.

Una percepción adicional, añade, es que al ayudar a los campesinos estadunidenses el gobierno de George W. Bush incumple sus obligaciones con la OMC, pues el techo de apoyo permitido para Washington es de 19 mil 100 millones de dólares, 31 mil para Japón y 62 mil millones para la Unión Europea.

Y una opinión más preocupante, sigue el documento, es que Estados Unidos dejará de ser el líder de la liberación comercial. "Otra de las quejas o temores van encaminadas a decir que esta nueva ley estimula la producción y, por lo tanto, tiende a deprimir aún más los precios internacionales de mercancías..."

Los expertos del sector privado mencionan que 18 naciones que exportan productos agrícolas han criticado fuertemente esta legislación, ya que debilita los intentos globales por liberalizar el sector agrícola.

Y es que la Casa Blanca incrementa subsidios a granos, algodón, lana, miel y prepara nuevos pagos para leche, cacahuates, lentejas y frijoles.

Por tanto el impacto será dañino, particularmente en las naciones en desarrollo, que ven afectado su crecimiento económico por lo que ocurra con el sector agrícola, sostiene.

El CEESP recuerda que hace un par de meses, de las negociaciones multilaterales de comercio en la ciudad de Doha, Qatar, se desprendieron prospectos para un comercio global más libre, pero en ese lapso, pese a que las economías del mundo se vieron más saludables, el intercambio internacional de mercancías "se empezó a obscurecer".

El análisis aborda el tema del conflicto comercial del acero y asienta que Estados Unidos anuncia los subsidios agrícolas y la Unión Europea sustituye las subvenciones por pagos directos a los productores.

Maneja escenarios: "Lo que sucede es que ese país, con sus tarifas al acero y subsidios a la agricultura, está enviando una clara señal de estar poco comprometido con la continuación de liberar aún más el comercio. Estos eventos se consideran una afrenta y amenaza para la ronda de Doha. La Unión Europea va a estar poco dispuesta a liberalizar su sector agrícola, si ve que Estados Unidos hace lo contrario. Los países pobres van a sospechar del sistema multilateral cuando vean que ese país no cumple su parte".

El CEESP concluye que este retroceso no causará ninguna crisis económica internacional, pero en el largo plazo "podría poner en riesgo la globalización".

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