Se requiere política de Estado para nivel superior, dicen

Cuestionan ANUIES y UNAM "criterios" de financiamiento

Los recursos, pocos y no se entregan: Guillermo Soberón

KARINA AVILES

El secretario general ejecutivo de la Asociación Nacional de Universidades e Institutos de Educación Superior (ANUIES), Jorge Luis Ibarra Mendívil, consideró que no existe una política de Estado en materia de financiamiento al nivel superior, en tanto que el secretario general de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique del Val, dijo que hay una "crisis" de recursos para el sector.

A su vez, Guillermo Soberón, ex rector de la UNAM, aseguró que no sólo el gasto en la materia es insuficiente, sino que además "los recursos aparentemente disponibles no se dan, lo cual es muy grave".

Ibarra Mendívil expuso que en el país lo que existe son "sólo criterios de distribución de recursos". Por ello, llamó a construir una política de Estado que garantice a las universidades públicas certidumbre en los apoyos financieros. Incluso planteó "perfeccionar" el artículo tercero constitucional y la ley de educación.

Por definición, subrayó, una política de Estado se establece a nivel constitucional y requiere del acuerdo de todas las fuerzas políticas representadas en el Congreso de la Unión, del gobierno y de las universidades, apuntó el titular de la ANUIES.

La Carta Magna y la ley de educación señalan la obligación del Estado de apoyar al sector educativo, pero no establecen "ni montos ni determinaciones". Por otro lado, una meta del Programa Nacional de Educación es destinar uno por ciento del producto interno bruto (PIB) a este rubro, pero "sólo es un criterio".

El país requiere avanzar "en un horizonte de más largo plazo, en instrumentos que determinen un futuro mucho más confiable, previsible, y la única manera en que se puede hacer es garantizando que eso esté en la Constitución", señaló.

Ibarra Mendívil se sumó al planteamiento del rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, para que la Cámara de Diputados sea la instancia que sancione cualquier ajuste al gasto educativo. Asimismo, anunció que solicitará información para que la ANUIES pueda dar una posición sobre los señalamientos de que el gobierno federal tiene nueve meses de retraso en el otorgamiento de los recursos destinados a los programas de investigación de este año.

Al respecto, Guillermo Soberón dijo que dicha situación "es muy grave" y "no debiera ser". No hay suficiente y todavía los recursos aparentemente disponibles no se dan, "es muy triste", señaló.

Calificó de "absolutamente contradictorio" que la Secretaría de Educación Pública (SEP) hable de calidad y por otro lado se haya ordenado un recorte a los recursos; además, propuso que haya una reforma fiscal orientada a los mecanismos de captación, en razón de que hay muchas personas en situación de privilegio que no pagan impuestos.

Soberón manifestó que las universidades están sometidas "a presiones crecientes", porque por un lado la tecnología es más complicada y por el otro la demanda va en aumento.

Por su parte, Enrique del Val afirmó que el país enfrenta una crisis de financiamiento para la educación superior, y por ello es urgente contar con una política de Estado que permita entender al gobierno federal y a los partidos políticos la importancia de apoyar a este sector.

En la inauguración de un seminario sobre el financiamiento de la educación superior en México, Del Val dijo que la escasez de recursos de las universidades públicas, la creciente demanda y los problemas de financiamiento que hacen vivir tiempos muy difíciles, han provocado que aunque existan más opciones de educación superior, éstas no sean viables por no contar con un financiamiento suficiente.

Falta voluntad política: Pescador

En el mismo foro, José Angel Pescador, ex titular de la SEP, afirmó que se habla mucho de educación pero no hay voluntad política para asignar mayores recursos a este rubro. En tanto no se cambie la concepción y la forma de ver el financiamiento, la brecha entre la población que tiene acceso a la educación superior y la que no lo tiene será cada vez mayor.

Por su parte, el secretario técnico del Consejo de Planeación de la Universidad Nacional Autónoma de México, Armando Labra, subrayó que frente a un incremento de 11 veces en el número de instituciones de educación superior y de nueve en la población escolar entre 1970 y 2000, los recursos federales como porcentaje del producto interno bruto sólo crecieron 3.5 veces.

Lo anterior significa que la mayoría de las universidades públicas mexicanas muestra el agotamiento del modelo vigente que sustenta el financiamiento de la educación superior, expuso.