Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 25 de mayo de 2002
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Sociedad y Justicia

La SEP alega que no puede negarles el reconocimiento

Desprestigia a educación superior auge de escuelas patito: FIMPES

En 13 años tendrán 50.3% de la matrícula, según estudio

JOSE GALAN

La proliferación de instituciones privadas de educación superior en los tres sexenios pasados ha generado desprestigio tanto para ese nivel de enseñanza particular como para el reconocimiento de validez oficial de estudios (RVOE), acepta Luis I. Olmos, secretario ejecutivo de la Federación de Instituciones Mexicanas Privadas de Educación Superior (FIMPES), quien considera que todas esas escuelas, "aun las creadas la semana pasada", han recibido de la Secretaría de Educación Pública el RVOE para que puedan anunciarse y captar alumnos.

"Esto incluye a las que se establecen en una bodega, ofreciendo licenciaturas y hasta posgrados en tiempo récord, en un ejercicio de otorgamiento febril", dice en el estudio Puntos sobresalientes de la educación superior particular en el programa nacional de educación 2001-2006. Afirma que en algunos estados el otorgamiento del reconocimiento se debió a la necesidad de resolver el problema político de los rechazados de la universidad pública, la cual, de 10 años a la fecha, ha restringido severamente el ingreso de estudiantes, "buscando, con éxito, mejorar su calidad".

La FIMPES cuenta hoy con 90 miembros que atienden a casi la mitad de la matrícula particular. La explosión en el número de escuelas privadas las ha hecho crecer de entre 5 y 10 que había en 1950 en todo el país, a mil 61 en 1999, excluyendo las normales, aunque el autor acepta que "no se conoce el número exacto".

La matrícula en licenciaturas de instituciones particulares pasó de 16 por ciento del total, en 1980, a 32 por ciento en 2001, mientras que de 1996 a 2001 la matrícula particular se duplicó de 301 mil a 602 mil alumnos. La tasa de crecimiento fue de 9.53 por ciento de 1990 a 2000, mientras que en las universidades públicas fue de 2.31. "A este ritmo, la matrícula particular llegará a 50.3 por ciento del total en menos de 13 años", agrega.

"El problema político de los rechazados fue mínimo, ya que éstos encontraron una oferta educativa amplísima al alcance de cualquier bolsillo y de cualquier promedio académico", agrega. "Por demás está decir que un porcentaje muy alto de dicha oferta es evidentemente fraudulento o hace perder al estudiante su tiempo y su dinero, porque le será muy difícil conseguir empleo en aquello que ha estudiado. Aunque, para colmo, su inversión sí le proporcionará el título profesional estatal y la cédula profesional federal".

En el documento recuerda cómo en el sexenio pasado la SEP explicaba el controvertido papel de las autoridades federal y locales que otorgan el RVOE bajo estas circunstancias: "...(no) son procedentes las quejas que del lado de las instituciones de educación superior públicas se expresan sobre la calidad de la enseñanza que ofrecen las particulares, pues al otorgar el RVOE a un programa educativo, el Estado solamente hace constar, de acuerdo con La Ley General de Educación, que el programa referido es equiparable a los que ya forman parte del sistema nacional.

Argumentos de la SEP

"Por tanto, legítimamente no se podría negar dicho reconocimiento mientras en alguna institución pública hubiera programas de calidad igual o menor", según cita el discurso oficial educativo del sexenio zedillista, y advierte que, en otras palabras, "los cientos de universidades patito que funcionan con sus RVOE existirían -de acuerdo con la ley actual- porque en el país hay oferta de programas en universidades públicas de calidad igual de pobre o peores que los de esas seudouniversidades".

Así, parecería que la autoridad educativa no tiene recursos jurídicos para negar el registro, que no le servirá ni al estudiante ni al país, añade el estudio, y advierte que la solución no está en reforzar las facultades legales de los gobiernos en un área en la que "el controversial intervencionismo oficial será cada vez más inoperante". Sostiene que la FIMPES ha podido contrarrestar el desprestigio que ha traído la proliferación de escuelas con validez oficial mediante la creación del Sistema de Autoestudio y Acreditación de Instituciones, por medio de pares universitarios y sin la intervención del gobierno.

"El sistema es el primero en América Latina y el único en funcionamiento en México. "Tomado de la experiencia estadunidense, que pasa de los 100 años, este mecanismo de acreditación es obligatorio tanto para sus miembros como para los que deseen incorporarse". La FIMPES cuenta con 90 integrantes, incluyendo las universidades conocidas como de elite: Iberoamericana, La Salle y Panamericana.

De 69 instituciones dictaminadas, 26 fueron acreditadas sin observaciones, con un procedimiento que les exige garantizar mínimos de calidad en 166 indicadores, desde filosofía institucional hasta recursos físicos y financieros, pasando por maestros, programas y reglamentos. Además, en los últimos cinco años, más de 15 instituciones se han dado de baja al no cumplir con el sistema de acreditación, incluyendo "miembros fundadores".

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
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