La Jornada Semanal, 12  de mayo  del 2002                           375
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Textos para iniciar

Susana Zaragoza Huerta

Lauro Zavala (antologador),
Relatos mexicanos posmodernos,
Alfaguara,
México, 2001.
Busca en todas las cosas un alma y un sentido oculto; no te ciñas a la apariencia vana.
Enrique González Martínez


Asumo desde el inicio que transgredo una de las observaciones que aparecen en la contraportada de este libro: "El placer de contar no requiere explicaciones; tampoco leer lo contado." Y la rompo con conocimiento de causa, en primer lugar porque tal afirmación me parece válida para cualquier buen relato y en términos generales para la literatura; en segundo lugar porque de ser así no tendríamos oportunidad los lectores de intercambiar nuestros puntos de vista sobre las obras.

La segunda razón es la necesidad de compartir puntos de vista sobre esta peculiar antología. A propósito de este verbo democrático, compartir, en cuyo seno siempre están presentes los otros o la otredad, es que "La historia de los otros" del Subcomandante Marcos cobra especial significado. El tema del relato me permite plantear el valor más importante del libro: la multiplicidad de interpretaciones que en cada relato puede tener cada quien, siendo lectores distintos.

Tienen toda la razón aquellos que piensen que esta cualidad de hecho determina no sólo las diferencias en las lecturas, sino nuestra relación con los otros y el mundo. Es cierto. Sin embargo, insisto en este valor porque los textos que componen esta antología lo que hacen es potenciarlo o multiplicarlo. Además, esta particularidad mucho depende de tres rasgos comunes entre los relatos: son ultracortos, híbridos y lúdicos.

Las particularidades arriba mencionadas son el ingrediente estético que hace original a esta antología. La extensión más frecuente de los relatos va de dos a tres cuartillas, en ellos se rompe con la división formal de géneros para dar origen a relatos donde conviven dos o más formas literarias, y, por último, el ludismo lo podemos percibir por el marcado tono irónico sobre los temas o el remedo subido de tono de alguna estructura formal en el tratamiento de un asunto serio, como sucede en "Una carta muy íntima" de Lazlo Moussong.

Antología de relatos mexicanos posmodernos puede analizarse al menos bajo dos enfoques: como lectora y como maestra. La división obedece a estos dos roles que mutuamente se influyen cuando me topo con un libro que me gusta y que me parece puedo compartir con mis alumnos.

Inicio por el lado menos cerebral y más inclinado al simple y llano gusto de leer por el placer de leer. Lo que más llama la atención de este libro es su diversidad temática. Algunos relatos (que no cuentos) rayan en apariencia en el absurdo; no obstante, su sentido está en el enfoque poco ordinario con que es abordado el tema. Recuerdo para el caso "La cuerda", de Fabio Morábito, o "El camaleón que finalmente no sabía de qué color ponerse", de Augusto Monterroso.

Una lectura literal de estos textos implica una pérdida de tiempo y una actividad poco divertida, pues en realidad el sentido está oculto y sólo se puede encontrar si, y sólo si, contemplamos a los textos como una analogía de la realidad que nos circunda. Una cuerda, esa cosa tosca que utilizamos para colgar la ropa recién lavada o que nos sirve para improvisar un columpio, no es vista por Morábito como tal. La contempla como una serie de metáforas, de usos y significados opuestos. La cuerda es vista como la vida y su sucesión de etapas o como el hombre que se debate entre la aceptación y el rechazo de lo que es. El camaleón y su capacidad para cambiar de color a Monterroso le sirve como pretexto para dibujar con mucho humor el carácter voluble de los políticos, pero no se queda ahí. La mordacidad con que recrea su retrato alcanza a aquellos personajes que no faltan, "las moscas que siempre están alrededor de la miel": los que para ganarse el favor del político caen en el juego del camaleón, cambian de color según su conveniencia.

En cuanto al lado racional y didáctico de la lectura, revisando con calma me pareció útil por su enfoque nada ortodoxo sobre los temas cotidianos y por los temas en sí mismos: pensar en cómo pensamos a cada momento y que para conseguir lo que se quiere hay que pensar como pensaría el interpelado; el baile como arte hace algunas décadas y su reducción a actividad alevosa en nuestros días; el impacto de los detalles en la valoración de una obra en donde un detalle minúsculo se convierte en el detalle y contamina tu apreciación, etcétera, me permitiría romper con las visiones acartonadas de mis alumnos sobre asuntos de varia lección.

La predicción se cumplió. Todos los alumnos en las primeras lecturas mostraron cierta frustración por no haber entendido los textos. Tengo que confesarlo: fui feliz. Pero no me quedé ahí, les propuse que practicaran la lectura analógica y fue entonces cuando de forma más intensa fui feliz: cada relato, al compartirlo en clase, desembocó en una variedad de interpretaciones y en la satisfacción de cada alumno al haber superado el reto de la comprensión de los textos.

No quiero agraviar la inteligencia de mis alumnos y por eso cabe una aclaración: es más fácil romper esquemas de pensamiento en un lector adolescente que en un lector adulto (porque los hay, pocos pero los hay). Lamento ofender a los que ya dejaron (dejamos) esa feliz etapa, pero es la verdad. Por eso el libro me pareció oportuno; su propuesta es fresca, antirretórica, genuina, sin falsas pretensiones, igual que los adolescentes. Cada relato es el trozo de una visión elaborada sobre la vida puesta en papel de manera simple, y tal hallazgo lo debemos a su antologador y prologuista, Lauro Zavala.

En definitiva, puedo enumerar antologías cuyo punto de arranque me han seducido de un año para acá. Recuerdo, por ejemplo, una antología del cuento triste; una antología poética organizada en función del amor como tema y cuyos poetas comienzan a crear una nueva corriente literaria; otra antología en donde a través de un poema –quizá no el más conocido– elegido por el poeta, éste expone su arte poética y la circunstancia vital en que lo escribió.

Por supuesto, son libros valiosos para mí; sin embargo, esta antología es más importante que las otras porque la he podido compartir con mis alumnos. De la coincidencia en el aula recuerdo los rostros de satisfacción ante la metáfora revelada; esa parte de su historia como lectores forma parte de mi historia como lectora.

Por ese motivo festejo que Lauro Zavala, el antologador mexicano del cuento ultracorto o mínimo, comparta con nosotros sus obras preferidas. Sus Relatos vertiginosos y sus Relatos mexicanos posmodernos han propiciado coincidencias afortunadas. Su gusto como lector y conocedor de estas historias lo convierten en el iniciadorde otras historias personales•


N O V E L A

No es otra tonta novela
fast food

Gabriela Valenzuela Navarrete

Carol Wolper,
Cigarette Girl,
Grijalbo Mondadori,
España, 2000.
Si se tuviera que señalar el mayor defecto de la novela Cigarette Girl de Carol Wolper, tal vez lo primero que saltaría es que es demasiado frívola. El escenario principal (Hollywood y sus estudios de cine) y los personajes secundarios (mujeres tipo "Barbie", groupies del baloncesto y coletas rubias, que no buscan más que fama a expensas de otro) ayudan a reforzar el sentimiento primario de que es una novela gringa de una escritora gringa que cree ciegamente en el american way of life y en lo politicaly correct.

Sin embargo, este posible mayor defecto también puede ser considerado su mejor virtud: vista desde otro enfoque, la novela se convierte en un análisis pormenorizado del estilo de vida norteamericano en una ciudad prototipo como Los Angeles, y de las dificultades de una mujer que busca una relación de pareja estable en un medio en el que lo único que se necesita para ser considerado "profundo" "es comprar, y no necesariamente leer, el New York Times los domingos".

Cigarette girl es lo que los críticos de hoy podrían considerar una novela del fast food, con personajes totalmente cotidianos, arquetípicos y extraídos del entorno californiano más conocido. Y junto con los personajes ordinarios, se abordan cuestiones que hoy preocupan principalmente a las mujeres de una cierta edad: el matrimonio, la maternidad, el sexo.

"Nunca pensé que sería la clase de mujer que va en busca de un tío", dice Elizabeth West, una guionista (al igual que la propia Carol Wolper) distinta al común denominador de la Meca del cine, que ha desarrollado una teoría con la cual explica la enajenación mental transitoria de las mujeres entre veintiocho y treinta y cinco años por formar una familia. Antes de los veintiocho, podía salir con cualquier tipo de hombre; una vez llegada a "la zona", Elizabeth empieza el rastreo de un candidato viable... que por lo regular no corresponde a los tipos malos de Hollywood por los que siente una atracción casi patológica.

Más que un relato de acción, Wolper hace aquí un retrato de la parte psicológica de sus personajes, dividida principalmente en dos vertientes: la individual, con sus sentimientos, motivaciones y vivencias, y la social, sobre todo en lo que se refiere a lo económico, lo familiar y lo ideológico, aunque algunas de las filosofías personales sean, por ejemplo, "que una buena tanga y un buen par de zapatos de tacón de aguja hacen más por tu autoestima que una década de terapia".

Es ese examen psicológico lo que tiene más peso en la novela que, por señalar algo, los recursos estilísticos o narrativos. La progresión de las acciones es lógica y lineal; la presentación de los personajes es directa y la narrativa tiene algo de cinematográfica: cada final de capítulo equivaldría, transformado en un guión, a un "corte a". Resulta curioso, aunque no innovador, que los puntos más altos de algunas "secuencias" estén redactados precisamente en formato de guión, casi como si West hubiera escrito los diálogos y dado las indicaciones.

Cigarette girl bien podría tener otro título: No es otra tonta chica americana, haciendo referencia a la reciente ganadora del Oscar. Entre las Barbies y las mujeres que se cuelgan del brazo de algún famoso, siempre hay por ahí alguna que se sale de la clasificación, alguna capaz de reconocer que su ansioso deambular con un celular encendido en la mano "se había convertido en una versión actualizada de Esperando a Godot


P O E S Í A
La música oculta

Iván Cruz Osorio

Jaime Augusto Shelley,
Concierto para un hombre solo,
La Mosca Muerta,
México, 2001.
Para Ana
La poesía es un acto ordenado por poderes obscuros.
La poesía es música antes que la música...
A las sílabas no les gusta pensar; les encanta estar,
entremetidas, jugando a vivir.
Jaime Augusto Shelley
El poema es una canción. La métrica y sus acentos, la rima, los epítetos son signos que subrayan la continuidad musical en el poema. Así Homero cantó las hazañas de Ulises, y así escuchamos la angustia por la muerte de Gilgamesh, y así nos conmovió la gesta de los héroes en el Cantar del Mío Cid. Antonio Machado dijo: "Se canta una viva historia contando su melodía." Jaime Augusto Shelley tiende hilos eléctricos entre el verso y la música, y alumbra de repente rincones que parecían tácitamente perdidos en la poesía. En sus poemas, Shelley comunica una idea y sus emociones análogas, comunica una sensación y las emociones derivadas o una impresión que es emotiva:
Al atardecer, cuando los niños, cansados de sus juegos, comienzan a dulcificar las voces y el aire huele a pan recién horneado; las horas ésas cuando la abuela camina, despacio, hacia el sillón, para encender la radio y afuera los pájaros inician su decir las buenas noches. Esas tardes, esas tardes que guardo en la memoria.
El poeta comienza con un aullido y el desarrollo es hacia la música y finalmente hacia las palabras, palabras que sugieren música, palabras con un ritmo que conservan un rasgo perfecto de la impresión emotiva, de la emoción originaria.

Para hacer más tangible el vínculo con la música (si no es ya visible de por sí), el poeta utiliza como título principal de cada uno de los poemas de este libro los nombres de las formas musicales más clásicas de Occidente, como suite, divertimento, pasacalle, sonata, vals lento, coda, aria, entre otras. A estos nombres que le dan a priori una propia personalidad musical a los poemas, Shelley agrega un segundo apelativo, mismo que les da el perfil de lo que se cuenta. Y el rango de lo que se canta contando en este poemario es muy variado, va desde ritmos sarcásticos hasta lo sórdido, pasando por momentos chuscos, divertidos, insólitos, apasionados, críticos e irónicos. Los poemas de Shelley nos dan buena información para determinar qué tipo de criatura es el hombre; estos poemas ahondan en conocimientos y conceptos de lo que el hombre es, y aportan datos psicológicos y sociales del ser humano.

Vicente Huidobro decía que lo que debe hacer el poeta, es hacer una cosa que no sea ni imitación ni exageración de la realidad. En este caso, Jaime Augusto prueba estar en ese punto medio, desde el cual mira con objetividad los sucesos que lo circundan. Una característica importante dentro de la crítica que realiza Shelley en sus poemas, es la sátira, la cual de forma primordial nos recuerda que ciertas cosas no valen la pena, y nos lleva a pensar en el tiempo perdido que hemos ocupado en ellas:

Si me lo permite: Sr. Ministro
Sr. Banquero
Su Ilustrísima
–indistintamente–...
Usted,
como todos los demás,
trae una muerte dentro:
¡aprenda a usarla!
Atentamente...
Con su vocabulario sencillo, sus palabras comunes, Jaime Augusto Shelley se adscribe a una actitud poética que revela, que rompe, que transcribe fielmente las vibraciones de un alma que responde a los llamamientos de la vida terrestre.

Según sus propias palabras, el autor odia el conformismo, enfrenta la mediocridad y destierra la autocomplacencia; enfrenta, pues, los grandes males del México de los tiempo actuales, desde su trinchera, desde su sagaz pensamiento e intrépida pluma, para agregar crítica y verdad a una sociedad que empieza a envejecer con los mismos vicios del pasado, no sin antes contaminar a las nuevas generaciones.

En la sociedad del futuro
no habrá hambrientos,
gente descalzada
o viviendo a la intemperie.
En el futuro no habrá
odio racial, social, político.
No habrá nada de eso, dicen.
Sin cosas que lamentar, en el futuro habrá sólo presente.
Es algo muy sencillo –dicen los expertos–: en el futuro no habrá futuro

C U E N T O 


Salpicados de agua y sal

Jorge Moch

Antonio Sarabia, Mempo Giardinelli,
Alfredo Pita, Mario Delgado Aparaín,
Rosa Montero, José Manuel Fajardo,
Hernán Rivera Letelier,
Ramón Díaz Eterovic y Luis Sepúlveda,
Cuentos del mar,
Ediciones B,
España, 2001.
Libro de cuentos de sol y sudor, regocijo y angustia, amores mal y bien correspondidos y, en general, de la pasta agridulce que nos modela a las mujeres y los hombres; de los singulares momentos en que el azar toca la vida de aquél que de pronto ve dejada detrás la pardusca rutina de todos los días, allá lejana y sola en el muelle agitando un pañuelito, para embarcarse en la más peligrosa, la más disparatada, la más jocunda o la más cruel de las aventuras, porque así, de pronto, suele la vida darnos esquinazo. Libro de cuentos que asoman al intrincado vericueto por el que se mueve la pasión humana, salpicados de agua y sal, entre velámenes y motores fuera de borda y abrazados por las cuadernas de las embarcaciones, envueltos en contradictorios efluvios de sándalo y pescado que suben desde las sentinas, confundiéndose con el olor de la brea de calafatear de proas lo mismo humildes que suntuosas, de madera, antiguas y conquistadoras, o de polímeros modernos y libres de mantenimiento, buscando incansablemente peligrosas sirenas o las falsas promesas de pecios que suponen ocultos, magníficos tesoros. Cuentos undísonos, de noveles tripulantes que se marean apenas ponen un pie en cubierta y de expertos navegantes que en la alta mar son imbatibles pero resultan unas tímidas papas cocidas a la hora de las sutilezas sobre tierra firme. Cuentos de libertad a menudo trucada en súbita muerte sencillamente porque el mar cambió de talante y se lo tragó todo en un eructo gris, de agua helada y turbia.

Nacido en la costa de Asturias, en el Salón del Libro Iberoamericano de Gijón, que además de turrones exporta avezados marineros y agrupa escritores, Cuentos del mar recoge el fruto marino de algunas de las más feraces –y feroces– plumas de la narrativa contemporánea: nueve autores y nueve cuentos que se vinculan a la naturaleza del hombre y su relación unívoca, movediza y permutable con el mar para escarbar hondo en algunos de los rasgos más jocosos y también más repulsivos de nuestra voluble naturaleza, porque sin ser propiamente una recopilación de cuento negro, Cuentos del mar es capitaneado a ratos por sus autores hacia radas ciertamente oscuras.

Cuentos del mar endereza una buena colección, representativa de esa singularidad que nos hermana a los hispanohablantes: México, Argentina, Perú, Uruguay, España y Chile –sorprende un poco, sin embargo, la ausencia de escritores cubanos, que algo han de querer contar con tanta mar que les circunda– representados por Antonio Sarabia, Mempo Giardinelli, Alfredo Pita, Mario Delgado Aparaín, Rosa Montero, José Manuel Fajardo, Hernán Rivera Letelier, Ramón Díaz Eterovic y Luis Sepúlveda.

Cada cuento es a su manera característico no sólo del estilo narrativo de su autor, sino de su antecedente cultural y hasta biográfico. Habiéndoles leído, puede uno tal vez darse el lujo indecente de preferir alguno sobre los demás
–confieso mi personal debilidad por la mordiente concisión de "Parecía un infierno", de Rosa Montero, o por los cuentos de Giardinelli y Sarabia– pero la verdadera justicia se le hace a esta colección si se considera a cada relato como una entidad separada del resto y se lo lee despacio, saboreándolo y mejor aún, si se tiene la invaluable oportunidad, como este escribidor de diatribas, de hacerlo a orillas del Atlántico, acompañando el sereno vuelo rasante de los onocrótalos con una mirada ansiosa que atisba infructuosamente hacia el horizonte donde debe estar, precisamente, la costa del Cantábrico donde nacieron estos cuentos del mar•



FICHERO
LOS LIBROS QUE LLEGAN A NUESTRA REDACCION
CRÓNICAS
• Wilt soy yo. Conversaciones con Tom Sharpe, Llátzer Moix, Col. Crónicas 51, Editorial Anagrama, Barcelona, España, 2002, 266 pp.

EDUCACIÓN
• José Vasconcelos y el espíritu de la Universidad, prefacio y selección de textos de Javier Sicilia, UNAM, México, 2001, 293 pp.

ENSAYO
• Acerca de El Señor de los Anillos, Pablo Soler Frost, Col. Libros del Umbral, Umbral, México, 2002, 38 pp.
• Categóricas uno dos y tres, Normand de Bellefeuille (edición bilingüe), traducción de Rafael Segovia, Col. El puente, UNAM/Écrits des Forges Poésie/Editorial Aldus, México, 2001, 143 pp.

ENSAYO (SOCIOLÓGICO)
• El tono. Andanzas teóricas, aventuras prácticas, el entretenimiento con beneficio social, Miguel Sabido, Col. El estudio, Difusión Cultural, UNAM, México, 2002, 385 pp.
• Mirar a Cuba. Ensayos sobre cultura y sociedad civil, Rafael Hernández, Col. Popular 606, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, 197 pp.
• Pero vas a estar muy triste y así te vas a quedar. Construcciones de género en la canción popular mexicana, Anna María Fernández Poncela, Serie Antropología social, Col. Divulgación, Conaculta/INAH, México, México, 2002, 252 pp.

HISTORIA
• Un estudio crítico de la historia, Helio Jaguaribe, tomo I, traducción de Carlos Ávila Flores, Graciela Noemí Bayúgar Faigenbaum y Ana Pulido Rull, Sección de Obras de Historia, Fondo de Cultura Económica, México, 2001, 45630 pp.

NARRATIVA
• Cuchillo, Argelio Gazca, Ediciones Oasis, México, 2002, 118 pp.
• Cuento contemporáneo, Inés Arredondo, Col. Material de lectura 2, UNAM, México, 2001, 20 pp.
• Cuento contemporáneo, Ítalo Calvino, Col. Material de lectura 6, UNAM, México, 2001, 46 pp.
• Cuento contemporáneo, Ángel del Campo, Col. Material de lectura 1, UNAM, México, 2001, 36 pp.
• Cuento contemporáneo, Efrén Hernández, Col. Material de lectura 5, UNAM, México, 2001, 67 pp.
• Cuento contemporáneo, Sergio Pitol, Col. Material de lectura 9, UNAM, México, 2001, 44 pp.
• Cuento contemporáneo, Elena Poniatowska, Col. Material de lectura 10, UNAM, México, 2001, 68 pp.
• Cuento contemporáneo, José Revueltas, Col. Material de lectura 3, UNAM, México, 2001, 43 pp.
• Los fantasmas, César Aira, Biblioteca Era, Ediciones Era, México, 2002, 123 pp.

PERIODISMO
•Primera plana. La borrachera democrática de los diarios, Marco Levario Turcott, Editorial Cal y Arena, México, 2002, 394 pp.

POESÍA
• Desde el amor, Jean Royer (edición bilingüe), traducción de Mónica Mansour, Col. El puente, UNAM/Écrits des Forges Poésie/Editorial Aldus, México, 2001, 137 pp.
• El cuerpo cae más tarde, Michel Pleau, (edición bilingüe), traducción de Rafael Segovia, Col. El puente, unam/Écrits des Forges Poésie/Editorial Aldus, México, 2001, 101 pp.
• Poesía moderna, Cardarelli, Montale, Pasolini, Pavese, Quasimodo, Saba y Ungaretti (selección, traducción y notas de Hugo Gutiérrez Vega), Col. Material de lectura 2, UNAM, México, 2001, 37 pp.
• Poesía moderna, W.H. Auden (selección, traducción y notas de Guillermo Sheridan), Col. Material de lectura 10, UNAM, México, 2001, 33 pp.
• Poesía moderna, Lucian Blaga (selección, traducción y notas de Darío Novâceanu), Col. Material de lectura 6, UNAM, México, 2001, 27 pp.
• Poesía moderna, José Lezama Lima (selección, traducción y notas de David Huerta), Col. Material de lectura 5, UNAM, México, 2001, 29 pp.
• Poesía moderna, Fernando Pessoa (selección, traducción y notas de Carlos Montemayor), Col. Material de lectura 10, UNAM, México, 2001, 44 pp.
• Poesía moderna, Ezra Pound (selección, traducción y notas de Rafael Vargas), Col. Material de lectura 8, UNAM, México, 2001, 26 pp.
• Poesía moderna, Paul Valéry (introducción Guillermo Sheridan, traducciones de Alfonso Gutiérrez Hermosillo y Miguel Rodríguez Puga), Col. Material de lectura 3, UNAM, México, 2001, 26 pp.
• Trotamares/Oscurandante, Gerardo Brauer Ortiz, Editorial Poësis, México, 2002, 57 pp.

REVISTA
• Alforja, núm. 19, invierno de 2001, textos de Floriano Martins, Marco Lucchesi, José Castello, entre otros, Fraternidad Universal de los Poetas, México, 155 pp.



CONVOCATORIA. En el marco de los cincuenta años de Servicios Educativos en los museos del Instituto Nacional de Antropología e Historia, a través del Museo de El Carmen, el inah, la Universidad Iberoamericana y la Dirección General de Ciudadanización Cultural y Vinculación del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, convocan a estudiantes de preparatoria y universidad al Concurso Nacional de Cuento para Jóvenes Los museos, una experiencia INAHgotable. Cuenta o narra la primera vez que a través de vitrinas descubriste objetos y textos iluminados o pinturas realizadas en siglos pasados pendiendo de los muros. Describe a tu guía, maestra o padres cuando te mostraron el pasado a través de materiales que recreaban momentos de la historia prehispánica, colonial, independiente y revolucionaria de México. Miedo, emoción, curiosidad, respeto, solemnidad y también sorpresa, alegría y orgullo, fueron, quizá, los primeros sentimientos que experimentaste al visitar estos espacios. La convocatoria al concurso estará abierta hasta el 19 de julio de 2002 y está dirigida a estudiantes de preparatoria (menores de veintiún años) y universitarios (menores de veintiséis) de cualquier lugar de la República Mexicana, quienes inspirados en los museos de su comunidad o en cualquiera que hayan visitado deberán realizar un texto en el que cuenten su experiencia al enfrentarse a aquella sala con esculturas, cerámica, vestuarios, fotografías y representaciones de algún aspecto de la historia. El texto debe ser original y escrito en español con una extensión de entre cinco y diez cuartillas, a doble espacio y con la tipografía Arial, 12 puntos y deberá enviarse impreso cuatro veces y en un disquete con una versión en Word, sin macros ni protección dirigido a: Concurso de Cuento para Jóvenes, Departamento de Servicios Educativos del Museo de El Carmen, Avenida Revolución núm. 4, col. San Angel, CP 01000, México, DF. Además se firmará con seudónimo y en otro sobre se anexará nombre completo, dirección, edad, teléfono y fax, dirección electrónica y copia de credencial o documento vigente que acredite que está cursando la educación superior, preparatoria o equivalente, o licenciatura. Todos los participantes recibirán diploma de participación. En cada categoría se otorgarán tres primeros lugares y cinco menciones honoríficas, así como la publicación de los textos. Al momento de participar, los autores ceden sus derechos a las instituciones organizadoras. Los premios consistirán en la publicación de los textos y para el primer lugar un Verano Tutorial en la Universidad Iberoamericana, con duración de dos semanas, que incluye transporte y hospedaje. Además de juegos de mesa del INAH como Juegos de Viajeros en el tiempo, la Oca, Exploradores del tiempo, ejemplares de Tesoros artísticos del Museo Nacional de Antropología y Cómo los mayas perdieron Tulum, entre otros. Al segundo lugar: publicación del cuento, enciclopedia Encarta, juegos de mesa y veinte miniguías. Y para el tercero, juegos de mesa y diez miniguías. El jurado estará integrado por destacadas personalidades designadas por las instituciones participantes, quienes emitirán un resultado inapelable, el cual se publicará el sábado 31 de agosto de 2002 en el periódico Reforma. Para mayores informes comunicarse al Museo de El Carmen a los teléfonos 5616 2816 y 5550 4896.