Leonardo García Tsao

Un verdadero asesino por naturaleza

La fascinación por los criminales de la vida real ha generado todo un fenómeno de los medios, por el cual los asesinos de mayor notoriedad han sido objeto de programas televisivos, películas, publicaciones y sitios web. En Australia, una de esas celebridades ha sido Mark Brandon Read, más conocido por su apodo de Chopper, autor de varios bestsellers. La película homónima, que ha sido rebautizada en México como Retrato de un asesino, no pretende ser -como lo aclara un letrero inicial- una biografía exacta del personaje, sino una aproximación a la personalidad de un hombre con tendencia natural a la brutalidad.

La narración parte de una entrevista concedida por Read a la televisión local, transmisión que él mismo observa desde su celda carcelaria, acompañado por dos celadores. Eso da pie a un flashback descriptivo de las diversas instancias de su carrera delincuente. En prisión, Chopper es capaz de recibir pasivamente las puñaladas de un compañero traidor, o mutilarse las orejas para ser transferido a otra crujía. Ya en las calles, el asesino se pone violento cuando sospecha que su novia prostituta lo engaña ("me acuesto con todo el mundo", es la sarcástica aunque sincera respuesta de la mujer), se dispone a cobrar viejas venganzas, colabora con la policía y sufre de inseguridades cuando siente que su estatus como asesino ha perdido puntos.

Chopper es el primer largometraje de Andrew Dominik, otrora realizador de comerciales y videoclips. Ese antecedente suele hacer temer lo peor: un formalismo excesivo en sustitución de cualquier capacidad narrativa. Sin embargo, Dominik no cae en esas trampas de primerizo. La estilización visual apuesta por una especie de hiperrealismo, basado en recursos tan sencillos como saturar sus secuencias con ciertos colores (toda la parte de Read en prisión está bañada de tonos azules, por ejemplo). Asimismo, el realizador recurre a otros juegos formales -la aceleración de imágenes- para ilustrar la febril perspectiva de su protagonista.

A diferencia de lo común en este género, Dominik no pretende explicar la sicología de Read refiriéndose a traumas de su infancia o convenciones similares. Unos cuantos apuntes de su hogar -un padre burlón y alcohólico, perfectamente insensible a las fechorías de su hijo- son suficientes para completar el perfil de un auténtico hijo de la chingada, sin pretextos ni justificaciones. La mayor virtud de Chopper -a diferencia de lo perpetrado por Oliver Stone en Asesinos por naturaleza- es su negativa a hacer atractivo a un matón nato.

En la intensa interpretación de Eric Bana (un ex comediante de micrófono, recién integrado a la invasión australiana de Hollywood), el personaje epónimo es como un explosivo ambulante en constante trance de ser detonado. Con un brillo psicótico en la mirada, Chopper es un ente amoral cuya resolución violenta a todos sus conflictos no parece pasar por ningún filtro de conciencia. Por ello realiza actos tan contradictorios como llevar al hospital al hombre a quien acaba de balear en la panza. Si sus acciones o comentarios resultan chistosos de forma macabra (él mismo se define como "un tipo normal que disfruta la tortura"), la intención no busca la complacencia. Finalmente la mirada de Dominik revela a un hombre algo patético cuya soledad no puede ser atenuada por la fama que le otorga una sociedad morbosa.

(Chopper: retrato de un asesino se estrenó en contadas salas del DF y se esfumó rápidamente de nuestra cartelera. Este es el tipo de películas que una institución como la Cineteca Nacional debe reponer en sus pantallas, no un producto tan publicitado como Amélie que estuvo ocupando una de sus salas por más de un mes, y realmente no necesita mayor difusión.)

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CHOPPER: RETRATO DE UN ASESINO

(Chopper)

D: Andrew Dominik/ G: Andrew Dominik, basado en los libros de Mark Brandon Read/ F.en C: Geoffrey Hall, Kevin Hayward/ M: Mick Harvey/ Ed: Ken Swallows/ I: Eric Bana, Simon Lyndon, David Field, Dan Wyllie, Bill Young/ P: Pariah Film, Australian Film Finance, Mushroom Pictures. Australia, 2000.