México se unió a 150 ciudades
que piden la despenalización
Por primera vez, marcha en el DF por la liberalización
del uso de la mariguana
GABRIEL LEON ZARAGOZA ESPECIAL
Ayer por la tarde, los capitalinos convocados por ocho
organismos civiles se dieron cita frente a la entrada principal del Palacio
de Bellas Artes para marchar, por primera vez en México y en América
Latina, por la despenalización de la mariguana y pugnar, mediante
un debate nacional, por la instauración en el país del legado:
"Tierra y libertad; tierra para sembrar la yerba y libertad para fumarla".
Con ello se sumaron a más de 150 ciudades, principalmente europeas,
adscritas a la Milion Marihuana March-Liberation Day.
En
esta celebración del Día Mundial por la Liberación
de la Mariguana, que internacionalmente se realiza cada primer sábado
de mayo, los asistentes también se pronunciaron por la información
y legalización de la cannabis y contra la intolerancia, además
de exigir un alto "a los arrestos de los consumidores, a la extorsión
y a la guerra intervencionista contra las drogas que emprende Estados Unidos".
Pidieron el libre aprovechamiento de la mariguana en usos
medicinales, así como el respeto a los derechos civiles de quienes
se identifican con los emblemas de la hoja de cannabis o de un gallo
(cigarro).
El recorrido de poco más de 200 mariguanos incluyó
la concentración y una marcha pacífica y respetuosa alrededor
de la Alameda Central, sin que se afectara el tránsito vehicular
ni se realizaran desmanes. Bueno, hubo quienes sí se quemaron los
dedos, pero fue por consumir algunos de los cigarrillos que previamente
habían forjado.
Popularmente conocida como yerba verde, chubi, mota,
juana, diablito, churro y zacatito, por citar algunos ejemplos,
la cannabis inspiró a decenas de consumidores a marchar hora y media
bajo el candente sol, que ni los inmutó ni les restó entusiasmo
para el ritual del trenecito: "Uno, ufff; dos, uff; yyyy tresss, uf. Y
pase de toque al compa de al lado".
Con una manta con la leyenda: "Por la legalización
pongo la mano", acompañada por decenas de palmas de manos impresas
en rojo y verde, cientos de rastas, yuppies, estudiantes, greñudos,
pelones, obreros, publicistas, periodistas, padres de familia y amas de
casa y sus pequeños en brazos, pidieron que el gobierno y los medios
de comunicación dejen atrás el doble discurso moralista.
La PFP grabó las actividades
Parte de los pronunciamientos que, a título individual,
expresaron decenas de marchistas, denunciaban que el gobierno y los medios
de comunicación hacen sus campañas contra el tráfico
y consumo de estupefacientes y, por el otro, legalizan drogas como alcohol
y cigarrillos, "que científicamente está demostrado que provocan
más daño a quienes los consumen".
En hora y media de caminata no hubo pronunciamientos ni
discursos y mucho menos representación oficial de organismos públicos
en el acto; sin embargo, elementos de la Policía Federal Preventiva
acudieron al llamado de los organizadores, pero lo hicieron acompañados
de una videocámara que, por lo menos en dos ocasiones, registró
la concentración y las actividades de los presentes.
A partir de la primera parada de la caminata, los asistentes
se desinhibieron y el ambiente se impregnó del aroma de petate quemado,
que desprendían los cigarrillos de papel arroz. Nadie sabía
de dónde empezaron a salir, pero todos demandaban con el clásico
"saquen"; cuando lo encontraron, la respiración se les contuvo,
la mirada se matizó de rojo y la lucidez floreció. De ahí
y hasta las tres restantes paradas todo fue improvisación de cantos,
bailes y levitación absoluta.
Este acto de constancia formó parte de una serie
de jornadas informativas que organizaron y realizaron la Asociación
Mexicana de Estudios de la Cannabis (Ameca), el Multiforo Alicia, Historia
en Movimiento, Hemp.com.mx, vivecondrogas.com y publicaciones independientes.
Estas actividades también comprendieron charlas en la máxima
casa de estudios en voz de Roco, integrante de Maldita Vecindad; de Jorge
Hernández Tinajero, escritor; de Ricardo Salas, investigador, y
de Alfonso Esparza, de la revista Urbe01, entre muchas otras opiniones
y pensamientos sobre el tema.