Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 4 de mayo de 2002
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Cultura
Realizarán esta noche un gran fandango jarocho en el centro La Pirámide

La música tradicional de Veracruz crece con los jóvenes de la mano de sus mayores

Chuchumbé, Los Vega y alumnos de Liche Oseguera y su esposa, entre los participantes

Difundir y enseñar ese género, proyecto impulsado por Sol Zamudio Pineda

PABLO ESPINOSA

Por vez primera, el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca) abre la perspectiva completa de lo que es esencialmente cultura con la Convocatoria a Músicos Tradicionales Mexicanos. Música de banda, danzón, trova, los géneros de la solfa más profundos. El joven músico veracruzano Félix José Oseguera Rueda, mejor y bien conocido como Liche Oseguera, ganó ese reconocimiento consistente en uno de los apoyos que brinda esa instancia en el género de son jarocho.

Oseguera forma parte del vasto y creciente movimiento cultural que cunde en México en torno del nuevo son jarocho. Imparte con su esposa, la bailadora Cheli Galván, talleres de son jarocho en el Centro Cultural La Pirámide (Cerrada de La Pirámide y Calle 24, colonia San Pedro de los Pinos) como parte de un proyecto de difusión y enseñanza de la música tradicional que realiza Sol Zamudio Pineda, precisamente en ese espíritu del cultivo del ser, que en eso y no en otra cosa consiste la cultura.

El gusto, valor natural

''La música tradicional ?explican Liche y Sol en entrevista? tiene el valor natural del gusto: hacemos música, bailamos y cantamos porque la gente tiene el gusto de hacerlo, el gusto de bailar, de crear, de ser afín, de convivir, de compartir, de eso se trata nuestra música, y de enseñar".

Esta noche, a partir de las 21 horas en el Centro Cultural La Pirámide, se realizará un gran fandango jarocho con Chuchumbé, el ya legendario agrupamiento del que forma parte Oseguera y cuyos integrantes radican en puntos diversos de jarochilandia, Tepoztlán, ciudad de México y Estados Unidos. Ocasión de privilegio, ver y oír reunidos a los Chuchumbé completitos. Y desde La Boca, municipio de Tlacotalpan, Veracruz, viajarán hasta La Pirámide Los Vega, agrupamiento también legendario y ahora representado por la novísima generación de jóvenes veinteañeros con sus nuevas propuestas de la música tradicional de Veracruz, siempre ligada al consejo y enseñanza de los mayores.

En este gran fandango, que nadie debería perderse, participarán también los alumnos de los talleres de Liche Oseguera y Cheli Galván. Además, se presentará el video Auténtico son jarocho, fandangos del campo y la ciudad, de Jessica Gottried.

El proyecto premiado por el Fonca, explica Oseguera, consiste en ''las nuevas propuestas de composición en la música tradicional. Me parece importante que las autoridades culturales por vez primera tengan esta apertura, pues se habían limitado a cuestiones académicas. Lo fundamental del proyecto es que se debe tener respeto hacia nuestra música, sus raíces, los viejos, con todo lo que tenga que ver con las bases de la música tradicional, en este caso del son jarocho. Que surjan nuevas tonalidades, muchos cambios, pero siempre respetando las bases y preguntándole a los viejos, proponiéndoles, poniendo a su consideración los cambios".

-¿Cuáles son las características de este gran movimiento del nuevo son jarocho?

-Ha pasado una etapa en la que todo mundo quería aprender a tocar la jarana y a bailar, y eso ha conformado un gran movimiento de soneros y jaraneros, pero se fue perdiendo el respeto hacia la música y sus reglas, porque esto está lleno de encantos y de reglas, de costumbres, de muchas cosas. Se fue perdiendo eso de saber aprender de los viejos, del respeto incluso hasta de juntarse a tocar pero como convivencia y se empezó a olvidar que los viejos son sabiduría y de eso siempre se tienen que acordar los que saben y los que dicen que saben.

La música no es una sola

-¿En dónde están los viejos sabios de la música tradicional ahora?

-Hay diferentes estilos de tocar la música y se distribuyen de manera geográfica. Está la zona de la Cuenca del Papaloapan, desde el puerto de Veracruz hasta el puerto de Alvarado, pero puedo hablar más de lo que es del llano a la sierra, hasta Coatzacoalcos; de allí conozco a la mayoría de los viejos. Tenemos El Llano de los Tuxtlas, El Jato, muchas rancherías de por ahí hasta Tlacotalpan, La Boca de San Miguel, Carbonera, Carlos A. Carrillo, El Huracán, Tecechoacán, de donde es mi esposa Cheli y donde sus mayores todavía tocan y bailan a sus ochenta y tantos años y todos enteros, hombres de una raza muy fuerte, raza negra. Su abuelita es una gran bailadora a sus 94 años y ensarta una ahuja como los jóvenes no podemos hacerlo. Todas son familias de músicos: los Cobos, los Cruz, los Rodríguez. El estilo de esa región es lo que llamamos estilo llanero y consiste en una música con mucha candela, con mucha fuerza, que va muy acelerada, abreviada, como decimos por allá con los viejos. Y está la otra región negra: Corral, Hueyapan, Cuatotolapan, Acayucan, Chinameca, con otro estilo y el instrumento mayor, que es una guitarra grande que algunos llaman leona, bumburona, bubucona, totolona y todo lo que se deriva de vozarrona, según cada músico o cada lugarcito o ranchería; allí en esa zona el sonido es más grave, haz de cuenta que se escucha un tambor africano, con la bumburona. Y está la otra región, la de los Tuxtlas, que es el mismo son pero con diferente tiempo, forma de pensar y hacer y versear.

De la misma manera que todas las personas somos distintas, igual la música no es una sola. Quienes nos apegamos a los valores originales de la música tradicional jarocha aprendimos las reglas y los encantos de los viejos y tocamos para hacer fiesta, no para cumplir un compromiso, de ahí podemos diferenciarnos de la música de restaurant, de la música del estereotipo del jarocho que se viste de blanco y su guayabera y su sombrero y sus botines blancos, que no tiene nada de malo, sino que simplemente no es música dispuesta a renovarse, a improvisar, a consultar con los viejos, que son los que saben.

(Por lo pronto, una manera hermosa y plena de festejar la vida puede disfrutarse esta noche, a partir de las 21 horas, en el superfandango que estos jóvenes músicos realizarán en el Centro Cultural La Pirámide.)

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