Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 28 de abril de 2002
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Espectáculos

TIEMPO DE BLUES

Raúl de la Rosa

El jazz en la Alemania nazi

Primera llamada


HACE APENAS UNOS días encontré -perdido entre papeles- un artículo sobre el jazz en la Alemania nazi, y aunque es conocida la intolerancia que las autoridades del efímero Tercer Reich tenían en contra del arte, que ellos llamaban decadente, no dejan de sorprender los criterios con los que éste se clasificó. Es obvio decir que muchos de los artistas que encabezaban esas listas eran de origen judío: pintores, escritores, músicos. Sus obras se retiraron de museos, galerías y bibliotecas. En 1933, en Berlín tuvo lugar uno de los actos mas estúpidos -tan comunes en el fascismo-: la quema de los libros ''degenerados", por turbas de estudiantes nazis.

EN CUANTO AL jazz, fue considerado una mezcla de "elaboraciones judías con el depravado y selvático colorido de la música negra". De hecho, era denominado por los nazis como música negra (en lo que tenían razón) y no podían tolerar que la juventud bailara al ritmo de una música tan degradante y carente de todo valor estético.

EL SWING SE puso de moda en Europa, y Alemania no fue la excepción. Pero el swing tenía otros agravantes: Benny Goodman era de ascendencia judía, además su arreglista era negro -Fletcher Henderson- y en su grupo tocaban también músicos negros. Esta música no podía ser aceptada y, en el peor de los casos, si no podía ser eliminada por completo, su ejecución debía ser rigurosamente reglamentada.

Segunda llamada


ESTOS SON LOS 7 pilares de la sabiduría nazi a los que se tenían que ajustar los músicos que interpretaran esa música degenerada:

1. LAS PIEZAS en ritmo de fox-trot (o swing), no podrán exceder 20 por ciento del repertorio de las orquestas y bandas musicales para baile.

2. EN ESTE tipo de repertorio llamado jazz, debe darse preferencia a composiciones en escalas mayores y a letras que expresen la alegría de vivir, en lugar de las deprimentes letras judías. (Me imagino a mitad del baile las juventudes nazis entonando: "Todos queremos a Adolf", con los brazos extendidos).

3. EN CUANTO al tiempo, debe darse preferencia a composiciones ligeras sobre las lentas (los llamados blues); de todos modos, el ritmo no debe exceder la categoría de allegro, medido de acuerdo al sentido ario de disciplina y moderación (órale). De ninguna manera excesos de índole negroide en el tempo (el llamado jazz) o en las ejecuciones solistas (los llamados breaks) serán tolerados.

4. LAS LLAMADAS composiciones jazzísticas podrán contener hasta 10 por ciento de síncopa; el resto debe consistir en un natural movimiento "legato" desprovisto de histéricas inversiones de ritmo (?), características de la música de las razas bárbaras y promotoras de instintos oscuros y extraños al pueblo alemán. (doble órale).

5. QUEDA ESTRICTAMENTE prohibido el uso de instrumentos extraños al espíritu del pueblo alemán, como así también el uso de sordinas que convierten el noble sonido de los instrumentos de viento y bronce en aullidos judíos. (Este punto no tiene desperdicio).

6. TAMBIEN QUEDAN prohibidos los solos de batería que excedan la mitad de un compás en tiempo de cuatro cuartos, excepto en los casos de estilizadas marchas militares.

7. QUEDA PROHIBIDO a los músicos realizar improvisaciones vocales: el scat. (La Fitztgerald y Calloway se quedaban sin chamba).

Tercera llamada


LAS ORGANIZACIONES DE la juventud de Hitler se ocuparon de que los salones de baile en los que reinaba el swing fueran gradualmente remplazados por las reuniones y bailes de carácter netamente folclórico, en armonía con la "comunidad nacional". La radio, tan vital para la enorme difusión que había tenido el jazz en los años anteriores, por orden expresa de Goebbels -ministro de propaganda de Hitler- dejó por completo de transmitir esa ''música judeo-negroide del capitalismo estadunidense, tan desagradable al alma germana (palabras del propio Goebbels)." 1

EL JAZZ PASO a la clandestinidad, y a ser uno de los símbolos culturales de la resistencia, sobre todo en la Francia ocupada (donde, por cierto, la extrema derecha ocupó un inquietante segundo lugar en las recientes elecciones en Francia, švoila!)

PERO ESA, MUCHO mas noble y enaltecedora que ésta (la de la resistencia), es otra historia.

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1 NUESTRA MEMORIA, PAGINA 28, BERLIN 2000

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