Martes 16 de abril de 2002
La Jornada de Oriente publicación para Puebla y Tlaxcala México

 
n La protesta iniciada el jueves se extendió ayer a toda la estructura de la alcaldía
Paran mil 500 trabajadores de la Comuna y afectan actividades en más de 15 dependencias

Martín Hernández Alcántara n

El paro de labores iniciado desde el jueves pasado por 250 empleados de la Secretaría de Administración Urbana de la Comuna poblana se extendió ayer a toda la estructura del ayuntamiento que encabeza Luis Paredes Moctezuma. Los mil 549 afiliados al Sindicato ònico de Empleados y Trabajadores del Honorable Ayuntamiento de Puebla e Instituciones Paramunicipales (SUETHAPI) se apoderaron por casi nueve horas de las sedes de más de 15 dependencias, entre ellas el Panteón Municipal, la Sindicatura, la Contraloría, la Tesorería y el sistema para el Desarrollo Integral de la Familia de la ciudad.
La protesta, que inició a las 7 horas y culminó cerca de las 16 horas, fue una represalia a la indiferencia que la alcaldía mostró ante las demandas planteadas por la organización gremial, que denunció desde que inició la actual gestión una "campaña de hostigamiento" contra sus miembros de parte de funcionarios de segundo y primer nivel, la cual derivó en el despido injustitificado de unos 60 laboristas, quienes ayer mismo fueron restituidos a sus puestos, según dijo a este diario Israel Pacheco Velázquez, líder de la asociación de trabajadores comunales.
A sólo dos meses de haber asumido el gobierno de la Angelópolis, Luis Paredes Moctezuma ha enfrentado cuatro paros de trabajadores, incluido el de ayer: el primero sucedió el martes 19 de febrero, cuando agentes viales se rebelaron contra la disposición de portar un chaleco con la efigie de un cocodrilo, el cual era parte del programa piloto de condonación de multas; el segundo se suscitó una semana después y en él empleados de la Dirección de Parques y Jardines lograron la destitución de una de sus superiores; el tercero inició el miércoles 27 de marzo y finalizó dos días después, lo protagonizaron policías municipales -a quienes luego se unieron sus símiles del gobierno estatal- que exigieron mejoras en sus condiciones de trabajo y salarios.
Por la mañana de ayer, los sindicalizados tomaron los edificios comunales impidiendo el paso a los empleados de confianza y directivos que se disponían a emprender su jornada laboral. En las entradas colocaron pancartas y mantas manifestando su repudio contra Luis Paredes Moctezuma, pero especialmente exigiendo la destitución de Agustín Darío Flores Cuadra, titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano, dependencia donde inició el problema a causa de que, a decir del SUETHAPI, fueron despedidos injustamente 20 trabajadores. Los quejosos hicieron un cálculo y dijeron a los reporteros que en el resto de la administración municipal habían rescindido sin explicación válida a otros 40 laboristas en las últimas semanas.
A esa situación, abundaron, se suma la actitud de funcionarios de primer y mediano nivel quienes constantemente hostigan al personal agremiado y amenazan con despidos, sin que exista motivo que justifique una medida tan drástica. Pusieron como ejemplo el cambio de plazas y dependencias que ha determinado el ayuntamiento a varios empleados, sin consultarlos o justificar el movimiento.
Externaron su descontento porque el edil Luis Paredes Moctezuma , lejos de buscar una solución inmediata a la protesta que se inició en Desarrollo Urbano el jueves anterior, se dedicó a soslayar e intentar minimizar las inconformidades ante los medios de comunicación. Incluso, apuntaron los quejosos, el munícipe fue más allá y ordenó interponer denuncias por abandono de trabajo y fabricó acusaciones de robo contra una decena de personas que participaban en el paro de dicha dependencia.
Ante la actitud del primer regidor y su equipo, los delegados del SUETHAPI decidieron solidarizarse con sus compañeros de la Secretaría de Desarrollo Urbano y hacer un movimiento de presión para demostrarle a sus patrones la fuerza de la organización, explicó Israel Pacheco Velázquez. Por eso, los mil 549 afiliados se unieron a la protesta y afectaron las actividades de más de 15 dependencias del ayuntamiento.
El líder declaró: "Esta es una medida para llamar la atención del señor presidente municipal para que fije su interés en los trabajadores. Nosotros hemos mostrado respeto a su investidura y pedimos el mismo respeto, ya no como trabajadores sino como personas". Recalcó que ningún partido político estaba detrás de la protesta.
En las primeras horas del paro no hubo una respuesta gubernamental. Fiel a su estilo, el presidente municipal declaró a la prensa que el problema no era tan grave como parecía y que habría un acuerdo con los manifestantes. Empero, amagó: "Le están jugando a llevarle la contra al alcalde, pero pido a los trabajadores que recapaciten para que no tengamos que levantar actas administrativas e iniciar despidos".
Luego, aseguró que no tenía conocimiento preciso de las demandas del sindicato: "Lo que tenemos que saber es qué es lo que nos solicitan, eso es algo que queda sumamente difuso". Afirmó que el asunto se resolvería por la vía del diálogo, aunque recalcó que su administración actuaría conforme a derecho si la primera instancia se agotaba.
De hecho, el edil insinuó que Israel Pacheco ignoraba la ley y por eso había procedido a una movilización, sin antes recurrir a la negociación, intentando desestabilizar al gobierno de la ciudad.
La dirigencia sindical y la parte patronal iniciaron el diálogo al filo de las 11:30 horas y lo terminaron a las 15:40 aproximadamente. Pactaron una mejora en las condiciones de trabajo del ayuntamiento y la investigación de 11 casos de empleados que supuestamente incurrieron en corrupción. Debido al acuerdo, que fue sólo verbal, los sindicalistas decidieron suspender una marcha que emprenderían del Paseo Nicolás Bravo al zócalo capitalino.