Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 13 de abril de 2002
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Cultura
Brecht... aquí y ahora, espectáculo y ''obsesión personal'' que ofrecerá en Bellas Artes

No debemos soslayar a los que son más y no tienen bastante: Schygulla

Cuando no hay más esperanza, tampoco se tiene vitalidad, expresa la actriz alemana

Presentará en el bar El Hábito sus videos que grabó hace un cuarto de siglo

ERICKA MONTAÑO GARFIAS

La actriz alemana Hanna Schygulla dejó de aparecer en la pantalla hace varios años por una sencilla razón: ''Las personas no tienen ideas buenas para mí. Todo lo que me proponen es mediocre, comparado con lo que he hecho. Y prefiero no hacerlo". No es pedantería, es la honestidad que la caracteriza y que le permite, lo mismo hablar de cine, de política, de su trabajo con el director alemán Werner Fassbinder o de la actualidad de Bertolt Brecht en un mundo en el cual quienes pueden cambiar las cosas no quieren hacerlo.

Schygulla, en rueda de prensa en el Salón Fósforo -donde se proyectará una retrospectiva de Fassbinder-, no responde a los reporteros. Reflexiona en voz alta en un castellano fluido y platica sus proyectos a los que llama ''sus obsesiones personales", uno es el espectáculo Brecht... Ici et maintenant (Brecht... aquí y ahora), que se presentará el miércoles próximo en el Palacio de Bellas Artes, dentro del Festival del Centro Histórico. Al respecto, expresa: ''En Londres tuve la idea de construir una especie de diálogo entre Brecht y yo, porque dentro de mí hay más retazos de él que de otro autor clásico de la época. Es hablar de mí a través de Brecht y viceversa (...) Soy yo hablando de lo que un buen poema puede hacer por tu vida. Es algo que nació muy personalmente, de mi propia pluma".

Schroeder-Putin: poder y olvido

Se preguntaba, agrega Schygulla, ¿qué es lo que el escritor alemán diría en esta época en la que el concepto de lucha de clases se ha borrado un poco, aunque todavía existe, y en la que se plantean otras cuestiones como la manipulación genética? ''Claro que no tengo las respuestas, pero las preguntas sí valen", sobre todo porque Bertolt Brecht siempre se planteó: ''¿cuándo ocurrirá que el hombre será amigo del hombre?"

Esta pregunta tendrá que responderse alguna vez, ''no por romanticismo, sino por necesidad. No podemos seguir sin considerar a los que son más y más y que no tienen bastante".

Las preguntas de Brecht siguen vigentes porque las cosas que se podrían cambiar permanecen bloqueadas en el nivel de quienes toman las decisiones, y ejemplifica: el canciller alemán Gerhard Schroeder alguna vez fue de los que querían que la sociedad fuera otra, pero ahora es amigo del presidente ruso Vladimir Putin, ''se tienden la mano, se quieren mucho y Putin era un hijo de puta de la KGB. Lo cierto es que cuando se llega al poder se olvidan las cosas, pero no hay que desesperarse porque cuando no hay más esperanza, no hay más vitalidad".

Su relación con Brecht va más allá y aquí la une con su trabajo como actriz en más de 20 películas de Fassbinder (La tercera generación, Las amargas lágrimas de Petra von Kant, Lili Marlene, por citar algunas). El cine de Fassbinder es, como el de otros autores, posbrechtiano, como en el caso de El matrimonio de María Braun, ''donde hay algo de El alma buena de Sechuán: una mujer que se divide en dos partes, una vive sus deseos más profundos y otra se conforma con las necesidades de la realidad, una es cínica y otra romántica. Todas esas fórmulas de Brecht se adaptaron al presente".

Proyecto frustrado

En el bar El Hábito, donde no cantará, Schygulla presentará videos que grabó hace 25 años después de que se frustró un proyecto con Fassbinder, sobre una pintora alemana ''que soñaba, en una fase de esquizofrenia muy fuerte, reunir con la fuerza de su alma esa ciudad dentro de ella dividida en dos: Berlín. Eso pasó 15 años antes de que cayera el Muro. Fassbinder habría realizado una metáfora de lo que sucedió en Alemania".

Los videos estarán acompañados ?explicó? por un espectáculo con sus amigas cubanas; ''estaban a punto de perderse, porque era la primera generación de las cámaras de video. Es casi un milagro que se conservaran". Después presentará Monólogo por una actriz ausente en el Foro Stanistablas y el martes 16 inaugurará el ciclo Hanna Schygulla/Fassbinder en la Cineteca Nacional.

De Fassbinder aprendió a trabajar sin demasiada preparación y ésa, a la vez, es la causa por la que él podía hacer tantas películas: ''Había una parte muy preparada, pero siempre había algo que dejaba a la inspiración".

La actriz también se refirió al cine alemán actual en el que, vislumbra, hay señales de talento; los creadores presentan cosas con más sustancia y no sólo para divertir. Sin embargo ''la diversión es buena, hacen falta cosas ligeras, hace falta reírse que es, quizá, la fuerza más anárquica".

Y deja abierta la puerta: ''Espero que a pesar de lo que pasó en los recientes años, que no había ninguna película hecha de verdad para lo que yo podía dar, algo vendrá. Todavía puedo esperar. Siempre pensé que lo mejor viene al final (...) Algo por dentro me dice que algo me espera, incluso en la pantalla, que me podría hacer resucitar, en donde por fin podría vaciar muchas cosas del orden del calor humano".

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