Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 13 de abril de 2002
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Política

Gustavo Leal F.

Madrazo sanitario

Roberto Madrazo le "ganó" a Beatriz Paredes. ƑSerá capaz, ahora, de sepultar los magros "éxitos" de las políticas sociales del foxismo? ƑO, por el contrario, contribuirá con su grano de sal para acabar de liquidar el extenso imaginario juvenil que hizo del 2 de julio de 2000 una celebración por el "cambio"; la fiesta de la "alternancia"; la oportunidad para "todos", especialmente, para las mayorías nacionales empobrecidas?

Frente a la continuidad de las "políticas" sociales del tardopriísmo (De la Madrid, Salinas, Zedillo) que el gobierno del "cambio" de Fox ha encarnado, más que gustosamente, en -la panista- Josefina Vázquez Mota (Sedeso) y -los Ƒpriístas?- Santiago Levy (IMSS), Benjamín González Roaro (ISSSTE) y Julio Frenk (Ssa), Ƒqué puede realmente ofrecerles a esos jóvenes el priísmo madracista?

En marzo de 1994, cuando asesinaron a Luis Donaldo Colosio, Roberto Madrazo se contaba entre los indiscutibles y entusiastas fieles de lo que habría podido ser el "nuevo" partido derivado del programa salinista Solidaridad. Este aparato "ultramoderno" representaría, al decir de sus defensores -el senador Carlos Rojas, por ejemplo-, la mejor garantía del "renovado" compromiso de los tecnócratas -como José Angel Gurría, que ansiaba la presencia de una generación para "24 años más"- en pro de la "consolidación" de las "reformas" estructurales "macro" iniciadas por Carlos Salinas de Gortari.

Con prisa y sin pausa, desde el marco de la liberalización económica impulsada por Salinas, el tardopriísmo buscaba articular una "nueva" política social (con el Pacto Nacional para el Combate a la Pobreza), que se reforzaría con las correspondientes políticas regionales de salud y seguridad social, gestionadas "modernamente" desde una "vigorosa" estructura territorial impulsada al amparo del Programa de las Cien Ciudades. El salinismo colosista se ufanaba de que lo que "venía" era "mucho, muy en serio".

Sin embargo, siguiendo al Banco Mundial, para diciembre de 1994 el documento de campaña zedillista sobre Salud y Seguridad Social de la Fundación Mexicana Cambio XXI Luis Donaldo Colosio (a cargo de José Narro Robles) proponía ya abiertamente que era necesario desarrollar una profunda reforma del sistema de salud y seguridad social; desarrollar la estrategia de la descentralización; separar el fondeo y la administración de recursos para la atención a la salud del resto de las participaciones de la seguridad social, especialmente de las pensiones; organizar el sistema de salud por funciones y no por grupos sociales; redefinir la misión central de la Ssa hacia la regulación del sistema; separar el financiamiento de la prestación de los servicios; otorgar prioridad a la promoción de la salud y la prevención dentro del paquete de servicios esenciales y que la participación comunitaria fuera elemento central de la reforma.

Uno de los "colaboradores" de esta "propuesta" fue Julio Frenk, por esos días vicepresidente ejecutivo de la Fundación Mexicana para la Salud (Funsalud) de Guillermo Soberón, y actual secretario del gobierno foxista de la "alternancia".

Como priísta, Madrazo también supo entonces que esta "agenda" del zedillismo sanitario fue diseñada por el actual empresario Luis Téllez -coordinador de asesores del entonces presidente Zedillo-, asistido por las "notas de estrategia" que le facilitó en 1994 el Banco Mundial y contando con la estrecha colaboración de Funsalud (Guillermo Soberón).

Roberto Madrazo sabe también que, siguiendo respetuosamente esas recomendaciones del Banco Mundial, Zedillo, Téllez y Funsalud "reformaron" la Ley del Instituto Mexicano del Seguro Social en 1995. Y que, ya en pleno foxismo "social", el tecnócrata zedillista Santiago Levy -nombrado director general de este instituto por el propio presidente Fox- "completó" esa deshumanizada empresa el 14 de diciembre de 2001, gracias a las "modificaciones" que le maniobró en el Congreso el priísta Jorge Estefan Chiriac.

Así que Roberto Madrazo se encuentra frente a una seria disyuntiva: si realmente pretende empatar con las expectativas de aquellos jóvenes que votaron por el cambio en el 2000, deberá enfrentar políticamente de inmediato, es decir: en las elecciones intermedias de 2003, a Vázquez Mota, Levy, González Roaro y Frenk que, con su simple presencia, manchan el torneo por su anhelado "humanismo con justicia social".

En caso contrario, está condenado a guardar un "estratégico" silencio hasta que la "masiva abstención" de 2003 lo propulse -por inercia- a la elección presidencial de 2006.

ƑQué puede, entonces, realmente ofrecerles Madrazo a los jóvenes defraudados por Fox: esgrimir una agenda social que trasponga eficazmente con sus propuestas específicas para 2003 a los gerentes del foxismo "social", o regresar a los ambiguos términos del autoritarismo presidencialista que le heredó Salinas?

Lo veremos pronto.

UAM-Xochimilco

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