LETRA S
Abril 4 de 2002

El hogar no es un ring.
Latin Lover

ls-latinloverPor Antonio Medina

Para el público, las luchas libres son más un espectáculo que un deporte. Los días de función, la arena se convierte en un espacio donde la emoción, la energía y la fuerza se apoderan tanto de luchadores técnicos y rudos como de sus seguidores. Divididos siempre en dos bandos, el público responde a ese derrame de adrenalina con gritos, insultos y las más diversas consignas que les brotan del hígado. Latin Lover (Víctor Reséndiz) es uno de los luchadores técnicos de más proyección en la actualidad. En los diez años que lleva en esta profesión ha comprobado que "la lucha libre no incita a la violencia"; por el contrario, "hace que la gente libere la energía contenida y se olvide por un par de horas de los problemas del trabajo o de su casa". Para conocer un poco más sobre lo que implica este espectáculo, Latin Lover conversó con Letra S y expuso sus puntos de vista sobre este deporte y la violencia en el entorno familiar y social.

"La lucha libre es un deporte que requiere de técnica y mucha preparación. Más allá de lo espectacular que pueda ser, se necesita tener buena condición física y una capacidad de acoplamiento con los otros luchadores para poder aplicar las llaves o dar los saltos, pues si no, te puedes lastimar o lastimar a tu contrincante. En mi opinión, la lucha libre no incita a la violencia, y tampoco creo que quienes nos dedicamos a este deporte seamos violentos en la vida diaria o que vengamos de ambientes necesariamente violentos y utilicemos el ring para darle salida a toda esa violencia vivida. Probablemente algunos de mis compañeros o compañeras hayan sufrido violencia en su niñez o juventud y la lucha libre sí les ha servido como un medio para mitigar ese sufrimiento, pero no es mi caso."

Latin Lover se muestra orgulloso de su físico, sabe que tiene muchas fans, pues antes de dedicarse a la lucha libre trabajó como stripper en Estados Unidos. "Cuando la gente asiste a una arena le gusta ese derrame de adrenalina que provoca presenciar una pelea. Y esto no quiere decir que saliendo de la arena vayan a agredir a toda la gente que se les atraviese por la calle o a pegarle a sus hijos y a su esposa. Asistir a una función de lucha libre les permite desestresarse, les ayuda a liberarse de las tensiones y a olvidarse por un par de horas de los problemas del trabajo o de la casa. Gritar y emocionarse en una pelea les da la posibilidad de sacar todo ese coraje contenido. Yo creo que hay más agresividad en las telenovelas que en un ring de lucha libre."

Padre de dos niños que a veces lo sacan de "quicio", pero a los que nunca golpea, opina que "nadie puede ir por la vida agrediendo al mundo porque le salieron mal las cosas o porque no encuentra la manera de resolverlas. Mucha de la agresividad es por esos motivos, y eso se vuelve muy grave cuando la agresión es en contra de los hijos o la esposa: esa violencia destruye a las familias, y es imperdonable." Con estudios universitarios en Administración de Empresas, Latin Lover concluye que "en nuestra sociedad nos han enseñado que todo hombre, por muy débil que sea, tiene orgullo y dignidad. Por lo tanto 'es necesario sacar la casta' para demostrarlo. Yo tuve una mala experiencia al principio de mi carrera. Para reponerme y demostrarme que sí podía --no que era muy hombre o muy macho, sino que sí podía con la responsabilidad que el público me había conferido--, lo único que hice fue trabajar intensamente, ejercitándome y perfeccionando la técnica de la lucha libre. Esa situación me hace pensar que probablemente mucha gente puede desesperarse y liberar su coraje contra otros, principalmente contra las más débiles. A esas personas les aconsejo el deporte, pues es terapéutico."