Los colonos, quienes
son miembros de Antorcha Campesina (AC) -organización
afin al PRI-, resaltaron que la crisis jurídica por la
que atraviesan es responsabilidad de Germán Sierra
Sánchez, senador de la República, y de Celso Fuentes
Ramírez, ex diputado federal del PRI. Ambos,
coincidieron, propiciaron el arribo de miles de familias
a esa zona, ubicada al sur de la ciudad de Puebla.
Así, estos habitantes exigen al gobierno de Melquiades
Morales y al de Luis Paredes que intervengan para anular
la decisión de los tribunales, y con ello salvar lo
único que poseen como patrimonio.Todo por los votos
Los vecinos, molestos, consideraron la
decisión del juzgado octavo de lo penal como una
arbitrariedad debido a que -dijeron- no llegaron a
invadir los terrenos en donde construyeron sus casas.
"Nosotros no somos paracaidistas; aquí llegamos
como parte de un programa propangandístico al cual nos
invitaron Germán Sierra y Celso Fuentes en 1995 (cuando
el primero fue candidato a la presidencia municipal de
Puebla).
En aquel entonces, reconocen, ya había en la zona
algunas familias asentadas, pero un alto porcentaje
arribó tras la convocatoria del PRI y su aspirante a
munícipe, pagando una cuota de 60 pesos para tener
derecho a un lote.
"Con esa cooperación, los priistas no sólo nos
dieron la oportunidad de que cientos de personas
decidieran echar raíces en estas colonias, sino además
ampliaron las calles e hicieron gestiones para que
viviéramos mejor; sin embargo, los años felices han
terminado y ahora quieren hacernos ver como invasores,
cuando fueron el PRI y sus autoridades quienes nos
trajeron", expuso Don Nicolás, quien se negó a
proporcionar su apellido con el argumento de que eso
implicaría perder su propiedad, pues aseguró que el
tricolor mantiene aún influencia en el área.
Desde entonces han pagado cuotas que van de 50 hasta mil
pesos. Incluso, muchos de estos pobladores trataron en el
transcurso de los años con más de tres presuntos
dueños. El último de ellos, José Alberto Hernández
Meléndez, cobró a los vecinos cantidades
"exorbitantes", pues cada uno depositó en
manos de éste hasta 8 mil pesos en un periodo de dos
años.
Asimismo, pese a que en un principio reconocieron la
labor de Mario Marín Torres durante su gestión como
presidente municipal de Puebla, le reprocharon que haya
declarado a la región como "colonias en proceso de
regularización" y diera orden de otorgar todos los
servicios a sus pobladores, para que al final un juez
ordenara su retiro forzoso.
"Esto es increíble, Marín nos dejó casi todo
arreglado y para qué, si nos quieren echar. Esto es
resultado de problemas entre los mismos priistas, y es
que como no quieren a los integrantes del grupo del ex
presidente, se la quieren cobrar con nosotros, para lo
cual compraron la conciencia del juzgado", aseguró
Guadalupe Pantoja, presidente del Comité de Obras de la
colonia Nuevo Plan de Ayala.
También Marín Torres les aseguró que Hernández
Meléndez era "el único" que poseía las
escrituras de los terrenos sobre los que estaban ubicados
sus hogares. "Estamos dispuestos a negociar, pero
que nos digan de una vez por todas quién es el verdadero
dueño, pues ahora salen con que el beneficiario del
fallo de los jueces es Ciro Marín Hernández",
añadió.
En un comunicado que fue redactado y repartido ayer por
el Comité de Antorcha Popular de las Colonias del Sur,
se explicó a los vecinos que los medios de comunicación
han difundido la noticia de que serán desalojados la
próxima semana para restituirle -según este volante-
poco más de 176 hectáreas a Marín Hernández, quien
compró los lotes a José Muñoz de Cote, afirmaron. Por
ahora, sólo están a la espera de los hechos.
Miseria e incertidumbre
La miseria se observa de inmediato al
entrar en estas colonias. En el Nuevo Plan de Ayala, en
la Unión Antorchista y en Ampliación Luis Donaldo
Colosio las condiciones de vida no son las mejores. Las
casas con paredes y techos de lámina de cartón son la
constante en el paisaje urbano de esta zona de la ciudad;
por arriba de éstas resaltan los hogares con paredes
construidas a base de ladrillos y block, aunque los pisos
sean de tierra, y por protecciones en el espacio de las
ventanas tengan atoradas cobijas, mantas o sacos de yute.
Las calles mal trazadas, el polvo que se levanta con el
escaso tránsito de vehículos son características
propias del hábitat. Por ahí también se observa
caminar a niños sucios, despeinados, muchos de ellos con
la ropa rota e incluso sin zapatos, quienes a diario,
tiene que enfrentarse a la realidad que los aqueja: la
pobreza.
La defensa, con todo...
Eduardo Martínez, uno de los líderes
de la colonia Unión Antorchista, rechaza que haya
engañado a sus vecinos prometiéndoles escrituras:
"Sí tenemos documentos y con ellos nos ampararemos,
no podrán sacarnos de aquí", dijo.
A la entrevista llegan más de treinta colonos por la
noticia del desalojo. "De aquí no nos vamos, si
quieren venir que lo hagan, pero vamos a defender nuestro
patrimonio con piedras y a machetazos si es
necesario", advirtió Martínez, e insistió:
"Tenemos el apoyo de Antorcha Campesina, no podrán
con nosotros".
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