Nueva agresión contra Mundos corporales en Londres
Destrozan uno de los cuerpos plastinados de Von Hagens
Un individuo golpeó el cadáver con un martillo
Enfado por lo ocurrido en ''la cuna de las libertades''
YANIRETH ISRADE
Por segunda ocasión en Londres y por primera desde que comenzó su recorrido por Europa, la polémica muestra Mundos corporales, que exhibe fragmentos humanos y cadáveres plastinados, recibió manifestaciones de rechazo. Si el sábado 23, día de su inauguración, se registró una protesta sin mayor trascendencia, la de este martes consistió en destrozar uno de los cuerpos luego de que un hombre usó el martillo para golpearlo, informan agencias internacionales y la prensa del viejo continente.
El autor de la exposición, el científico alemán Gunther von Hagens, calificó los actos ocurridos en la galería Atlantis de ''vandálicos y similares a la profanación de un cementerio. Estoy enfadado porque esto ocurre precisamente en el Reino Unido, que considero la cuna de las libertades".
El agresor de 50 años, quien fue detenido, pegó en la pieza hasta tirarla de su pedestal. Partes del cuerpo que antes se exhibía en posición erguida quedaron esparcidas y rotas en el suelo, detalla el diario El País.
Días antes, en la apertura, Martin Wynness cubrió con una manta el cadáver de una mujer embarazada que muestra su feto de siete meses y regó pintura sobre el suelo de la sala mientras expresaba lo ''horripilante" e ''indigno" de la muestra, informó el diario londinense The Guardian.
''El vientre y el bebé constituyen un sitio privado y es un asunto que involucra sólo a la madre y al hijo. Es de algún modo un lugar sagrado, no desde un punto de vista 
religioso, sino humano. Pienso que no debería exhibirse'', expresó.
''Aquí no hay más que un terrible show", declaró Wynnes.
Mundos corporales incluye 175 partes del cuerpo y 25 cadáveres, todos ellos, según Von Hagens, provenientes de donaciones voluntarias y sometidos a su método de conservación, que consiste en sustituir el líquido del cadáver por un plastificador que evita la degradación orgánica.
''No habíamos sufrido ningún incidente como éste en una exposición que han visitado 8 millones de personas", expresó.
La exhibición, autorizada en Londres tras una resolución del gobierno que concluyó que no violaba ninguna ley, registra visitantes que superan los 3 mil en 24 horas.
En Berlín, de acuerdo con reportes de El País, unas 5 mil personas la visitaron en un día. Austria, Suiza y Japón -donde atrajeron en total a 6 millones de personas- son otros sitios en los que se ha presentado para multiplicar también el debate ético en torno de la dignidad humana.
En Italia, la prensa calificó de ''macabra" la propuesta de Von Hagens.
En contraste, la Unión de Educación de Berlín y la Unión de Fisioterapeutas recomendó visitarla ''para tener idea de cómo funciona el cuerpo".
La Iglesia no dio tregua. Desde el principio la consideró "indigna del hombre".
Ejercicio de democratización
La muestra abarca restos de cadáveres de hombres y mujeres y de embriones en estado más o menos completo: esqueletos, músculos, órganos y las pieles con pestañas, cabello y tatuajes.
Von Hagens reitera que su intención es sólo mostrar la anatomía humana cuyo interior es desconocido por muchos.
''Este es un ejercicio de democratización; se trata de que el público lego conozca las funciones del cuerpo humano y se familiarice con él", ha dicho el creador del método de plastinación."
La premisa de Von Hagens se ha constatado en la fascinación que produce en los espectadores y, según reportes de La Jornada, los latinoamericanos podrían apreciarla en un par de años, con México como primer país de la lista.
El Instituto de Plastinación de Heidelberg, que preside Von Hagens, recibió una propuesta de la coordinación de artes visuales de Televisa para traer a México la exposición, informó Karen Schuessler, coordinadora de la organización de las exposiciones (La Jornada,11/02/02).
Precisó que por parte de Von Hagens y del Instituto de Plastinación existe, por ahora, el acuerdo de traer la muestra a México.
Schuessler afirmó que si bien consideran a México un país abierto, donde los temas relacionados con la muerte tienen un tratamiento especial por sus propias tradiciones, también saben de las profundas convicciones religiosas de los mexicanos y habría que ver qué tan preparados están para tener una visión diferente de su propio cuerpo, lo cual conlleva riesgos que han de ser analizados; ''la reacción del público es lo más importante a considerar", enfatizó.
