Lunes en la Ciencia, 25 de marzo de 2002


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Física teórica: tradición e interdisciplina

Octavio Novaro Peñalosa

novaro_octavio_m15z2Investigador desde hace más de 30 años, Octavio Novaro (México DF. 1939) es uno de los físicos teóricos que han contribuido a construir la tradición de estudio del área en México y ha formado numerosos eslabones para la investigación en el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) y el Instituto de Física de la UNAM, el cual dirigió en los 90 y en el que actualmente trabaja.

Octavio Novaro Peñalosa sonríe y dice que está orgulloso de ser un investigador que en base a la teoría, fórmulas y matemáticas ha logrado consolidar su trabajo.

Maestro y doctor por la Facultad de Ciencias de la UNAM, Novaro Peñalosa además de su investigación en física atómica y molecular, mecánica cuántica, teoría de grupos y catálisis teórica y experimental, ha transitado por el tortuoso camino de patentar en este país.

"Un físico matemático generalmente no patenta y en México es más raro, ya que la ciencia es relativamente joven y resta mucho trabajo teórico por hacer, pero yo desde el principio tuve cierta curiosidad por esto y una prueba de ello es que no me fui al extranjero a continuar mis estudios sino al IMP, que en esa época iniciaba con muchas expectativas".

Uno de los temas más importantes en el inicio de la carrera del doctor Novaro era la catálisis, que principalmente era un tema del área de la química. Sin embargo el investigador recuerda que uno de sus maestros (Jerzy Plebanzki) citaba a Dirac, quien decía que con la ecuación de Schrodinger toda la química estaba resuelta. "Obviamente, con ese tipo de optimismo se me hacía fácil acercarme al área".

A través de las matemáticas, acota Novaro ųPremio Nacional de Ciencias y Artes y Premio de Ciencias de la Unescoų se pudo explicar la química y su fenómeno más misterioso que es la catálisis.

"El catalizador aparenta ser un testigo inocente de lo que ocurrió en una reacción química, pero su presencia controla el proceso. Puede hacer que reacciones que tomarían una semana sucedan en un momento".

Al trabajar en estos procesos Octavio Novaro decidió formar un grupo teórico y experimental en México en el que participan numerosas instituciones de investigación. De esa colaboración de ciencia básica surgieron patentes 100 por ciento mexicanas, cuyos principales actores han sido el doctor Ricardo Gómez y la doctora Tessy López, experta mundial en la técnica sol-gel.

Uno de los trabajos desarrollados fue mejorar los catalizadores para automóvil que actualmente se usan basados en metales preciosos como el paladio, platino y el rodio, (estos dos últimos, más caros que el oro) y poder desarrollar en México uno que utilizara rutenio, un metal que es 100 veces más económico, en lugar de rodio.

"Se hicieron estudios y descubrimos que con el rutenio podíamos formar estructuras que nadie había visto, pero este material no se usaba porque su actividad catalítica se pierde por envenenamiento y además se volatiliza en el medio ambiente."

Pero con estudios teóricos, explica el investigador, se mostraron nuevas formas de usar el rutenio, en una cerámica especial sol-gel (un material que no es realmente una estructura cristalina, ni un líquido, pero tiene características intermedias de ambos), que protege el metal y evita sus inconvenientes de uso.

Aunque se llegó a mostrar que esto podría utilizarse en nuevos catalizadores y patentamos el proceso, dice Novaro, fueron muchos años en conseguir el trámite y "ya no podíamos ir más allá, si no hay un aparato industrial interesado en utilizar este conocimiento".

Actualmente, el especialista trabaja conjuntamente en un proyecto para encapsular en sol-gel agentes anticancerígenos (trabajo que hace la doctora Tessy López), que se usan para tratar el cáncer en el laboratorio del doctor Arturo Ortega en el Cinvestav-IPN. Esto es importante porque generalmente los tratamientos son tan fuertes que pueden actuar y dañar otras partes sanas del organismo. Sin embargo, asegura, la investigación está en pañales, pero hay un gran campo de investigación en este tema. "Los que entramos a esto estamos como un poco condenados a serlo desde el principio. Un científico es un niño que nunca aprende a dejar de preguntar." (Mirna Servín Foto: Arturo López)

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