Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Miércoles 20 de marzo de 2002
  Primera y Contraportada
  Editorial
  Opinión
  Correo Ilustrado
  Política
  Economía
  Cultura
  Espectáculos
  Estados
  Capital
  Mundo
  Sociedad y Justicia
  Deportes
  Lunes en la Ciencia
  Suplementos
  Perfiles
  Fotografía
  Cartones
  La Jornada de Oriente
  Correo Electrónico
  Busquedas
  >

Política

Carlos Martínez García

Discriminación religiosa

Eal juarista Andrés Manuel López Obrador se está atreviendo a dar apoyos a la Iglesia católica que ni el mismo Fox, con su bien conocida militancia religiosa, tiene la osadía de implementar. El anuncio hecho por autoridades del gobierno de la ciudad de México, en el sentido de que apoyarían con transporte gratuito a los asistentes a la canonización de Juan Diego, representa un favoritismo hacia una confesión y, al mismo tiempo, discrimina a los credos minoritarios.

El asunto fue traído a colación, en estas mismas páginas, por un escritor que milita en el PRD, Paco Ignacio Taibo II. En su artículo "ƑTransporte gratis? Carta abierta para el jefe de Gobierno" (La Jornada, 6/03), el autor de una de las mejores biografías del Che Guevara hace un llamado para que López Obrador reconsidere su ofrecimiento a la jerarquía católica y guarde un necesario equilibrio hacia otras asociaciones religiosas que también tienen reuniones masivas, pero que no requieren apoyos oficiales. Coincido con Taibo II cuando sostiene que es un error proporcionar transporte gratuito a quienes asistirán a la canonización de Juan Diego. Agrego una petición: que el gobierno presidido por Andrés Manuel López Obrador haga público el presupuesto estimado para brindar esos apoyos a feligreses de la Iglesia católica. Es preocupante que el jefe de Gobierno, quien cuando tomó posesión del cargo ostentó un cuadro con la imagen de Benito Juárez, se ponga en el papel de acólito al servicio de los clérigos que organizan la quinta visita de Juan Pablo II a México. Más grave aún resulta que los servicios los vaya a prestar con recursos de un Estado laico y aportados por contribuyentes que no necesariamente son católicos.

Si bien es cierto que para desgracia del obispo Onésimo Cepeda el acto santificador de Juan Diego no tendrá lugar en terrenos de la diócesis que preside, y que fue para trasladar a los fieles a Ecatepec que el gobierno capitalino hizo el ofrecimiento original, hasta ahora la administración de Andrés Manuel sigue sosteniendo su promesa de llevar a los asistentes a la probable ceremonia religiosa adonde ésta tenga lugar. Falta ver si la deteriorada salud de Karol Wojtyla le permite encabezar el acto en la Basílica de Guadalupe. Es más, en algo que parece competencia para congraciarse con las cúpulas católicas, Alejandro Encinas se asemeja al secretario de Gobernación al anunciar operaciones logísticas que en realidad le corresponde hacerlas públicas a las autoridades católicas y no a funcionarios de los gobiernos federal y de la ciudad. Si ambos están descubriendo que les acomoda bien hacerla de voceros del Episcopado, tienen todo el derecho de realizarse profesionalmente en otro lugar que no sea el servicio público de un Estado laico.

Lo ofrecido por el gobierno de la ciudad de México para la fiesta juandieguista es una franca discriminación a los creyentes de otras confesiones religiosas.

El 21 de marzo del año pasado, La Jornada dio cuenta de ello: se reunieron en las pirámides de Teotihuacán "para cargarse de energía y espiritualidad" millón y medio de personas. A nadie se le ocurrió solicitar transporte gratuito. Hace dos o tres años los cristianos evangélicos abarrotaron el estadio Azteca y no necesitaron la ayudita de gobierno alguno. ƑY si de aquí en adelante algún grupo no católico reclama transporte gratuito a sus actos, se lo otorgará Andrés Manuel? Si no lo hace estaría demostrando que le interesa más el número de fieles que movilizará la Iglesia católica y no un trato equitativo a ciudadanos mexicanos que tienen una identidad religiosa distinta. Lo mejor es respetar el laicismo del Estado mexicano y que cada asociación religiosa congregue a sus integrantes por sus propios medios. A las autoridades sólo les corresponde dar los servicios de apoyo necesarios para grandes concentraciones de personas.

La claridad de Paco Ignacio Taibo II es contundente cuando desentraña el motivo del ofrecimiento de López Obrador: "No puedo ver la oferta más que como una maniobra oportunista por parte del gobierno que diriges, destinada a ganar popularidad y, desde luego, ajena a los principios constitucionales y a la equidad".

Por mi parte agrego que si el subsidio se llega a consumar, Ƒcon qué cara podrá criticar Andrés Manuel las futuras mocherías de Fox? El jefe de Gobierno de nuestra ciudad debe saber que ésta es una de las entidades del país donde se concentra gran diversidad en todos los órdenes. Tal vez el Distrito Federal sea la urbe más plural de México. No se puede actuar desde el poder con acciones que desconocen esa pluralidad, favoreciendo solamente a una expresión religiosa con el afán de ganar imagen política.

Por último, le informo a Taibo II que yo estaré con él cuando el próximo 21 de marzo vaya a "llevarle flores al monumento a Juárez por obvias y simbólicas razones". Aunque yo no espero, ni solicito, transporte gratuito proporcionado por Andrés Manuel. Nos vemos ese día en el lugar y hora de la cita: esquina de Atlixco y Alfonso Reyes, a las 16:30.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año