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Brozo: tenebroso sexismo y violencia contra las mujeres --- Siempre hablando de nalguitas y partes femeninas ---Su secretaria, objeto sexual bello y mudo a la que nalguea, llama a chiflidos y califica de perrito casero --- En La Jornada ¿el feminismo al ghetto y el diario impertérritamente sexista por los siglos de los siglos? Eli Bartra |
También se ha intentado cambiar el profundo sexismo en la lengua y ahora tenemos un presidente que habla en femenino y masculino... resultado, sin duda alguna, de treinta años de feminismo; y, sin embargo, algunas feministas se horrorizan y tienen incluso la tentación de volver al "neutro" masculinizante para no hablar el lenguaje del poder. Cuando el gobierno se adueña de las ideas y las propuestas feministas parece que éstas pierden sentido. Pero no hay que olvidar los esfuerzos realizados para que se incorpore el femenino en la lengua, nos encontramos muy lejos de lograrlo plenamente y por ello no debemos cejar en el empeño de tener un lenguaje incluyente. Y cuando esto sucede, aunque sea desde la cúpula de un gobierno con el cual quizá no comulgamos, cuando el mensaje que se da desde ahí es de que es preciso nombrar a las mujeres ¿por qué no alegrarnos? Y así como se ha conseguido que algunos mandatarios hablen en femenino, es también importante reconocer que se ha avanzado en cuanto a lograr más equidad en los medios masivos de comunicación y en cuanto a que se ventilen los problemas del sexismo imperante aún en nuestra sociedad. Por ello, no deja de sorprenderme un personaje como el de Brozo en la televisión, hoy en Televisa, en su programa El mañanero. Es difícil de entender cómo una persona que parece inteligente, lúcida y crítica, en muchos de los tópicos que aborda, sobre todo en cuestiones políticas nacionales e internacionales, puede mostrarse tan profundamente sexista. Entre recurrente broma y broma, se vuelve francamente insoportable, no desaprovecha la menor oportunidad para meter sus comentarios machistas de mal gusto. Todo el tiempo está hablando de nalguitas femeninas y demás. Es muy significativo que en la mesa chacotera,
donde se comentan las noticias, estén, en primerísimo lugar
el payaso Brozo el jefe -el gran patriarca que trata de manera harto patarnalista
al resto del equipo-, Camacho el especialista en deporte, el reportero
de internacionales Cokemón y la señora Laura Cors, quien
es más que nada una cara bonita que, de vez en cuando, opina dulcemente
(cual debe ser) y cumple con la función de defender, cuando puede,
el sentido común y la dignidad de las mujeres. Ella es la mujer
santa, la respetable esposa y seguramente futura madre. Pero por lo menos
ella puede hablar, en cambio a la bellísima secretaria, Isabel,
se decidió convertirla simplemente en el objeto sexual por excelencia,
en la materialización de la fantasía masculina más
clásica con respecto a la mujer: hermosa y muda. Ella representa
a la puta, (se la llama a chiflidos como a los animales y Brozo dice que
"cuando no está arreglada parece perrita de casa") por
contraposición a la santa que es la señora, en la clásica
dicotomía en que se clasifica a las mujeres. Además, es
tan la mala, que alguna vez cuando no obedece al padre hay que darle,
incluso, alguna nalgada. ¡Qué buena broma! A todas luces
se justifica así la violencia en contra de una mujer bajo el supuesto
de que es gracioso. He escuchado a mucha gente justificar el
-a todas luces- injustificable machismo de Brozo porque, se dice, "eso
es lo que corresponde al personaje que está representando".
Si es así, en ese personaje no hay consistencia alguna. Con la
excusa de que se trata de un payaso cuya función es hacer reír,
hacer payasadas, muestra un machismo galopante siempre que se le antoja.
Yo me pregunto ¿qué no se podría ser chistoso y hasta
hilarante sin ser sexista, siendo incluso antimachista? Aunque no creo que Brozo sea el líder
de opinión por televisión -como se dice por ahí-
quizá mejoraría bastante su programa si se quitara mucha
paja, la publicidad dentro del programa hecha por los comentaristas de
noticias fungiendo como agentes de ventas, el chacoteo sin sentido y,
sobre todo, suprimiendo el sexismo. Cualquier excusa es buena, modelos de ropa, actrices, incluso en el homenaje a Manuel Álvarez Bravo han privilegiado, por supuesto, las fotos de desnudos de mujeres, maravillosas fotos, pero en el contexto que sabemos que hay que aprovechar lo que sea para mostrar desnudos, incomoda ya que se tiene la sensación, como dije, de que cualquier excusa sirve. Un diario que cuenta con una publicación feminista como Triplejornada no debería permitirse ese despliegue de sexismo a lo largo y ancho de su publicación. ¿O qué, el feminismo al ghetto y el diario que siga impertérritamente sexista por los siglos de los siglos? |
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