Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 3 de marzo de 2002
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Espectáculos
Asegura que el éxito y la fama no le preocupan

Para Gerard Depardieu, la comunicación es mucho más importante que ser estrella

DPA

Hamburgo, 2 de marzo. El éxito y la fama no me preocupan. Lo que cuenta para mí es la comunicación con otros; eso es mucho más importante que ser una estrella, aseguró Gérard Depardieu, uno de los actores más populares de Francia.

Depardieu no tuvo que prepararse mucho para encarar su papel de Obelix en la película Asterix y Obelix -Misión Cleopatra, la nueva entrega de la saga del legendario guerrero galo creado por René Goscinny. "No fue necesario, porque yo soy Obelix", dijo el actor de 53 años en el estreno alemán, anoche, en Hamburgo.

"Obelix tiene flores y jabalíes en la cabeza. Es como un niño grande, asexuado y convencido de que el mundo y la gente son buenos. Me da la impresión de un autista, que siempre se refugia dentro de sí mismo."

Depardieu habla con orgullo sobre su participación en la producción televisiva Napoleón, en la que encarna al jefe de policía Fouché. "Esto es historia europea, realizada con actores de toda Europa. La televisión es un medio maravilloso, porque puede ser vista en todo el mundo", señaló.

El artista, que planea una película basada en el libro de Julio César sobre la guerra con los galos, comentó: "Siempre me han interesado la historia y las figuras históricas. La historia siempre se repite, y la política la necesita para aprender".

En el futuro cercano, Depardieu desea trabajar con directoras. "Después de todo, mi carrera comenzó con Marguerite Duras como directora. En algunos sentidos, las mujeres son más poderosas en esta profesión. Además, es interesante trabajar con una mujer, pues siempre se crea una especie de historia de amor entre director y actor".

"Es mucho más duro ser actriz que actor", opina el francés. El público es miserable y castiga a las mujeres cuando envejecen. Un hombre puede permitirse acumular grasas y estar desaliñado, eso da igual, y ser aceptado aún después de los 50 años. Para las mujeres, éste es un trabajo brutal", afirmó.

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