La policía dice que detuvo a comandante de las FARC

Nuevos bombardeos sobre la ex zona de distensión de Colombia

DPA Y AFP

santafe de bogota, 2 de marzo. La Fuerza Aérea Colombiana (FAC) bombardeó hoy de nuevo los alrededores de La Uribe, uno de los cinco municipios de la antigua zona de distensión, y la policía afirmó haber dado un fuerte golpe a la insurgencia con la aprehensión de uno de los comandantes del frente 51 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), José Parménides Castro.

La televisión local difundió imágenes de los nuevos bombardeos lanzados por la aviación sobre las zonas rurales de La Uribe, a cuyo casco urbano intentan llegar los militares en medio de fuertes combates con las guerrillas.

El general Fernando Tapias, comandante de las fuerzas militares, había afirmado la víspera que La Uribe fue recuperada desde el viernes en la madrugada, y se ufanó de que este territorio era el "bastión histórico" de las FARC.

En paralelo, este día las autoridades lograron rehabilitar el servicio de energía eléctrica en Florencia, capital de Caquetá, el cual se hallaba suspendido desde hace 11 días, así como el servicio de telecomunicaciones, interrumpido desde el domingo pasado, a causa de los atentados dinamiteros de la insurgencia.

Pero la región sigue sufriendo los rigores del desabasto de víveres y combustibles debido a su aislamiento vía terrestre, lo que ha obligado a las autoridades a establecer puentes aéreos para el envío de cargas.

La policía anunció la captura en un populoso barrio bogotano de José Parménides Castro, identificado como jefe del frente 51 de las FARC, que opera en el centro del país. Señaló que además era una pieza clave en la estructura de finanzas de la agrupación.

El insurgente era requerido por la fiscalía por cargos de rebelión, secuestro y extorsión, y al ser detenido se le incautaron armas de fuego, teléfonos celulares y casi 6 mil dólares. Se trata, se dijo, del segundo golpe a la guerrilla tras la muerte en combate el miércoles de otro jefe del frente 54, identificado como Silverio.

Once guerrilleros de las FARC y un paramilitar de extrema derecha resultaron muertos, así como una treintena de rebeldes capturados, al cabo de la jornada del sábado en el contexto de otra ola de violencia tras la ruptura del proceso de paz .

Los combates ocurrieron en los poblados de El Castillo y Mesetas, departamento de Meta, así como en Curillo, Caquetá, Carmen de Atrato, en Chocó, y Río Seco, Cundinamarca. El ejército afirmó haber impedido el asalto a Curillo y haber frustrado el secuestro de una veintena de campesinos que navegaban por el río Magdalena, cerca de Barrancabermeja.

Otro reporte dio cuenta del secuestro el jueves del italiano Claudio Grugnany por presuntos rebeldes del Ejército de Liberación Nacional (ELN), en una autopista entre Bogotá y Medellín. Junto con el italiano fueron plagiados dos de sus acompañantes colombianos.

La candidata presidencial Ingrid Betancourt, secuestrada el pasado 23 de febrero por las FARC, declaró al semanario alemán Der Spiegel que "la guerra contra el narcotráfico es una farsa" en Colombia, debido a que la clase política "está aliada a la mafia", y lo mismo ocurre con las guerrillas.

En la entrevista, concedida días antes de ser plagiada, indicó: "estamos combatiendo a campesinos inocentes, los acusamos de estar cometiendo crímenes, agravamos la crisis social del país, pero los verdaderos narcotraficantes no tienen nada que temer".

Estimó que las FARC se "hacen el harakiri" con sus ataques a la infraestructura del país, pues así "le hacen el juego al enemigo político" e inciden en que la población crea que la única solución es la aniquilación total de la insurgencia.

Por otra parte, trascendió que Estados Unidos y Colombia mantienen discrepancias sobre los datos de producción de coca en el país andino, pues mientras el gobierno colombiano proclama el éxito de su política de erradicación de cultivos ilícitos, un informe del Departamento de Estado sostiene que el año pasado la cosecha aumentó.