Declara que estarían implicados Soros,
Bush padre, Kissinger y Menem, como peón
Podría ocurrir en Argentina un golpe de Estado
no tradicional, advierte el carapintada Seineldín
Son parte de un establishment angloamericano
que buscaría la intervención de la ONU, afirma
REUTERS, AFP Y DPA
Buenos Aires, 2 de marzo. En Argentina es posible
un golpe de Estado "no tradicional", impulsado por el "establishment
angloamericano", advirtió este sábado el detenido ex líder
golpista Mohamed Alí Seineldín.
En declaraciones radiales, el ex jefe militar precisó
que el presunto golpe buscaría la intervención de la Organización
de Naciones Unidas (ONU) y de las fuerzas armadas estadunidenses y de otros
países.
Los integrantes del establishment "estiman que
tiene que haber entre 300 y 400 muertos que amedrenten al tercer movimiento
histórico, que es el cacerolazo, el cual tienen que diluir
porque no es conveniente para los intereses angloamericanos", dijo.
Afirmó que esa posible maniobra significaría
el inicio de una guerra civil controlada por los mismos integrantes de
ese supuesto establishment, quienes a su vez ordenarían la
solución, que sería una fuerza de la ONU.
Condenado a prisión perpetua por dirigir la rebelión
carapintada de diciembre de 1990 contra el gobierno de Carlos Menem,
Seineldín señaló que ese sector estaría formado
por "grandes financistas", entre ellos George Soros, así como George
Bush padre, ex presidente de Estados Unidos, y Henry Kissinger, ex secretario
de Estado de ese país.
Desde su prisión en la base militar de Campo de
Mayo, Seineldín insistió en mencionar a Menem al abordar
el asunto, pero aseguró que el ex presidente argentino sólo
"es un acólito de ellos. No es integrante de ese establishment,
es un peón".
Explicó que ante la crisis que se produzca, el
plan general es llamar a la ONU y se organizaría un triunvirato
formado por un militar y un político argentinos, quienes ante esa
circunstancia llamarían a Naciones Unidas. "Allí vendría
la participación de los ejércitos limítrofes, con
el aval de Estados Unidos, y se restablecería el orden".
Rechazó que se pueda producir un golpe como el
de 1976, que dio origen a uno de los periodos más sangrientos de
la historia argentina. "El golpe de Estado tradicional, en el que el poder
político caía y el ejército asumía, no se va
a producir más". Las fuerzas armadas argentinas, agregó,
"están completamente desmanteladas" y "prácticamente integradas
a la ONU".
Mientras esto expresaba el ex líder golpista, las
asambleas barriales emprendieron anoche un nuevo cacerolazo, a pocas
horas de que seguidores del presidente Eduardo Duhalde realizaran la más
importante concentración de apoyo a su gobierno.
Los focos de protesta de miles de ahorradores y desocupados
fueron la Plaza de Mayo, la cercana Plaza del Obelisco y la residencia
del ex ministro de Economía Domingo Cavallo.
El viernes, precisamente, se cumplió el plazo de
90 días para liberar los depósitos bancarios prometido por
el ex ministro del renunciante Fernando de la Rúa, quien dejó
el poder tras la rebelión de diciembre.
Por la represión policial durante las manifestaciones
del 20 de diciembre en Buenos Aires, que dejó cinco muertos, el
presidente De la Rúa y el ex ministro del Interior, Ramón
Mestre, serán investigados en las próximas dos semanas.
El diario La Nación informó que la
jueza federal María Servini de Cubría, quien indagará
a De la Rúa y a Mestre, decidió además, anoche, dejar
detenido al ex secretario de Seguridad, Enrique Mathov, quien se entregó
ayer a la justicia.
La jueza buscará determinar el grado de responsabilidad
de los ex funcionarios en la represión de las protestas. De acuerdo
con las indagatorias, la muerte de esas cinco personas fue provocada por
perdigones de bala de plomo.
De otro lado, Duhalde expresó hoy durante su programa
radial Conversando con el presidente su convencimiento de que será
escuchado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), tras lograr un acuerdo
con las provincias para reducir gastos y la aprobación del presupuesto
para 2002, que son requisitos fijados por el organismo para negociar la
ayuda financiera al país.
El jefe de gabinete, Jorge Capitanich, también
señaló que el gobierno espera un acuerdo con el FMI que permita
iniciar negociaciones para una "razonable" restructuración de la
deuda pública.