Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 3 de marzo de 2002
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Economía

José Antonio Rojas Nieto

Costos e impuestos en la electricidad

Los resultados de explotación que publica la Comisión Federal de Electricidad (CFE) contienen información muy rica. Según datos públicos del año 2000, CFE concentra cerca de 90 por ciento de la energía eléctrica que se distribuye en México (191 mil 426 de millones de kilovatios-hora en ese año), y con ella satisface cerca de 18 por ciento de los requerimientos del sector residencial; 25 por ciento de los industriales; 39 por ciento del sector comercial; y prácticamente ciento por ciento del sector público. Globalmente la electricidad satisface 15 por ciento de las necesidades nacionales de energía.

Para producir esa energía eléctrica y transformar, transmitir, controlar y distribuir la mayor parte de ésta (Luz y Fuerza del Centro entrega a los usuarios finales 20 por ciento) el más reciente informe de explotación asegura que CFE tuvo costos por 7 mil 164 millones de dólares (9.6 pesos por dólar). Estos sólo incluyen remuneraciones al personal; combustibles y fuerza comprada; mantenimientos y materiales; impuestos, derechos y otros pequeños gastos.

En 2000 a ellos se sumaron otros 5 mil 904 millones de dólares que incluyen una depreciación por mil 604 millones de dólares; 286 millones de indirectos de las oficinas nacionales; 243 millones de costo financiero; 741 millones de obligaciones laborales; y -justamente parte del núcleo de la polémica actual en la industria eléctrica-, 3 mil 31 millones de dólares del llamado aprovechamiento. ƑQué es este famoso aprovechamiento? Se trata del pago que según el artículo 46 de la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica, la CFE está obligada a hacer al gobierno federal por los activos nacionales que utiliza para prestar el servicio público de energía eléctrica.

Este aprovechamiento se determina anualmente. Resulta de la tasa que por ley se aplica al valor del activo fijo neto en operación del ejercicio inmediato anterior reportado en los estados financieros. Por ejemplo, en 1999 se reportaron activos fijos netos por 41 mil 191 millones de dólares. Por ello, el aprovechamiento representó 7.4 por ciento de ese total. Pero en el tercer párrafo de este artículo 46 se indica que los subsidios a los consumidores de energía eléctrica se podrán bonificar contra el aprovechamiento. Se deduce, entonces, que el aprovechamiento es una forma de obtener de la misma industria eléctrica el subsidio a los consumidores. ƑEs conveniente que así sea?

Pero Ƒa cuánto ascendió el subsidio en el año 2000? En la página 307 del Anexo del Primer Informe de Gobierno del Presidente Fox se asegura que para los usuarios de CFE fue de 4 mil 149 millones de dólares. Esto significa que la CFE debió recibir mil 118 millones de dólares pues de aprovechamiento acreditó 3 mil 031 millones. Por cierto si sumamos estos mil 118 millones de dólares a los mil 604 millones de dólares de depreciación, la CFE debería haber dispuesto de casi 3 mil millones de dólares para su expansión. Números negros muy importantes, entonces.

Dados pues los números oficiales publicados, el costo total del kilovatio-hora alcanzó 7.5 centavos de dólar. Si descontáramos el aprovechamiento, sólo sería de 5.8 centavos (23 por ciento menos).

Pero Ƒes válido descontarlo? Aquí está centrada una buena parte de la polémica actual sobre la reforma eléctrica. ƑDebe incorporarse en el costo este rendimiento por la utilización de los activos públicos nacionales? Hay voces a favor y hay voces en contra. ƑCómo deberían ser las aportaciones al fisco de estas empresas? O, acaso, Ƒdebieran operar a costo directo sin esa aportación?

El régimen legal manda acreditar ese aprovechamiento. Esto, sin embargo, nos lleva a una situación curiosa. Los consumidores que, según el Congreso, merecen subsidio en su consumo eléctrico (que no se nos olvide que determinar quiénes deben ser subsidiados compete al Congreso) reciben no sólo lo que falta entre su pago y el costo sin aprovechamiento, sino también la parte que debieran aportar para solventar su propio subsidio. Difícil de entender, pero así resulta.

En consecuencia, si el costo promedio sin aprovechamiento fue de 5.8 centavos de dólar y de él sólo pagaron, por ejemplo, tres centavos de dólar por kilovatio-hora, en lugar de sólo subsidiárseles 2.8 centavos, se les subsidian 4.5 pues teóricamente deberían haber aportado 1.7 centavos para, precisamente, pagar su propio subsidio.

Se trata de un interesante enredo que debe discutirse sin duda en el marco del análisis sobre el nuevo régimen bajo el que debieran actuar las empresas de servicio público de electricidad.

Así, independientemente del juicio que nos merezca la situación, lo cierto es que este aprovechamiento se suma a la renta petrolera del combustóleo, del diesel y del gas natural. Se trata de dos ingresos que van al fisco. Sólo por no dejar convendrá preguntarse cuál sería el costo sin estos rubros. La cuenta es muy fácil; la comentaremos luego.

 

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