Ante esa ofensiva, el Estado debe convertirse en regulador del mercado: especialistas

Las trasnacionales, detrás del plan globalizador

Condenan en foro socialista la guerra presuntamente antiterrorista de Estados Unidos

RENATO DAVALOS

En el seminario de los socialistas esta vez las posiciones fueron de la condena a la "guerra presuntamente antiterrorista estadunidense", a las intenciones que se esconden detrás del Plan Colombia para "poner orden" y allanar el camino al paso trasnacional en su ruta globalizadora.

En el segundo día de trabajo del sexto seminario Los partidos y una nueva sociedad se escucharon las expresiones palestinas, las ecuatorianas, las uruguayas y las coreanas.

Germán Rodas, del Partido Socialista Ecuatoriano, hizo alusión al Plan Colombia y a las distorsiones que ha impuesto este programa geopolítico en el orden latinoamericano.

En el fondo, señaló, se esconden intenciones de dominación del capital trasnacional. El papel del Plan Colombia en este caso es "poner orden" en la región. "Pero también hay una persecución de las identidades indígenas o mestizas que han estado presentes en las pretensiones globalizadoras.

"De manera silenciosa, pero efectiva, los Estados nacionales van desapareciendo y las relaciones de poder van trastocándose", comentó.

"Así -agregó-, surgen intermediaciones falsas de gobernabilidad y de interlocución entre los distintos sectores nacionales, aunque en el fondo se mantenga el objetivo globalizador y el poder trasnacional que está detrás de él".

Bajo estos signos, el presunto combate a la guerra por parte de Washington también ha resultado una vertiente falsa. Desde hace muchos años no sólo se conocen los brutales consumos de estupefacientes entre la población estadunidense, sino también las intenciones que privan detrás de esa presunta guerra contra las drogas, señaló.

Baste recordar el turbio papel estadunidense en los vínculos que tuvo con la contra nicaragüense. Ni qué decir, apuntó, del caso de Afganistán, por citar el más reciente, cuando se propiciaron de manera deliberada las grandes producciones opiáceas en los años recientes y luego se dio un giro a partir del 11 de septiembre pasado.

Además están las intervenciones estadunidenses en el sureste asiático, lo mismo en Tailandia que en Vietnam. Se traslucen las mismas intenciones y propuestas en los casos referidos.

La voz palestina

De la autoridad palestina, Fawzi Yousif llevó al foro la recrudecida guerra en la que se ha visto envuelto su pueblo con los israelíes, desde aquella aparición de Ariel Sharon como un elemento detonante en esta nueva etapa de conflicto.

Yousif criticó a Estados Unidos al decir que esa nación ha construido su historia con base en la guerra y no en la paz. A ello no se salvan el conflicto palestino ni el afgano, ni tantos otros que ha registrado la historia.

"Nosotros no somos los terroristas, como ellos que han bombardeado sin piedad territorio afgano, población civil, incluidos niños y mujeres", concluyó.

El uruguayo Carlos Barayba, que el pasado domingo estuvo como observador en los comicios internos del PRI, en el foro planteó que pese a la ofensiva globalizadora, el Estado finalmente tiene que convertirse en un firme regulador del mercado. De no hacerlo así, dijo, los profundos estragos sociales que la globalización ha dejado sentir sobre millones de personas en el orbe tenderán a acentuarse.

Ese es el punto donde hoy deben centrarse los esfuerzos de los gobiernos nacionales. Frente a la globalización como un proceso ya ineludible, tienen que erigirse los mecanismos que permitan tratar de regular los profundos contrastes que generará ese proceso.

Pak Ghyoh, del Partido del Trabajo coreano, hizo un recuento histórico de la intervención estadunidense y de los esfuerzos que su país ha desplegado a través de los años para consolidar su soberanía. Particularmente se refirió al hito histórico del año pasado, cuando los presidentes de las Coreas se reunieron en una fecha memorable.

Es esa defensa de la soberanía, detalló, la que hoy explica que el Ejercito en nuestro país sea la columna vertebral del sistema frente a los ataques del exterior.
Desde luego, agregó, no hemos estado exentos de maniobras antisocialistas que pretenden aplastar a nuestro pueblos.

Por ello, especificó, la fidelidad que se ha mostrado durante muchos años hacia las fuerzas armadas.

En el final de este encuentro, este domingo habrá un recuento de conclusiones y acuerdos a que habrán llegado los representantes de 45 naciones y de casi un centenar de agrupaciones socialistas y comunistas.