Sus seguidores, tamal en mano, abarrotaron auditorio
de la CTM
Entregan galardón a Romero Deschamps por constante
defensa de los trabajadores
CAROLINA GOMEZ MENA
Por la alegría que se reflejaba en su rostro y
en sus actitudes triunfalistas, nadie podría pensar que es el hombre
señalado de, presuntamente, haber desviado mil 100 millones de pesos
de Pemex hacia la campaña de Francisco Labastida. Y es que así
lució ?ufano, con la sonrisa pintada en el rostro? Carlos Romero
Deschamps, líder del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la
República Mexicana (STPRM), quien ayer fue galardonado con la medalla
Fidel Velázquez por su "constante defensa de los derechos de los
trabajadores".
Tal vez lo que motivó esta reacción fue
el respaldo "incondicional" de los cientos de trabajadores petroleros que
se apostaron en las afueras de la Confederación de Trabajadores
de México (CTM) y colmaron el auditorio Fernando Amilpa provistos
de pancartas en las que se leía "Felicidades", mantas, banderines,
sirenas y tamales y atole que se repartían en una camioneta.
Con evidente satisfacción por las porras y consignas
que en su favor gritaban sus seguidores, durante su discurso de agradecimiento
por la presea Romero Deschamps aprovechó para arremeter, por primera
vez, contra "la acción oportunista de diversos grupos de interés
que buscan la fotografía, la declaración tronante... la justificación
para quienes los financian". Con esas palabras intentó convencer,
más que a los que ahí aplaudían casi automáticamente,
a la prensa y a la opinión pública de que es inocente.
"¡Carlos,
amigo, jamás serás vencido!", "¡Petroleros con Romero!",
gritaban emocionados, pero sobre todo presuntamente convencidos de la inocencia
de su líder, los que desde temprano arribaron a las instalaciones
de la CTM para "poder alcanzar asiento".
En este marco, el diputado priísta (a quien le
correspondía recibir la distinción en febrero pasado, pero
declinó a favor de Martín Montaño, ex secretario de
Organización de la CTM) señaló que no le agregará
"gasolina al fuego", por lo cual "no se esperen de nosotros filtraciones
o intentos de manipulación informativa que aviven la especulación".
Tal vez a raíz de esto fue que una decena de guardaespaldas,
minutos antes de que fuera clausurada la 125 asamblea general ordinaria
de la CTM, formaron una valla para impedir a los medios entrevistar al
líder petrolero. El cerco se rompió a causa de los empujones
de los adeptos a Romero Deschamps, que pugnaban por acercarse a él
para felicitarlo, así como de los reporteros que luchaban por arrancarle
algunas palabras.
Esto no terminó con los esfuerzos de este cuerpo
de seguridad, sino que por el contrario desató actitudes poco civilizadas
que terminaron en aventones, pisotones, empujones, advertencias de "¡es
que no van a pasar!" y apretones que tiraron celulares, despeinaron y exaltaron
los ánimos de todos los que se vieron en medio del tumulto.
?¿Se considera un perseguido político? ?le
gritó un reportero, mientras intentaba esquivar los empujones de
uno de los guardaespaldas de Romero Deschamps, a lo que éste pareció
responder con un escueto "no".
?¿Cuáles son las pruebas que ha aportado
a la PGR sobre su inocencia?
No hubo respuesta, sus guardaespaldas habían logrado
llevarlo al estacionamiento y cerraron la angosta puerta de acceso a éste.
En el podio quedó la evidencia de la lucha por acercarse al secretario
general del STPRM: letras de unicel destrozadas y un celular que no se
sabía de quién era, el cual quedó tirado en un auditorio
que ya estaba vacío.
Minutos antes, en la tribuna y con medalla al cuello,
Romero Deschamps reprochó al gobierno haber permitido que la acusación
en su contra se hiciera pública, y sostuvo que gracias a un "desafortunado
manejo en la discreción a la que la ley obliga a la autoridad, se
puso en el tapete de la discusión pública de los medios lo
que debe corresponder sólo al ámbito estrictamente jurídico",
señalamiento que hizo que los presentes de manera inmediata se levantaran
de sus asientos y apoyaran con porras a su líder sindical, quien,
después de la pausa, prosiguió:
"Al escándalo que crearon revelaciones que por
ser parciales y fuera de contexto hacen aparecer delictivo lo que está
estrictamente apegado al derecho laboral, se ha sumado la acción
oportunista de grupos de interés", comentario que también
recibió una ovación.
Sobre el silencio que guardó al respecto, el priísta
argumentó que "fácil hubiera sido la réplica, la explicación
que se vuelve confusa cuanto más se quiere satisfacer a todos y
cuando la guerra de dimes y diretes convierte a cada espectador en juez
que distorsiona todos los elementos para un juicio equilibrado".
Es por esto que asentó, una vez más, que
los integrantes de la directiva del STPRM "hemos decidido abstenernos de
hacer declaraciones, pronunciamientos o respuestas improvisadas al calor
de las emociones y reservarnos, como lo ordena la ley, nuestros alegatos
para presentarlos ante las autoridades que corresponda".
En medio de flashazos, y de gente que comenzaba
a acercarse al presidium, la cual era vigilada de cerca por los guardaespaldas,
Romero Deschamps alzó la voz para que nadie tuviera duda de su inocencia,
y aseguró: "nada tememos, y por eso, esperamos serenos los dictámenes,
que parecen estar muy cerca", lo que dio pie a una nueva sesión
de gritos de apoyo y copiosos aplausos.
En el discurso, el cual se entregó a la prensa
minutos antes de que el legislador ocupara la tribuna, también se
menciona la confianza en la ley y sus instituciones, porque "apegarnos
a ella es nuestra mejor defensa y recurso".
Justamente por esto es que el líder petrolero puso
ya "en sus manos toda la documentación que es necesaria para el
descargo, y hemos ratificado nuestra voluntad de entregarles toda aquella
que requieran para que la evalúen y determinen lo conducente".
Bajándole al tono de confrontación respecto
a lo informado por los medios, el secretario general del sindicato de Pemex
dijo que además de confiar en la ley creen en la "gran capacidad
de la opinión pública para separar la paja del trigo, en
medio de la maraña del escándalo y de la exageración,
para colocar a cada quien en el lugar que merece", dando a entender que
su lugar no es el de ser señalado como responsable del desvío.
Pero también quiso enviar un mensaje a los petroleros
que dudan de su verdad, y a quienes han sentido "molestia" porque "al calor
de la diatriba absurda ha sido puesta en duda la legitimidad de sus prestaciones,
calificando lo que ha sido producto del trabajo, la entrega y la disciplina
por muchos años, como privilegios y abusos".
Medalla al secretario general de la CRT
Casi inadvertida pasó la entrega de la misma medalla
a Mario Suárez, secretario general de la Confederación Revolucionaria
de Trabajadores (CRT), quien dijo recibir con "humildad" el galardón,
y comentó que a pesar de los "errores que hayamos cometido los líderes
de trabajadores, nadie puede negar que nuestro trabajo dio por resultado
la creación de un movimiento obrero plural". Y es que la fiesta
era de Romero Deschamps, él era el invitado de honor, y de eso no
quedó duda.