Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 3 de marzo de 2002
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Política
Sus seguidores, tamal en mano, abarrotaron auditorio de la CTM

Entregan galardón a Romero Deschamps por constante defensa de los trabajadores

CAROLINA GOMEZ MENA

Por la alegría que se reflejaba en su rostro y en sus actitudes triunfalistas, nadie podría pensar que es el hombre señalado de, presuntamente, haber desviado mil 100 millones de pesos de Pemex hacia la campaña de Francisco Labastida. Y es que así lució ?ufano, con la sonrisa pintada en el rostro? Carlos Romero Deschamps, líder del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), quien ayer fue galardonado con la medalla Fidel Velázquez por su "constante defensa de los derechos de los trabajadores".

Tal vez lo que motivó esta reacción fue el respaldo "incondicional" de los cientos de trabajadores petroleros que se apostaron en las afueras de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) y colmaron el auditorio Fernando Amilpa provistos de pancartas en las que se leía "Felicidades", mantas, banderines, sirenas y tamales y atole que se repartían en una camioneta.

Con evidente satisfacción por las porras y consignas que en su favor gritaban sus seguidores, durante su discurso de agradecimiento por la presea Romero Deschamps aprovechó para arremeter, por primera vez, contra "la acción oportunista de diversos grupos de interés que buscan la fotografía, la declaración tronante... la justificación para quienes los financian". Con esas palabras intentó convencer, más que a los que ahí aplaudían casi automáticamente, a la prensa y a la opinión pública de que es inocente.

"¡Carlos, amigo, jamás serás vencido!", "¡Petroleros con Romero!", gritaban emocionados, pero sobre todo presuntamente convencidos de la inocencia de su líder, los que desde temprano arribaron a las instalaciones de la CTM para "poder alcanzar asiento".

En este marco, el diputado priísta (a quien le correspondía recibir la distinción en febrero pasado, pero declinó a favor de Martín Montaño, ex secretario de Organización de la CTM) señaló que no le agregará "gasolina al fuego", por lo cual "no se esperen de nosotros filtraciones o intentos de manipulación informativa que aviven la especulación".

Tal vez a raíz de esto fue que una decena de guardaespaldas, minutos antes de que fuera clausurada la 125 asamblea general ordinaria de la CTM, formaron una valla para impedir a los medios entrevistar al líder petrolero. El cerco se rompió a causa de los empujones de los adeptos a Romero Deschamps, que pugnaban por acercarse a él para felicitarlo, así como de los reporteros que luchaban por arrancarle algunas palabras.

Esto no terminó con los esfuerzos de este cuerpo de seguridad, sino que por el contrario desató actitudes poco civilizadas que terminaron en aventones, pisotones, empujones, advertencias de "¡es que no van a pasar!" y apretones que tiraron celulares, despeinaron y exaltaron los ánimos de todos los que se vieron en medio del tumulto.

?¿Se considera un perseguido político? ?le gritó un reportero, mientras intentaba esquivar los empujones de uno de los guardaespaldas de Romero Deschamps, a lo que éste pareció responder con un escueto "no".

?¿Cuáles son las pruebas que ha aportado a la PGR sobre su inocencia?

No hubo respuesta, sus guardaespaldas habían logrado llevarlo al estacionamiento y cerraron la angosta puerta de acceso a éste. En el podio quedó la evidencia de la lucha por acercarse al secretario general del STPRM: letras de unicel destrozadas y un celular que no se sabía de quién era, el cual quedó tirado en un auditorio que ya estaba vacío.

Minutos antes, en la tribuna y con medalla al cuello, Romero Deschamps reprochó al gobierno haber permitido que la acusación en su contra se hiciera pública, y sostuvo que gracias a un "desafortunado manejo en la discreción a la que la ley obliga a la autoridad, se puso en el tapete de la discusión pública de los medios lo que debe corresponder sólo al ámbito estrictamente jurídico", señalamiento que hizo que los presentes de manera inmediata se levantaran de sus asientos y apoyaran con porras a su líder sindical, quien, después de la pausa, prosiguió:

"Al escándalo que crearon revelaciones que por ser parciales y fuera de contexto hacen aparecer delictivo lo que está estrictamente apegado al derecho laboral, se ha sumado la acción oportunista de grupos de interés", comentario que también recibió una ovación.

Sobre el silencio que guardó al respecto, el priísta argumentó que "fácil hubiera sido la réplica, la explicación que se vuelve confusa cuanto más se quiere satisfacer a todos y cuando la guerra de dimes y diretes convierte a cada espectador en juez que distorsiona todos los elementos para un juicio equilibrado".

Es por esto que asentó, una vez más, que los integrantes de la directiva del STPRM "hemos decidido abstenernos de hacer declaraciones, pronunciamientos o respuestas improvisadas al calor de las emociones y reservarnos, como lo ordena la ley, nuestros alegatos para presentarlos ante las autoridades que corresponda".

En medio de flashazos, y de gente que comenzaba a acercarse al presidium, la cual era vigilada de cerca por los guardaespaldas, Romero Deschamps alzó la voz para que nadie tuviera duda de su inocencia, y aseguró: "nada tememos, y por eso, esperamos serenos los dictámenes, que parecen estar muy cerca", lo que dio pie a una nueva sesión de gritos de apoyo y copiosos aplausos.

En el discurso, el cual se entregó a la prensa minutos antes de que el legislador ocupara la tribuna, también se menciona la confianza en la ley y sus instituciones, porque "apegarnos a ella es nuestra mejor defensa y recurso".

Justamente por esto es que el líder petrolero puso ya "en sus manos toda la documentación que es necesaria para el descargo, y hemos ratificado nuestra voluntad de entregarles toda aquella que requieran para que la evalúen y determinen lo conducente".

Bajándole al tono de confrontación respecto a lo informado por los medios, el secretario general del sindicato de Pemex dijo que además de confiar en la ley creen en la "gran capacidad de la opinión pública para separar la paja del trigo, en medio de la maraña del escándalo y de la exageración, para colocar a cada quien en el lugar que merece", dando a entender que su lugar no es el de ser señalado como responsable del desvío.

Pero también quiso enviar un mensaje a los petroleros que dudan de su verdad, y a quienes han sentido "molestia" porque "al calor de la diatriba absurda ha sido puesta en duda la legitimidad de sus prestaciones, calificando lo que ha sido producto del trabajo, la entrega y la disciplina por muchos años, como privilegios y abusos".

Medalla al secretario general de la CRT

Casi inadvertida pasó la entrega de la misma medalla a Mario Suárez, secretario general de la Confederación Revolucionaria de Trabajadores (CRT), quien dijo recibir con "humildad" el galardón, y comentó que a pesar de los "errores que hayamos cometido los líderes de trabajadores, nadie puede negar que nuestro trabajo dio por resultado la creación de un movimiento obrero plural". Y es que la fiesta era de Romero Deschamps, él era el invitado de honor, y de eso no quedó duda.

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