Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 28 de febrero de 2002
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Política

Una salvadoreña expone a Rodríguez Pizarro los agravios sufridos en México

Escucha relatora casos de violencia contra migrantes

VICTOR BALLINAS

La relatora especial para los Derechos Humanos de los Migrantes, de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Gabriela Rodríguez Pizarro, escuchó el testimonio de una joven salvadoreña que huyó de su país y llegó a México sin documentos, donde sufrió violaciones sexuales, vejaciones, malos tratos y discriminación, agresiones que padecen los migrantes, y sobre todo las mujeres centroamericanas que abandonan sus países por la violencia y la crisis.

La denuncia estremeció a Rodríguez Pizarro y a representantes de 20 organizaciones no gubernamentales (ONG). La relatora, sin embargo, no mostró sorpresa, pues dijo que lo que escuchó reafirma su convencimiento de que continúan maltrato y abusos contra migrantes, situación que no excluye a México.

El testimonio presentado ayer frente a la relatora por la joven salvadoreña, cuya voz se entrecortaba en momentos por el llanto, es el siguiente: "Tenía 17 años cuando fui detenida por agentes de Migración en Tabasco y me remitieron al penal de Palmasola, en Coatzacoalcos, Veracruz. Había un piso para mujeres en esa cárcel y otros eran para los hombres. Ahí los presos le pagaban al subdirector del centro penitenciario cinco pesos por dejarlos abusar de nosotras. Ellos venían y nos escogían cada vez que querían...

"Nací en El Salvador, y por no tener muchas oportunidades de crecer y de desarrollarme, porque había una guerra civil en mi país y por la difícil situación económica, tuve que salir. Además, había mucha violencia contra nosotros, quizá por la guerra."

La migrante aseveró que salió de su país al cumplir los 14 años, en 1980. Ya tenía una niña de seis meses, que dejó a cargo de su madre al venir a México en busca de oportunidades para ayudar a los suyos. De hecho era menor de edad, tenía 17 años, cuando fue detenida en Tabasco. La enviaron al penal de Palmasola y la mezclaron con presos sentenciados.onu_cndh_m26i

Los representantes de las ONG presentes declararon al final del encuentro: "Nos estremeció esta historia, que es cotidiana contra las migrantes. No dejó de impactarnos, enojarnos, pero sobre todo nos motivó para seguir documentando las violaciones que se cometen en México contra los migrantes que cruzan sin documentos el país".

Cuando la salvadoreña recordaba que eran vendidas y violadas en las cárceles, se le fue la voz. Se llevó las manos al rostro para enjugar su llanto. Se detuvo unos instantes para tomar fuerza y continuar.

"En la cárcel en donde me recluyeron los hombres abusaban de mí. Pagaban a las autoridades para que los dejaran acostarse con nosotras. Ellos (los presos) nos escogían y le pagaban al subdirector cinco pesos por cada una de nosotras. Así sucedía cada vez que querían."

La mujer dijo que permaneció un mes con 17 días en ese lugar. Tiempo después conoció a su actual compañero mexicano, con quien tiene tres hijos. Su relación ha sido difícil por la situación económica y porque él es alcohólico, seguido la golpea y la amenaza con que la va a denunciar para que la expulsen del país.

Sin embargo, ahí no acaban los malos tratos. Estos también los recibió cuando intentó denunciar ante la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal a su pareja por los golpes le propinaba. "Cuando me presenté ante el Ministerio Público para presentar la denuncia, la autoridad me dijo que mi compañero estaba en todo su derecho por ser mexicano, y no quiso tomar mi declaración".

La mujer acudió entonces a la Comisión Nacional de Derechos Humanos y presentó una queja. De ahí se le remitió a la procuraduría capitalina con un oficio para que tomaran su declaración. Sin embargo, nuevamente fue engañada, pues se le retuvo por varias horas, incluso cuando intentó llevar al baño a uno de sus hijos.

"Me llevaron a la estación migratoria. Los oficiales se presentaron a la procuraduría y me dijeron que me iban a llevar a declarar. Pero no fue cierto. En la estación migratoria me encerraron. Ahí estuve siete días junto con mis hijos. Un día, cuando uno de ellos tenía dolor, pedí una pastilla para calmárselo, y la oficial de Migración me respondió que mejor le diera un cigarro." Después de esa situación la mujer obtuvo por fin autorización para trabajar en México. "Con el papel que me dieron ya no me podrán expulsar a mi país", dijo más tranquila.

Anoche la relatora Rodríguez Pizarro llegó a Tapachula, Chiapas, donde recogerá testimonios de migrantes. Sostendrá reuniones de trabajo con autoridades y ONG, y el sábado se trasladará a Veracruz para continuar con su visita.

Critica AMDH actitud de senadores

Oscar González, presidente de la Academia Mexicana de Derechos Humanos, calificó de falta de responsabilidad el desaire que hicieron los senadores a la relatora especial Rodríguez Pizarro, al no asistir a la reunión del martes.

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