El galimatías del PRI

Le recomendamos que no siga leyendo este texto, pues sólo perderá su tiempo, no encontrará nada nuevo ni revelador. Hoy vamos a hablar sobre la contienda interna del PRI para elegir a su presidente nacional y todo lo que diremos es de sobra conocido.
Si hay algo bueno de todo lo sucedido el domingo pasado, es que el Revolucionario Institucional ya no tendrá ningún argumento para negar las prácticas electorales que le fueron tan útiles hasta antes que perdiera la presidencia de la República. ¡Cómo desconocer los "carruseles", la compra del voto, los "ratones locos", las urnas "embarazadas", el acarreo y otras tantas invenciones de la picaresca tricolor aplicadas en comicios constitucionales, cuando tales fueron ejercidas sin miramientos en su competencia doméstica! En segundo lugar, es destacable que con toda la parafernalia empleada por el PRI, su índice de simpatizantes disminuyó drásticamente en sólo dos años, pues si en las pasadas elecciones internas para elegir candidato a la presidencia

de la República aseguraron que participaron 10 millones de mexicanos, el 24 de febrero de 2002 sólo acudieron a las urnas del otrora partido oficial tres millones de personas.
Una lección más es que el gran perdedor de los últimos años en Puebla ha sido el gobernador Melquiades Morales Flores: se apostó por Francisco Labastida Ochoa para que fuera el abanderado presidencial del PRI, pero en Puebla ganó el ex mandatario estatal Manuel Barlett Díaz; el 2 de julio del 2000 apoyó al sinaloense en las constitucionales y éste fue derrotado por Vicente Fox Quesada; en los comicios del 11 de noviembre del año pasado, su candidato a la alcaldía Angelopolitana, Carlos Alberto Julián y Nacer, fue vencido por el panista Luis Paredes Moctezuma. Por último, en la interna del PRI, aunque en la entidad ganó la candidata del jefe del Ejecutivo local, Beatriz Paredes Rangel, las tendencias oficiales hasta ayer, a nivel nacional, señalaban que ella estaba siendo superada por Roberto Madrazo Pintado.

Algo más. Un poblano que nunca se asume como vencido es Mario Marín Torres: cuando el PRI el 2 de julio dijo que había perdido el partido, no él; también se deslindó de la derrota que sufrió Julián y Nacer y ayer simplemente declaró en una rueda de prensa que él no le apostó su capital político a Roberto Madrazo. ¡No cabe duda que el ex edil angelopolitano es todo un triunfador!