Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 19 de febrero de 2002
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Cultura
El 97 aniversario del Hospital General de México, marco para recordar sus aportaciones

Rinden homenaje a Clemente Robles, figura señera de la medicina nacional

Destacan su labor de precursor de la neurocirugía y del combate contra la cisticersosis

Hizo la única contribución de nuestro campo médico al mundo en los recientes 50 años

ARTURO JIMENEZ

Considerado uno de los pilares de la medicina mexicana del siglo XX, Clemente Robles, con aportes en la cardiología, la neurología y otras áreas, recibió el pasado jueves un homenaje postmórtem de la comunidad médica del Hospital General de México, en el contexto de la celebración del 97 aniversario de dicho nosocomio, donde realizó la mayor parte de su labor e incluso fue nombrado director emérito.

Pero Clemente Robles, quien nació en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, el 18 de agosto de 1907 y murió el 16 de diciembre pasado, a los 94 años, también desarrolló gran parte de su trabajo médico, de investigación y docencia en el Hospital Juárez y la Facultad de Medicina de la UNAM, de la que fue profesor emérito y doctor honoris causa.

Energía para ser y hacer

Durante una semblanza el día del homenaje, realizado en el auditorio Doctor Abraham Ayala González, lleno en su mayoría por hombres y mujeres de bata blanca y al que asistieron familiares y la esposa de Robles, Rosalba Loza, el neurocirujano Noé Vargas Tentori destacó:

''Con su trabajo de investigación clínica, introduciendo el uso del Praziquantel -con el antecedente de su utilidad en la cisticercosis porcina, contribución de Manuel Chavarría, de la Facultad de Veterinaria de la UNAM-, Robles hizo la única aportación de la medicina mexicana al mundo en los recientes 50 años."

Su personalidad, agregó Vargas Tentori, se caracterizó ''por su inteligencia, su educación, su línea de vida, sus habilidades, su formación, su energía para ser creativo, para ser y hacer, con una identidad personal y nacional".

Vasta trayectoria

La trayectoria de Robles como cirujano, investigador, docente y administrador es muy amplia, pues destaca como uno de los pioneros de la neurocirugía en México. Aunque quizá uno de sus aportes más conocidos es el mencionado combate a la cisticercosis, en el que también es precursor.

Según información proporcionada por Vargas Tentori, su alumno y colaborador en diversos momentos, Robles debió advertir en su contacto cotidiano con los pacientes que la atención a los enfermos de cisticercosis con localización en el sistema nervioso central quedaba rezagada, ''como una deuda con la sociedad".

No debe olvidarse que todavía en 1979 la mortalidad por esta enfermedad llegaba a 80 por ciento, sin existir ningún tratamiento específico. Además, las posibilidades de sobrevivir después de la neurocirugía llegaban a tres o cuatro meses.

En 1940, señaló Vargas Tentori, Robles escribió: ''De las causas que en nuestro medio originan cuadros hipertensivos intracraneanos, que dan síntomas de localización y conducen al diagnóstico de seudotumor cerebral, la cisticercosis ocupa el primer lugar". Y agregaba: ''Difícilmente hay un síndrome neurológico cerebral que no pueda ser originado por la cisticercosis".

En 1941 Robles describió el cuadro clínico de la cisticercosis del cuarto ventrículo y cómo esta localización produce la muerte inesperada de los pacientes. Tres años después escribió que ''de las lesiones intracraneales 25 por ciento son cisticercosis".

Vargas Tentori recordó que en 1961 Robles comenzó a utilizar las válvulas de Pudenz en las hidrocefalias producidas por cisticercosis y en 1966 informó en la Academia Mexicana de Cirugía sobre 40 casos derivados.

Pero fue en septiembre y octubre de 1979 cuando introdujo por vez primera el uso del Praziquantel en el tratamiento de la cisticercosis cerebral en el humano, al curar con éxito el caso de un niño desahuciado. Un año después utilizó el medicamento en una serie de cien casos, que reportó en 1982 con un seguimiento de dos años.

Reto para la investigación

Robles fundó en 1984 el Centro para el Control y Profilaxis de la cisticercosis en Morelos. Tres años después estudió 700 casos y escribió en Journal of Neurosurgery los resultados del seguimiento de cinco años de 141 pacientes.

Robles, indicó Vargas Tentori, ''comunicó al mundo sus observaciones; sus trabajos son un manantial de información sobre el tema y colocó en la mesa de las discusiones y controversias el tema de la cisticercosis". Aseguró que en la actualidad la enfermedad se cura en 50 por ciento, se beneficia de la mejoría 35 por ciento y la mortalidad ha bajado de 80 a 16 por ciento.

''A 21 años de distancia, el doctor Robles dejó abierto el tema de la cisticercosis como un reto para la investigación clínica y científica por las grandes interrogantes que han surgido con las recidivas o reinfestaciones, tratándose de una enfermedad generalizada."

Fundador de instancias médicas

Entre otros aportes de Clemente Robles, figura haber fundado en el Hospital General de México el primer servicio de neurocirugía del país, en 1937, además del servicio de cirugía cardiovascular en el Instituto Nacional de Cardiología, en 1944. Hizo la primera intervención quirúrgica en un caso de persistencia del conducto arterioso que tuvo éxito en el país.

También impulsó la cirugía gastroenterológica en el Hospital de la Nutrición, cuando éste era una extensión del pabellón 9 del Hospital General de México. Además organizó el Servicio de Neurocirugía en el Hospital Infantil de México. Fue presidente y miembro honorario de las academias Nacional de Medicina y Mexicana de Cirugía y recibió diversos reconocimientos en México y el extranjero.

Como indicador de la calidad moral y de la filosofía médica que caracterizaba a Clemente Robles, cabe destacar su intervención en el 25 Congreso Nacional de Cirugía General, realizado en Acapulco el 15 de octubre del año pasado, dos meses antes de morir, el cual llevó su nombre en homenaje a su labor.

Dijo a unos 2 mil participantes ahí reunidos: ''Los felicito por haber escogido la carrera de médico cirujano, la más noble de todas, pues al propio tiempo que hace el bien, permite el engrandecimiento y el perfeccionamiento de la persona.

''Los invito también a que colaboren en estos momentos difíciles en los que se parecen conjurar circunstancias adversas a nuestro país, no tanto el asunto político, sino también el económico y el científico. Estoy seguro de que el compromiso que tienen contraído con la nación, con la escuela y con ustedes mismos de salvar este momento difícil será cumplido cabalmente."

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