Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Viernes 8 de febrero de 2002
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La situación es de "normalidad"; el oficial es manipulado por la oposición: Caracas

Demanda el coronel rebelde Pedro Soto la renuncia del presidente Hugo Chávez

El mandatario venezolano sostenía anoche reuniones de trabajo en el Palacio de Miraflores

AFP, REUTERS Y DPA

Caracas, viernes 8 de febrero. El presidente Hugo Chávez enfrentaba esta madrugada la rebelión de un coronel de la fuerza aérea que encabezó a una multitud opositora frente a la residencia presidencial de La Casona.

El coronel Pedro Soto, que esta noche invitó a los venezolanos a "formar un gobierno democrático que saque a las huestes cubanas que están entrando a Venezuela", había asegurado que permanecería en el lugar hasta que Chávez presentara su renuncia, pero lue-go anunció para el mediodía de este viernes una nueva concentración opositora.

La tensión frente a La Casona había au-mentado al llegar algunos seguidores del mandatario que gritaban "No pasarán". Chávez ha recibido en estos días duros ataques desde Washington.

Pero cerca de la medianoche los simpatizantes del militar rebelde comenzaron su retirada, aunque se informaba que en algunos puntos de Caracas y Maracaibo había cacerolazos opositores.

A todo esto, Chávez se mantenía ayer en el presidencial Palacio de Miraflores en una reunión de trabajo con miembros de la banca privada, del Banco Central de Venezuela y el ministro de Finanzas, porque la situación en el país es de "normalidad", afirmó el vicepresidente Diosdado Cabello.

Cabello habló frente a miles de manifestantes que se agolpaban pasada la medianoche frente al palacio presidencial en apoyo del gobierno, cuando Soto y sus simpatizantes comenzaban a retirarse de La Casona.

"Estamos trabajando sin ningún problema, aquí no ha pasado nada", aseguró, y señaló que hasta pocos minutos antes había estado laborando en su despacho sin inconvenientes.

ven01-194312-pihDijo que Soto es manipulado por opositores que pretendieron "hacer un montaje", y aseguró que anoche en un canal local se transmitió una entrevista al militar activo que había sido grabada un día antes, lo que demostraba la planificación de su acto de rebeldía.

"Nos debemos al pueblo, no al grupo de privilegiados de siempre; cuando haya que defender el proceso no vamos a dar un paso atrás, esto debe ser la defensa a ultranza de un proceso que nos pertenece, que hemos logrado con lágrimas y sangre", gritaba Ca-bello, visiblemente emocionado.

Lamentó que "fueron manipuladas" las miles de personas que protagonizaron la protesta de ayer, dirigida por Soto, que se ubicó en un primer momento en la Plaza Altamira, en el exclusivo este capitalino, y luego trasladó su mitin hasta la casa presidencial,.

Destacó que mientras los opositores se replegaban a sus hogares, los que apoyan al mandatario "podemos hacer una vigilia toda una noche, toda una semana para defender un proceso que es de todos nosotros".

Sin embargo, algunos simpatizantes de So-to marchaban esta madrugada de regreso a la Plaza Altamira, reportó el oficial a periodistas de Afp, a quienes anunció que hoy al mediodía encabezará una nueva protesta.

"Después tomaremos acciones hasta que él salga", dijo en referencia a Chávez, cuya renuncia exigió más temprano, y dejando entrever que podrían volver a La Casona. A Soto se le unió esta noche otro disidente militar activo, el capitán Carlos Rivero Flores, de la Guardia Nacional.

Previamente, Soto había dicho a los periodistas que los opositores permanecerían en La Casona hasta que llegara Chávez: "Estamos en la casa del presidente, que es donde un hombre va a dormir todos los días, y lo esperamos para que nos diga cuándo va a renunciar, cuándo va a convocar elecciones".

Pero algunos seguidores de Chávez ?convocados por diputados oficialistas a manifestarse en el Palacio de Miraflores? llegaron a La Casona, lo que aumentó la tensión.

En principio, un centenar de manifestantes corrió nerviosamente por el lugar, pero mi-nutos después los ánimos se calmaron. Poco más tarde los simpatizantes de Soto iniciaron la retirada rumbo a la Plaza Altamira.

La marcha opositora hacia La Casona se inició cuando Soto fue rescatado por una muchedumbre, entre la que se contaban va-rios diputados opositores, en momentos en que era trasladado por una comisión militar a un centro de detención castrense.

Entonces, en medio de caravanas de automóviles y toques de cacerolas, el militar rebelde encabezó una concentración en la Plaza Altamira, del exclusivo este de Caracas, antes de exhortar a los presentes a marchar hacia La Casona.

"El pueblo se está dando su lugar", dijo en Altamira. "No es posible que un presidente que intentó tomar el gobierno por la fuerza, y al que dimos una oportunidad para resolver los problemas de Venezuela, no resolvió ninguno", agregó, al evocar la fallida intentona golpista de Chávez en 1992 y su victoria en las urnas en 1999.

"Estamos contigo, coronel", "no te dejes amedrentar", eran algunas de las pancartas que acompañaron a Soto.

El ministro del Interior, Ramón Rodríguez, quien garantizó el derecho a protestar pacíficamente, desestimó que el oficial rebelde, al que calificó de "traidor" y "líder oportunista", pudiera encabezar un golpe de Estado, y advirtió: "No es un peligro, pero si lo magnifican los medios no descarto nada".

A su vez, el titular de la Secretaría de la Presidencia, Rafael Vargas, aseguró que existe "tranquilidad total" en el país y que las manifestaciones son "una cosa puntual", planificada de antemano por opositores.

La rebelión de Soto empezó la mañana del jueves, cuando en un acto en un lujoso hotel capitalino instó a Chávez a dejar el gobierno.

"El presidente se tiene que ir, que renuncie, y antes de que renuncie que convoque a elecciones para que deje el país en la democracia, en manos de un civil", afirmó al irrumpir ante el Foro Voces por la Democracia.

"Estoy aquí interpretando el sentimiento y la voz de la mayoría de los oficiales, suboficiales y tropa de Venezuela, para decirle al presidente que la libertad de expresión, co-mo uno de los renglones más importantes de la conducta y el comportamiento humanos, no nos la va a quitar", dijo el militar, quien en 2000 interpuso un recurso de amparo por habérsele negado su ascenso a general.

"No puede ser que el presidente haya pensado que lo elegimos para que fuera dueño de Venezuela. ¡El presidente no es dueño de Venezuela! Lo elegimos para que gobernara, para que impusiera un modelo que suplantara uno que posiblemente tenía un punto donde ya se había agotado", agregó.

Supuesto apoyo a las FARC

Sostuvo que en un gobierno donde el presidente maneja el Tribunal Supremo, la Asamblea Nacional y las fuerzas armadas "no se puede decir que hay democracia".

El coronel, quien aseguró representar a "75 por ciento" de los oficiales, suboficiales y la tropa, subrayó que no le tenía "miedo" ni al presidente ni a ser removido de la fuerza armada, y dijo que Chávez prestaba apoyo a la guerrilla colombiana.

Al atardecer, cuando ya había abandonado el foro, Soto fue detenido por la policía militar al salir de su residencia. "Estoy huyendo de la injusticia y el totalitarismo", gritó a periodistas, cuando partía en una camioneta color rojo, vestido de civil; otra persona no identificada conducía el vehículo.

La televisora Globovisión mostró imágenes de la salida y, minutos después, de la retención del vehículo. Entonces Soto volvió a gritar que en Venezuela hay un régimen "fascista" y "totalitario" y exigió la presencia del fiscal general venezolano, Isaías Rodríguez, para evitar su "detención ilegal".

Una multitud que se había reunido en el lugar, entre ellos diputados opositores, frustró el operativo.

Al ser interrogado en ese momento sobre el incidente, el ministro de Defensa, José Vicente Rangel, dijo no tener información, pero aseguró que Soto sería atendido por un fiscal militar y dos civiles ante quienes debería rendir declaración sobre sus opiniones.

Rangel calificó la posición de Soto como "un acto absolutamente personal que va a ser investigado por las autoridades competentes" y, desestimando el impacto de las declaraciones del coronel, el ministro dijo que el presidente estaba "sumergido en sus actividades" habituales.

También aseguró en rueda de prensa que había "absoluta calma y tranquilidad" y que todos los componentes de la fuerza armada nacional "están respaldando el régimen constitucional" que preside Chávez.

Consultado sobre rumores de movilizaciones de tropas en las guarniciones de Valencia y Maracay, ubicadas ambas a menos de 110 kilómetros al oeste de Caracas, el ministro dijo que no hay "absolutamente nada".

"Eso es pura joda (broma)", enfatizó, y ne-gó que el alto mando militar de Venezuela se encontrara reunido de emergencia. "No hay descontento", afirmó.

Horas antes, el inspector general de las fuerzas armadas, general en jefe Lucas Rincón, había calificado de "hecho aislado" el fuerte pronunciamiento de Soto, aunque dijo que su comportamiento sería evaluado "con base en el reglamento y con respeto a los derechos humanos".

Chávez se vio estos últimos días sometido a fuertes presiones internas y externas. El martes Estados Unidos puso en duda su compromisos con la democracia y la campaña antiterrorista. Un día después auguró un agravamiento de la crisis venezolana.

En el plano interno, la oposición levantó cabeza estas pasadas semanas, con marchas y cacerolazos que demostraron la polarización de la sociedad venezolana.

Los analistas políticos dicen que los en-frentamientos de Chávez con empresarios, sindicatos, medios de prensa y la Iglesia ca-tólica han contribuido a esta polarización.

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