LETRA S
Febrero 7 de 2002

En el DF, más casos de sida que los declarados

Ángeles Cruz

A un año de haber iniciado el Programa de VIH/sida de la ciudad de México, su directora Carmen Soler no titubea al admitir que la epidemia aún no está controlada, ya que se desconoce el número real de personas que padecen la enfermedad. Como problema de salud, es uno de los más graves y de hecho en el Distrito Federal encabeza la lista de causas de mortalidad entre los hombres de 20 a 35 años. Diario mueren dos o tres personas a consecuencia del sida, enfatiza.

En un primer esfuerzo por detectar a la población portadora del virus, a través de los 19 Centros de Consejería y Diagnóstico Voluntario (CCDV) instalados en toda la ciudad, se encontró que entre los meses de junio a diciembre del 2001 acudieron 4 mil personas a realizarse la prueba de detección, de las cuales 3.5 por ciento resultó positiva al VIH.

El porcentaje es muy alto, "más de lo que esperábamos", admite Carmen Soler en entrevista con Letra S, quien recuerda la información oficial que señala una prevalencia entre la población en general de 0.5 por ciento de infección. Sin embargo, dice, 3.5 por ciento no se puede extrapolar a todos los capitalinos, porque acudieron a los CCDV las personas que desde antes tenían el interés por realizarse la prueba de detección, sin pertenecer a los llamados grupos con prácticas de riesgo, y que no tenían adonde acudir.

Las personas con prácticas de riesgo van a la clínica Gregorio Salas o a la Clínica Especializada Condesa, donde 35 por ciento de los exámenes clínicos que se realizan salen positivos al VIH/sida, explica y enseguida apunta que estos datos sin ser definitivos, son reveladores de una problemática que empieza a conocerse realmente.

Por ello, aunque no se disponga aún de una evaluación de la epidemia, existen indicios contundentes para reafirmar la necesidad de enfrentarla con programas de gobierno y en colaboración con la sociedad civil. El primer paso, comenta Soler, fue abrir el diagnóstico e instalar los CCDV, los cuales vinieron a reformar los procesos tradicionales de salud, porque tienen como prioridad el respeto a los derechos humanos, garantizar la voluntariedad y confidencialidad de la prueba, así como su gratuidad. De ser el caso, las personas también tienen la garantía de que recibirán la atención médica que requieran.

La funcionaria no repara en admitir que la mitad de los centros funciona a cabalidad. En el resto se tendrán que hacer algunos ajustes, pero sin duda, dice, "lo primero era tenerlos. Resultaba incoherente hacer campañas masivas de prevención si las dudas de la gente no se podían resolver en ningún lado. Ya con la infraestructura, ahora tenemos la tarea de mejorarlos y darles calidad."

En materia de prevención se echó a andar el programa para evitar la transmisión materno infantil del VIH, cuyo primer inconveniente, a pesar de tener los medicamentos para reducir al máximo este riesgo, fue que las mujeres desconocen si son portadoras del virus. En México, este es un problema grave porque apenas 10 por ciento de los infectados saben que lo están.

Así que el Programa a cargo de Carmen Soler se ha dado a la tarea de capacitar al personal de salud que tiene contacto con las mujeres embarazadas. A la fecha, la estrategia funciona en las delegaciones Coyoacán y Gustavo A. Madero, donde se ha realizado la prueba de detección a 400 mujeres, de las cuales ninguna salió infectada. Soler confía en que a mediados de este año, el programa esté funcionando en toda la ciudad, una vez que la totalidad de los trabajadores de salud haya sido capacitada.

Por lo que se refiere a la atención, el Programa de VIH/sida se ha encontrado con varias novedades. La primera, que el número de enfermos es inmensamente superior a lo que reporta el Registro Nacional de Casos. De junio a diciembre se han incorporado al Programa de Medicamentos gratuitos 660 personas, un promedio de 100 por mes. Fonsida atiende a 180 más, con lo que totalizan 840 enfermos de sida sin seguridad social en el Distrito Federal. "Con base en la información oficial, yo tendría que haber cortado el programa hace 400 pacientes. Se suponía que en el Distrito Federal había sólo 200 enfermos no cubiertos por el IMSS o el ISSSTE", afirma Soler.

Para este año, existe el compromiso del gobierno capitalino de mantener el presupuesto que garantice la continuidad del programa de medicamentos y es probable que se incremente, aunque al cierre de esta edición todavía no se conocía el monto autorizado al programa de VIH/sida.

Sin embargo, y debido a que se desconoce la magnitud del problema, es impredecible cuántos más requerirán tratamiento médico, pero el mayor reto es que todavía, a pesar de la información disponible, siguen llegando enfermos en condiciones lamentables, varios de ellos en fase terminal. Esa es la razón de la alta mortalidad, asegura.