Directora General: Carmen Lira Saade

México D.F. Domingo 27 de enero de 2002

Espectáculos

Ť ''He estado en el infierno, pero he salido'', aseguró

Yves Saint Laurent, un diseñador que aprendió a encararse consigo mismo

SUSANNAH FRANKEL THE INDEPENDENT

"Ma plus belle histoire d'amour, c'est vous... (Mi más bella historia de amor eres tú)." Así le cantó Catherine Deneuve a su viejo amigo Yves Saint Laurent cuando éste apareció en la pasarela, la noche del pasado martes en su despedida, en el Centro Pompidou.

yves04El espectáculo, diríase que del canto del cisne, fue una jornada a través de los recuerdos del afamado modisto, las alturas alcanzadas por quien tuvo una de las más grandes carreras en el mundo de la moda, que se alargó más de 40 años. La colección africana, la de los cosacos, la gitana. El primer smoking tuxedo, el safari look inspirado en las obras de artistas de Mondrian a Picasso, de Cocteau a Matisse. Ese vestido de noche perfecto, angosto, como satín líquido, agrandado en tafeta, sin cintas, con el dorso descubierto, cayendo así hasta el ombligo. Muchos de estos atuendos han logrado ya un estatus de iconos.

Por una hora, la supremacía de Saint Laurent como el gran colorista de la moda, su más cultivado y sencillo cortador y el mejor amigo de la mujer contemporánea, fue capturada y sellada para la eternidad. Al salir a escena para recibir la ovación, resultó difícil precisar quién estaba más emocionado, él o su público.

Al final, el legado de Yves Saint Laurent es algo más que ropa. Es el único diseñador en el mundo en tener un museo propio, un sitio en los suburbios de París donde a los devotos no se les permite acercarse a la distancia del brazo sin cubrirse la mano con un guante blanco. Su imagen aparece en una de las últimas emisiones de los francos franceses. En 1999 los amantes franceses recibieron tarjetas de San Valentín que llevaban impreso un diseño de Saint Laurent. Todo esto testifica la vasta sombra que se cierne sobre la cultura, particularmente sobre la francesa.

Yves Saint Laurent ha trazado su propia neurosis hasta sus días de juventud y el hecho de que haya sido víctima de sus compañeros por su homosexualidad desde temprana edad. Esa misma fragilidad, ha dicho, lo ha dotado con el deseo de superarse. ''Me repetía constantemente: un día serás famoso. Mi nombre estará inscrito en letras de oro en los Campos Elíseos.'' El diseñador sufrió su primera crisis nerviosa luego de ser llamado al cumplimiento del servicio militar en 1960. Desde entonces ha batallado contra la inestabilidad extrema. Su dependencia de las drogas, ya sean recetadas o de las otras, y del alcohol. Sus estancias en varias clínicas, su naturaleza huidiza, todo ello ha sido bien documentado. Pero cuando el retiro finalmente ocurrió, hace unos cuantos días, el notablemente tímido Saint Laurent desafió a los medios de nueva cuenta.

Junto con la grandeza como prerrequisito, lo que en el caso de Saint Laurent es una hipérbole perfectamente justificada ?"Me digo a mí mismo que fui el creador del guardarropa de la mujer contemporánea, y que he participado en la transformación de los tiempos"?, el diseñador también se vio obligado a abrir su lado menos cómodo. Dado que en todos estos años ha rehusado tener el mínimo enfrentamiento para una entrevista y está fieramente protegido de la prensa en tanto sus contemporáneos continúan cortejándola, esta estrategia no sólo fue admirable, sino que resultó bravía.

''He pasado por angustias'', dijo al leer un escrito sin levantar la vista para observar a los reporteros que llenaban el salón. ''He estado en el infierno. He conocido el miedo y la terrible soledad, las falsas amistades que son los tranquilizantes y las drogas, la carcel de la depresión y de las clínicas de salud.

''Pero he salido, confuso pero sobrio. Ha sido la gente que ha padecido problemas nerviosos la que ha empezado las religiones y ha creado las obras de arte. Soy parte de esa familia. Me he codeado con aquellos que juegan con el fuego, pero lo más importante es aprender a encararse con uno mismo.''

Si Yves Saint Laurent finalmente ha sido capaz de hacer esto, seguramente que ello representará uno de los grandes misterios de la vida. Una conclusión tan enigmática cabe esperarla de la carrera de la más grande leyenda viviente de la moda.

Traducción: Jaime Whaley